Diplomacia Bolivariana de Paz para un Nuevo Orden Mundial

Se cuentan con una mano los países que han apoyado la guerra de Putin contra Ucrania. Ni siquiera China, que se percibe alineada con Rusia en la disputa hegemónica contra Occidente, ha rechazado sumar su apoyo a la agresión.

Latinoamérica, como la mayoría de los países que conforman el Sur geopolítico, si bien ha rechazado la agresión imperial rusa, no se ha sumado al bloqueo económico-financiero contra ese país. El canciller argentino lo dijo claro: "Argentina está llamando a la paz, a desescalar el conflicto. Argentina no considera que las sanciones unilaterales sean un mecanismo para generar paz. Lo mejor sería organizar una mesa de diálogo franco para que se resuelva el conflicto de fondo y se salven vidas."

El conflicto ucraniano suma al descuadre a la tradicional división entre izquierda y derecha: la "izquierda tanquista", se retrata de perfil con los fascismos vario pintos en la foto de familia putinista. Telesur y FoxNews se abrazan fervorosos en la resonancia de la propaganda belicista rusa.

La invasión a Ucrania marca el comienzo de un nuevo proceso de alineación geopolítica que, aunque aun no se conoce bien su configuración final, tiende a asemejarse a la Guerra Fría hasta en su espanto de aniquilación nuclear.

Sin embargo, la discrepancia en torno a las sanciones contra Rusia, realza más bien la vieja escisión entre países desarrollados y en vías de desarrollo: nuestros problemas, no son los suyos, como bien lo señaló el presidente López Obrador.

El momento histórico pareciera propicio para reimpulsar una neutralidad activa, al estilo del Movimiento de los No-Alineados, cuando Tito, Nehru, Nasser y Sukarno, reclamaban para sus pueblos independencia de la dominación de uno u otro bloque durante la Guerra Fría.

La diplomacia bolivariana de paz que practicó Chávez, trabajó activamente por la conformación de un mundo multipolar, izando los principios de la no-interferencia y la co-existencia pacífica entre las naciones.

Venezuela, en vez de sumarse a apoyar la guerra, como amagó su presidente inicialmente, le correspondería más bien retomar la vitalidad de la política exterior chavista en favor de la multipolaridad y de los principios que hacen posible la paz colectiva y la seguridad del mundo: el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos, a la integridad territorial de los países, a las leyes internacionales, a la oposición de la arbitrariedad de las sanciones y, como era usual en Chávez, a la solidaridad humana con las víctimas.

Tallar una posición independiente y de neutralidad activa dentro de la comunidad de naciones sobre la unidad y cooperación entre los países del Sur, por sobre una alineación ideológica vasalla, pareciera una tarea de alto riesgo: lo acaba de vivir Bangladesh, a quien le cortaron el suministro de vacunas COVID por favorecer una posición neutral.

Lo vivió Venezuela un mes como éste hace 20 años, cuando, por promover una posición neutral e independiente y denunciar la agresión imperialista contra Afganistán, los gringos intentaron darle un golpe a Chávez

Retomemos el valor de ser independientes. Sumemos nuestro esfuerzo para detener la locura de la guerra. Volvamos a la verdadera diplomacia bolivariana de paz.



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Andrés Izarra

Periodista. Ex-ministro de Comunicación en Información y de Turismo de Venezuela. Fue director de la cadena multiestatal TeleSUR.
Blog: https://izarraa.medium.com


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