Che, Chávez y Maduro: ¿Qué tienen en común?

Octubre, es fecha del Che, cómo olvidar al guerrillero heroico y su campaña épica en territorio boliviano. ¡Crear no uno, sino dos o tres Vietnam, en territorio nuestro americano! Era, su visión de la manera de romper el brutal bloqueo criminal imperialista que apenas gateaba sobre América, y ya mostraba sus fines perversos. Inti Peredo, combatiente guevarista, lo define así: "El Che era hombre de una sola palabra y con un sentido de lealtad extraordinariamente desarrollado…" En contraposición, refiere Inti, que: "Los Partidos Comunistas latinoamericanos" -nos explica al día siguiente de nuestra llegada- tienen una estructura institucional inadecuada para las condiciones de la lucha actual. Tal como están constituidos son incapaces de tomar el poder, y derrotar al imperialismo. Incluso muchos de sus dirigentes, como Jesús Farías, Vittorio Codovilla, etc., se han anquilosado, son arcaicos." (Mi campaña junto al Che, IV: La deserción del PC, Inti Peredo, 1970). El Che, pensaba contrario a Inti, que el PC Boliviano era distinto al venezolano pues estimaba que su dirigencia joven, les llevaría a comprometerse con su causa, que estimaba continental. El secretario general del PCB, se había entrevistado con el Che y la primera impresión que tiene de Mario Monje, no fue de su agrado. Monje, condiciona su incorporación a las filas de la columna guerrillera, dirigida por el Che, y tres fueron sus condicionantes, como le explica el propio Che: "La conversación con Monje se inició con generalidades pero pronto cayó en su planteamiento fundamental, resumido en tres condiciones básicas: "1) Él renunciaría a la dirección del Partido, pero lograría de éste al menos la neutralidad y se extraerían cuadros para la lucha. "2) La dirección político-militar de la lucha le correspondería a él mientras la revolución tuviera un ámbito boliviano. "3) Él manejaría las relaciones con otros partidos (comunistas) sudamericanos, tratando de llevarlos a la posición de apoyo a los movimientos de liberación (puso de ejemplo a Douglas Bravo). "Le contesté que el primer punto quedaba a su criterio como secretario del Partido, aunque yo consideraba un tremendo error su posición. Era vacilante y acomodaticia y preservaba el nombre histórico de quienes debían ser condenados por su posición claudicante. Que el tiempo me daría la razón. "Sobre el tercer punto no tenía inconveniente en que se tratara de hacer eso, pero estaba condenado al fracaso…Sobre el segundo punto no podía aceptarlo de ninguna manera. El jefe militar sería yo y no aceptaba ambigüedades en esto. Aquí la discusión se estancó y giró en un círculo vicioso… " (Diario del Che en Bolivia)

El Che, aceptó algunos de los términos propuestos por Monje, pero le objetó su propuesta de cederle la dirección político-militar. En la conversación de Ñancahuazú, se expusieron dos posiciones, dos concepciones diferentes de apreciar la revolución boliviana y continental, que condicionaron dos actitudes posteriores también distintas. El PCB, se mantuvo en resguardo de la línea de Moscú, de respeto a la doctrina Monroe, que estimaba a la América como su patio trasero, su área de influencia, solo menoscabada por un "accidente" histórico, como consideraban a la Revolución Cubana. Para el Che, era impensable subordinarse a líderes inexpertos en las artes de la lucha armada revolucionaria, se imaginan a Lenin desistir su liderazgo ante un advenedizo que le hubiese exigido colocarse bajo sus órdenes, en vísperas del asalto al Palacio de Gobierno, o peor aún, ¿Se imaginan, por un instante, al Comandante Chávez, ceder su Comandancia en la insurgencia del 04 de febrero de 1992, a un soldado de la tropa –encaprichado- por liderar la insurrección, protagonizarla? Creen, que éstos hubieran desistido del lugar que la historia les había destinado jugar en sus epopeyas libertarias para colocarse en la retaguardia. Alguien, en su sano juicio, puede creer, que se hubieran podido concretar, tanto la revolución rusa como la venezolana?

