Carles Louis de Secondat, Barón d e Montesquieu, se llevó la gloria de ser el padre de la separación de poderes en la democracia burguesa, pese a que antes de él, ya él inglés Jhon Locke había llegado a la misma conclusión. Esa teoría nace como una necesidad del directorio Jacobino de la revolución francesa, de partir en tres toletes el poder absoluto practicado por la realeza francesa, en las personas de Luis XIV y Luis XV ya que el primero de los nombrado, le restregaba en la cara de los príncipe y cortesanos, la frase de Le etait ces moi ( El Estado soy yo). Claro que el Barón francés, se cuidó de defender la clase social a la que él pertenecía, cuando prescribe en su obra El Espíritu de las Leyes lo siguiente: solo eligen a los poderes los varones propietarios de patrimonio propio.
Después de 250 años la burguesía imperialista y las nacionales reclaman aplicación de la separación de poderes, cada vez que quieren defenestrar un gobierno populista o nacionalista, que le tira unas migajas a los pobres y a los proletarios.
Hoy en nuestro país se le endilga al gobierno del PSUV que viola el principio de la separación de poderes, pero es que acaso los cuarenta años de gobierno de AD y Copei no hicieron lo mismo. Tampoco Bolívar y el procerato militar de la independencia escapan al pecado de no pararle bolas a Montesquieu. Por eso, no es exagerado, decir que la propia burguesía tira a la basura ese principio, cuando se apodera del poder.
En lo que concierne a nuestro país, los cuatro presidentes adecos y los dos de Copei, gobernaron, ignorando la SEPARACIÓN DE LOS PODERES: Betancourt gobernó con las garantías suspendida durante tres años y medio y su abogado Humberto Morales Bello redactaba las leyes y el mismo las llevaba al Congreso y los diputados adecos y copeyanos las leían en cámara y luego un bosque de manos alzadas gritaban APROBADAS.
En la era betancouriana los integrantes de la Corte Suprema de Justicia,los diputados y senadores, tenían que andar derechitos,porque si no lo hacían los siquitrillaban. En cuanto a Raúl Leóni gobernó sin pararle bola al legislativo y al poder judicial, pues los adecos tenían la mayoría absoluta en las cámaras de diputado y senadores y un abogado de ingrato recuerdo de nombre Humberto Morales Bello llevaba una siempre una carpeta de leyes, para que la fracción de su partido se responsabilizara de su aprobación sin discutirla. A Carlos Andres le dieron de su propia medicina cuando quiso violar la LEY BLANCA que consiste en que gobierno adeco gobierna con adecos, y si no lo hace, lo joden. Caldera y Luis Herrera se pasaron por el forro, eso de la separación de poderes, porque cuando ellos mandaban; leyes se hacían el bufete Lizcano situado en la avenida Urdaneta de Caracas y una vez elaboradas, iban al poder legislativo; y con la venia de los adecos, se pagaban y se daban lo vuelto y la guinda de la torta la puso Rafael Caldera al crear un mamotreto llamado CONSEJO DE LA JUDICATURA, integrado por once ,adecos y once copeyanos, para así poder repartirse el nombramiento de todos los jueces del poder judicial venezolano.
Qué coño reclama Ramos Allup, Eduardo Fernández, Claudio Fermin o William Dávila sobre separación de poderes, cuando que ellos nunca respetaron esa separación.
Finalmente, es correcto decir que Montesquieu ha muerto, porque un partido que tome el poder, y si representa los intereses de la propiedad privada y por ende de la Burguesia como es el de los gobernantes desde 1830 hasta hoy; no les queda más remedio, que en lo que concierne a defender el poder burgués, tienen que mandar, con mas absolutismo que Luis XIV pero invocando la tríada de poder Ejecutivo, Judicial y legislativo, al igual que hacen los católicos, cuando invocan la Santísima Trinidad que es Padre, Hijo y Espíritu Santo en una misma persona divina.
