:Colombia fue el único país latinoamericano que se alió a una guerra
liderada por los EEUU, en apoyo a Corea del Sur, con el propósito de
impulsar una política anticomunista amparada por la sumisión del
gobierno colombiano que no tuvo escrúpulos en enviar a sus soldados a
morir en una confrontación lejos de sus fronteras patrias, como si
estuviesen pagando una pena de muerte; en una guerra que en nada los
perjudicaba, menos los favorecía; además de poner en riesgo su
soberanía y meterse en una ofensiva que no es suya y con cuyo brazo
ejecutor ha tenido en el pasado serias diferencias. Cabe recordar que
los soldados salieron a esa guerra bajo engaño, no sabían a qué país
iban a combatir, algunos pensaban que se dirigían a Crimea
Es así como el gobierno de Laureano Gómez mediante el Decreto 3220 del
23/10/1950, apodado el monstruo, dispuso del envío de la fragata
Almirante Padilla, dispuestos a patrullar las aguas de Corea como
parte de la VI flota estadounidense; posteriormente el embajador ante
los EEUU, Eduardo Zuleta Ángel, ofreció los servicios de un batallón
de infantería, que vendría a robustecer su presencia en estas
latitudes. Hasta el mismo partido liberal, que en el fondo son
caimanes del mismo pozo se mostraron partidarios, al señalar en uno
de sus pronunciamientos, que se mostraban partidarios en "apoyar al
país del norte, en su lucha por la paz y la seguridad del mundo" El
diario El Tiempo, vocero de la oligarquía santanderiana, títuló:
"Enviar diez mil fieras chuluvistas (paramilitares y autodefensas) a
luchar contra los comunistas y además a "pacificar al país".
Para Laureano Gómez enviar esas tropas a Corea no fue algo gratuito,
con este gesto pretendía tirarle una cortina de humo a su pasado
nazi fascista; recordemos que en 1931 había sido embajador en Alemania
donde se congracio con la derecha alemana, además de coquetear con el
franquismo español. Este pasado le permitía que EEUU lo mirara con
recelo. Esta guerra le vino como anillo al dedo a Laureano Gomez, le
servía, según los entendidos, para acercarse a ese país y además
marcar distancia con el Tratado Thomson – Urrutia, firmado el 6 de
abril de 1914, cuyo objetivo era "olvidar" el conflicto entre los
EEUU, provocados por la injerencia y participación de ese país en la
independencia de Panamá de Colombia (1903), sin disparar un tiro y con
la complicidad del gobierno gringo y la burguesía panameña, es mas a
espaldas del pueblo, tres días de haberse dado este paso trascendental
fue que el pueblo panameño se percató que eran libres.
Tres años estuvieron combatiendo estos soldados, repitiendo lo que le
decían que dijera: "contra el morbo comunista y el bienestar de los
pueblos" y a pararle el trote al comunismo, a salvar la
institucionalidad y la estabilidad del sistema internacional….pura
palabrería hueca. Como es de suponer esta confrontación dejo sus
heridas para el pueblo colombiano, que sectores de la oligarquía han
tratado de ocultar diciendo que con ellos el ejército mejoro sus
estrategias militares; pero lo que si fue cierto es que de 5100
soldados enviados; 163 murieron, 439 heridos y 69 desaparecidos. Hoy a
Corea del Norte le ronca los motores; su capacidad ofensiva y nuclear;
con un ejército pretoriano es respetado por los EEUU. No creemos que
a estas alturas ese imperio todopoderoso gringo vaya a despertar a ese
gigante dormido o a buscar dentro del matorral de su patio trasero a
un lacayo como Colombia a que los acompañe en tan titánica tarea.