Las desconfianzas sobre Monje, no hacían sino crecer en filas guerrilleras, relata Inti: "Mi desconfianza en la dirección del PCB se había ahondado por otra serie de conversaciones que había sostenido con él. Sin vacilaciones, saltaba de un extremo al otro. Sus dudas políticas, las justificaba con el amor a la familia." (Mi campaña junto al Che, IV: La deserción del PC, Inti Peredo, 1970). El propio Inti, desde la primera conversa de Monje con el Che, le había manifestado su desconfianza hacia el secretario general. En julio de 1966, el PCB, bajo las siglas de Frente de Liberación Nacional (FLIN), se presentó a las elecciones. Obtuvieron poco más de 32.000 votos, un 2,3% del total, que dejó a los comunistas satisfechos y pletóricos de gozo, ante sus posibilidades electorales. Mientras los cubanos organizaban la guerrilla, la perspectiva del PCB se aproximaba más a la acumulación de fuerzas en el campo democrático burgués-parlamentario, que a la ruptura violenta del sistema democrático-burgués, que les proponía el Che. Ese supuesto éxito, les alejaba más del Che. El PCB, rechazaba el foquismo, se definía como obrerista y electoralista; aunque gustaba mencionar entre sus planes la lucha armada, como un ardid –propagandístico- para atraer a la juventud que admiraba al Che. "Sus argumentos son inconsistentes", escribió el Che, en relación a la posición del PCB.

1967, Fidel, en la Habana, todavía se mantiene optimista y en febrero, recibe a tres altos dirigentes del PCB, a quienes conminó a desmontar los argumentos de su secretario general. Les explicó, que la guerrilla no tenía objetivos nacionales, sino continentales, por lo que exigirle al Che que abandonara la jefatura para entregársela al PCB, no tenía ningún sentido. Se dio por satisfecho de su conversa, y así se lo informó al Che. En Bolivia, la situación era otra. Monje, se dedicaba a expulsar todo aquel miembro del partido que simpatizara con las ideas del Che, ponía en práctica su propia purga. Un Monje, incisivo, repetía: "Esta guerrilla debe dirigirla el Partido. Por eso como Primer Secretario debo tener la dirección total en lo militar y en lo político. Yo no puedo quedarme en un lugar secundario porque donde quiera que esté, represento al Partido. El mando militar, es una cuestión de principios para nosotros, tan de principios que el Che no me lo quiere entregar. Por eso, nuestro desacuerdo es absoluto aun cuando en otros aspectos coincidamos…" […] "Cuando el pueblo sepa que esta guerrilla está dirigida por un extranjero le volverá la espalda, le negará su apoyo." (Mi campaña junto al Che, IV: La deserción del PC, Inti Peredo, 1970). Quién creería, tamaña jactancia de un secretario general de un partido comunista, tendría analogía en otro proceso histórico triunfante, cincuenta años después, en la triunfante Revolución Bolivariana. Hugo Chávez, al igual que el Che, mantuvo relaciones tensas con el secretario general del PCV, Oscar Figuera. Quién estimaba, que el PCV, por su larga tradición histórica debería tener la titularidad de la Revolución Bolivariana, la jefatura del proceso histórico iniciado a partir de 1999.

