Pasan 1, 2, 3 y 4 semanas, y los porcentajes de incrementos del número de muertos por millón de habitantes, se quedan por debajo de los marcados la semana anterior; pese a que las series presentan una proyección creciente sin mayores sinuosidades. Tampoco los incrementos responden a curvas polinomiales de 2do. Grado, ya que, sencillamente, los datos son adulterados, negados en significativos valores a objeto de no pasar la vergüenza de dar la cara por los registros reales.
En la semana que transcurrió del 19/04 al 27/04, nos encontramos con el siguiente vacío:
1) España, debió arribar a los 529 muertos por millón de habitantes, se congeló en 496.
2) Italia, debió aterrizar en 473, se retuvo en 441.
3) Francia, debió llegar a los 428, se congeló en 341.
4) EEUU, debió volar a los 228, se pasmó en 168.
5) Alemania, debió alcanzar los 94, se petrificó en 71.
6) Ecuador, de 42 marcó 34.
7) Perú, de 26 marcó 23.
8) Brazil, de 29 marcó 21.
9) Chile, de 12 marcó 10.
10) Colombia, de 5.32 marcó 4.9.
11) Argentina, de 4.28 marcó 4.3.
12) Venezuela, ESTABILIZADA EN 0.33 MUERTOS POR CADA MILLÓN DE HABITANTES.
A excepción de Venezuela y Argentina que ofreció tomar el camino antineoliberal, los demás han tenido un comportamiento deleznable. Aunque hay que puntualizar que los Europeos (Alemania, Italia, Francia y, con más retardo, España trataron de remendar el capote a última hora).
A la final, esta decena de países que van de Colombia a España, optaron por echarle manos a la Minimalización del registro de muertos, que es lo que explica el enfriamiento de los incrementos esperados. Allí están, pues, los que niegan el cultivo de la droga, siendo los máximos productores mundiales; los que niegan el consumo, siendo los mayores consumidores y los que niegan que su pobre ejercicio democrático no es nada. Allí están los que niegan la democracia plena, participativa y directa que se vive en Venezuela; la misma que con su protección al pueblo en lo organizativo, formativo, humanístico, ético y moral, le ha creado una coraza para salir avante ante una Guerra Económica Infernal y frente a la pandemia más agresiva que ha vivido la humanidad.
De nada le servirá a estos países las cifras maquilladas por registros limitados que digan de un centenar de mil de muertes, como en el caso de Estados Unidos, cuando todo el mundo constata a diario las cantidades inmensas que se arruman en fosas comunes, en cifras muy superiores a las que aparecen en la pantalla del Mapa Mundial del Coronavirus. El Presidente y el Equipo de Gobierno de Ecuador, menos elegante y provisto para el disimulo, va de igual a igual con Estados Unidos y todos los otros al funeral de un Sistema que, por inhumano y criminal, no sirvió para velar por la vida de los seres humanos en este planeta.
