El Cobalto pudiera ser el oro azul de Cuba

El experto economista cubano Joaquín Benavides Rodríguez, quien se ha
desempeñado como ministro de gobierno y dirigente del partido
comunista de su país en el área de su especialidad, estima que Cuba
tiene en el cobalto una gran riqueza mineral que, al igual que el
litio, se está convirtiendo en un mineral estratégico para la
producción de baterías en la era electrónica.

Según fuentes internacionales, Cuba tiene reservas de este mineral de
alrededor de medio millón toneladas métricas que le sitúan en el
tercer lugar mundial entre los trece países con mayores reservas
estimadas de cobalto en el planeta. Se estima que la mayor la tiene la
República Democrática del Congo con una reserva estimada de 3,4
millones de toneladas métricas, seguida de Australia con 1,2 millones
y Cuba aparece en tercer lugar. Siguen

Filipinas con 280 mil, Canadá y Rusia con 250 mil cada una, China con
80 mil y Estados Unidos 38 mil, según datos del portal estadístico
alemán Statista 2019 citado por el experto cubano.

El consumo mundial de cobalto en 2019 se calcula que será de 122 mil
toneladas. En el 2011 fue de 78 mil toneladas, un aumento del 56% en 8
años. El precio en el presente año 2019 se cotiza en más de 46 mil
dólares la tonelada. La mayor extracción se registra en la RDP de
Congo, que ha tenido años de sacar 90 mil toneladas. Rusia extrae 5,9
mil toneladas.

China es el mayor productor de cobalto refinado. Aporta el 43% del
total mundial según la consultora británica Euromonitor International,
citada por Benavides.

Hace algunos años en el mundo se producía más cantidad de este metal
que lo que se consumía. Pero, a partir de 2017, con el incremento de
la demanda, los precios se dispararon casi un 100%.

El cobalto tiene una gran demanda en los grandes productores de
efectos electrónicos como TESLA que lo requiere para mejorar el
rendimiento de sus automóviles eléctricos. O Apple, que lo usa para
las baterías de los IPhones, que produce masivamente en China.

La razón es que el cobalto potencia las cualidades de otros metales
como el litio que se ha vuelto el componente más usado en las
baterías. Hasta la última década este metal había pasado inadvertido
hasta que hace unos tres años despertó el interés del mundo
financiero. Antes de que se extendiera el uso de baterías de litio y
cobalto, las empresas que realizaban grandes aleaciones eran las que
hacían el mayor uso de este metal. Hoy estas compañías han sido
desplazadas por los fabricantes de baterías, que cada año acaparan el
45% de la producción global de cobalto, cuya
demanda registró durante una década crecimientos anuales de al menos
5%, según el presidente del Instituto de Desarrollo del Cobalto (CDI)
de Estados Unidos, David Weight, cita Benavides.

El interés aumento aún más cuando TESLA anuncio un modelo de vehículo
auto eléctrico e inauguró una mega fábrica que le permitirá
suministrar 35GWh de energía de baterías. Es decir, un volumen mayor
de producción que el total realizado en 2014.

En la actualidad hay otras 13 mega fábricas de baterías de diferentes
marcas en fase de construcción o de planificación.
China necesita el cobalto para fabricar productos portátiles y
celulares dentro de sus fronteras, según a BBC Mundo la analista de
Economía y Consumidores de Euromonitor, Oru Mohiuddin.

Casi la mitad de los hogares del planeta cuenta con un Smartphone y un
portátil y se prevé que esto aumente en al menos el 70% para el 2030.
Una gran concentración de las fábricas que elaboran estos productos
está en China.

El cobalto es el mineral más estratégico con que cuenta Cuba. En la
refinería que la Isla tiene en Canadá conjuntamente con la compañía
Sherrit, se produce el 15% del cobalto mundial con un 99,98 de pureza.
Es un metal que almacena en poco espacio mucha energía. Sus
aplicaciones en la medicina son importantes y en los alabes de las
turbina o motores a reacción de todos los aviones se utilizan
aleaciones con cobalto, por su capacidad de resistir los cambios
bruscos de temperatura sobre la que se ejerce la acción del fluido
motor.

El Gobierno de China ha venido lanzando un gran programa inversionista
de alcance mundial, llamado el Camino y la Ruta de la Seda,
fundamentalmente para Asia, Europa y África; pero también hay ya
países latinoamericanos que han planteado su interés en participar.
Benavides considera que quizás está llegando el momento en que "el
Gobierno de nuestro país plantee a las autoridades chinas el interés
de Cuba por participar en este gran proyecto inversionista de la Ruta
de la Seda, particularmente en lo que concierne a la extracción y
refinado de cobalto en la zona minera de Moa".

También pudiera ser planteado el interés de Cuba de invertir
conjuntamente con países como Japón y Alemania, con economías
industriales de mucho desarrollo en tecnologías avanzadas y que
carecen de cobalto.



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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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