Así, cuando Chávez les convoca a integrar y conformar el Partido de la Revolución Bolivariana: el PSUV, se negaron y casi que le plantean al Comandante Chávez, que fuera al revés la cosa, que se integraran al PCV y no crearan ningún otro partido. En todo el proceso de acompañamiento del PCV a la Revolución Bolivariana, siempre hubo una queja en procura de protagonismo y liderazgo. En 2011, el partido –autoproclamado- como obrerista, se oponía a que Chávez decretara la Ley Orgánica del Trabajo, ese protagonismo, lo pretendían para ellos. "La LOT debe ser el resultado de una amplia discusión", insistía Pedro Eusse, al rechazar la posibilidad de que esa norma pueda formar parte de los decretos que emitirá el presidente Hugo Chávez en el marco de la Ley Habilitante… Sin embargo, el PCV cree que Chávez sí puede legislar sobre algunos temas "puntuales". Los comunistas, propusieron al jefe de Estado que promulgue una ley especial que proteja a los conserjes…" (El Universal, 11-01-2011). No obstante, Hugo Chávez, tomó para sí, la construcción de esa fundamental ley de la República, a la que puso el nombre de Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT), la más avanzada y garantista Ley el Trabajo, del mundo actual. Chávez, no pisó el peine de los comunistas y se delegó para sí, la proclamación de esa Ley que hoy forma parte de su legado histórico. Igual, le ha ocurrido al Presidente Maduro y su Ley Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos, a la que se opuso el PCV, haciendo frente común con la derecha pro imperialista. En ello, nuevamente, tenemos un PCV, con un secretario general, pretensioso y egoísta, ansioso de obtener liderazgos no obtenidos por lucha propia. El Che, le planteó a Monje: "-¿Por qué tienes esa posición tan sectaria? Nuestra guerrilla debe abrirles las puertas a todos los que quieran participar. Tenemos una concepción de la toma del poder revolucionario y si hay gente honesta que coincide con nosotros no debemos rechazarla. Es absurdo asustarnos porque el poder para el pueblo lo tome, en determinado momento, un grupo que se llame tal o cual cosa. Del seno de la lucha armada surgirán los nuevos dirigentes y no es justo tener prejuicios al respecto, pues la dirección la asumirán siempre los más consecuentes…"[…]"El tiempo daría la razón al Ché... En cambio condenaría como traidores y cobardes a Monje y los otros dirigentes claudicantes."[…] "La vergonzosa deserción del Partido Comunista nos provocó graves problemas. En la ciudad, nos quedamos prácticamente sin organización."[…] "Pero la traición no tuvo límites. Monje y el PCB, se movilizaron por todo el país alertando a las bases contra el "grupo fraccional, impidiendo con engaños que algunos militantes honrados se incorporasen al trabajo en la ciudad e interceptaban a los hombres que regresaban al país con entrenamiento militar y los convencieron de que no ingresasen a la guerrilla." (Mi campaña junto al Che, IV: La deserción del PC, Inti Peredo, 1970). En 2007, cuando el PCV y otras fuerzas de izquierda, se negaron a incorporarse a la construcción del PSUV, el Comandante, fue enfático: "¡Váyanse como hermanos y no tirando piedras, porque dejarían un triste recuerdo, como muchos que se han ido a sumarse a golpes de Estado! La puerta está abierta y pueden salir con la frente en alto", pero "no crean que si se van tirando piedras y rompiendo vidrieras podrán luego regresar a la alianza oficialista." Chávez, les recalcaba: "Me estoy viendo obligado a decirlo; no puedo quedarme callado", y les dijo, conocer de dirigentes de esos partidos que: "siguen haciendo reuniones y haciendo discursos muy agresivos" en su contra, incluso, utilizando para ello "las cartas de la derecha". Los emplazaba públicamente: "El socialismo que Hugo Chávez está planteando, por supuesto que es democrático, pero quieren satanizarme a mí y no me parece nada noble", les remarcó, que sintió "vergüenza y pena ajena" al escucharles esas críticas en su contra, la misma vergüenza que debió haber sentido Nicolás, de las expresiones del secretario general del PCV, Oscar Figuera, cuando afirmó, sin pudor alguno, que Nicolás Maduro era un socialdemócrata, reformista y traidor del legado del Comandante Chávez. Tal parece, que Figuera, no conoce de historia o cree que somos de memoria corta y menos, cuando hoy se abraza con quienes traicionaron a Chávez, abiertamente y sin pudor alguno…

En el prólogo del Diario del Che, en la versión cubana, Fidel Castro, escribió: "Es notable, como se verá en el Diario, que uno de esos especímenes revolucionarios que ya van siendo típicos en América Latina, Mario Monje, esgrimiendo el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, pretendió discutirle al Che la jefatura política y militar del movimiento. Y puesto que alegó, además, el propósito de renunciar previamente para ello a su cargo partidista, a su juicio, por lo visto, le bastaba el título de haberlo sido para reclamar tal prerrogativa. Mario Monje, por supuesto, no tenía ninguna experiencia guerrillera ni había librado jamás un combate, sin que por otro lado su auto conceptuación de comunista lo obligase siquiera a prescindir del grosero y mundano chovinismo que ya habían logrado superar los próceres que lucharon por la primera independencia. Con semejante concepto de lo que debe ser la lucha antimperialista en este continente, tales "jefes comunistas" no han rebasado siquiera el nivel internacionalista de las tribus aborígenes que sojuzgaron los colonizadores europeos en la época de la conquista…" (El Diario del Che en Bolivia. Sexta Edición: Editora Política, Castro Ruz, Fidel, 01/01/2008)…

Caracas, 13-10-2020



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Henry Escalante


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