Bienvenidos Prosur: el regreso de las oligarquías fascistas en América del Sur

"/Este autor sostiene que Trump y su equipo de neoconservadores concentra ahora sus esfuerzos en derrocar a Maduro y someter a los últimos aliados que le quedan a operaciones de cambio de régimen./"

Con más de "un guiño de ojo de asentimiento" de parte de su colega "caudillo del Norte" Donald Trump, siete líderes suramericanos de derecha acaban de lanzar el Foro para el Avance de América del Sur (PROSUR) que apunta a erradicar todo vestigio del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez y del perversamente encarcelado ex presidente de Brasil, Inazio Lula da Silva. PROSUR busca reemplazar a la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR la cual fue fundada por Chávez y Lula el año 2008 con el objeto de contrarrestar el hegemonismo norteamericano en América Latina aplicado a través de la entidad neo-colonial Organización de Estados Americanos, OEA.

Los líderes de siete gobiernos derechistas suramericanos, Chile, Brasil, Colombia, Argentina, Paraguay, Perú y Guyana se reunieron recientemente en Santiago de Chile bajo los auspicios del multimillonario presidente de Chile, Sebastián Piñera, para firmar un acuerdo y crear PROSUR.

Una de las metas del nuevo bloque es la de integrar las infraestructuras de la defensa, la seguridad y la prevención del delito en los países miembros. Si esto suena como una recreación embrionaria de la infame Operación CÓNDOR de los años sesenta y setenta, tiene grandemente ese potencial. La Operación CÓNDOR fue una alianza de los servicios de seguridad e inteligencia de las dictaduras militares de América del Sur reforzada por la CIA que dejó la impresión de haber sido responsable de alrededor de sesenta mil (60.000) asesinatos, treinta mil (30.000) "desapariciones" cuatrocientos mil (400.000) encarcelamientos indebidos e incontables actos de tortura.

Los países Bolivia y Uruguay, ambos miembros de UNASUR que apoyan al sucesor de Chávez, Nicolás Maduro contra Juan Guaidó –pretendiente a la presidencia acicalado por la CIA—no se unieron a PROSUR y prefirieron el status de observadores en la agrupación.

Piñera y el presidente de Colombia, Iván Duque, derechista apoyado por el narco-paramilitarismo fueron los arquitectos detrás de PROSUR. Aprovechando la oportunidad para enterrar el legado de Chávez y Lula. Los dos presidentes invitaron a todos pero menos al gobierno de Maduro para unirse al pacto.

Ecuador, que se unió a PROSUR, sirvió como sede de UNASUR. En el año 2014 el presidente de Ecuador, Rafael Correa, inauguró la sede de UNASUR –construida a un costo de 65 millones de dólares-- en la ciudad de Quito. Actualmente con los gobiernos de derecha y con los casos de los gobiernos de Brasil y Colombia los gobiernos de ultra derecha habiendo tomado la mayor parte de América del Sur, la sede de UNASUR permanece casi abandonada. Moreno le ordenó a UNASUR abandonar el edificio y prometió convertirlo en una universidad. Luego que el Secretario General de UNASUR Ernesto Samper en el año 2017 Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú suspendieron su condición de miembros del bloque asestándole así un golpe demoledor.

El presidente ecuatoriano Lenin Moreno rápidamente abandonó sus compromisos con los ideales de Correa, Lula y Chávez y abrazó la política caudillesca de los presidentes derechistas de América del Sur. Moreno, cuyo primer nombre fue en honor a Vladimir Ilich Lenin, asestó una puñalada a UNASUR cuando declaró que se trataba de la creación de la "perversa política de los supuestos socialistas del siglo XXI". Acto seguido, Argentina, Colombia, Chile, Paraguay y Perú se retiraron con el evidente estímulo del gobierno de Trump montando así el escenario para una nueva alianza derechista pro Estados Unidos de un grupo de neofascistas, estafadores y oligarcas.

Moreno, quien fue el vicepresidente de Correa ha abandonado las políticas socialistas de su predecesor. Moreno no solo le ha dado la bienvenida en Ecuador al vicepresidente norteamericano Mike Pence con los brazos abiertos sino que buscó la reapertura de la ex base de inteligencia militar norteamericana en Manta, la cual fue cerrada por Correa el año 2009. El ministro de la defensa de Moreno anunció que reemplazaría a la base aérea de Manta por una Oficina de Cooperación para la Seguridad. El año pasado Moreno retiró a Ecuador de una de las más apreciadas iniciativas de Chávez, la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestramérica, ALBA.

Resulta irónico que Moreno que ostenta el nombre del fundador del primer estado comunista del mundo, haya cancelado muchas de las políticas de Correa que apuntaban a reducir la influencia de los bancos y de las oligarquías en Ecuador. Correa quien actualmente vive exiliado en Bélgica enfrenta la posibilidad de encarcelamiento en Ecuador en una maniobra política lanzada por Moreno que no difiere mucho de aquellas de la derecha brasileña en contra de Lula y su sucesora Dilma Rousseff. El presidente de Argentina, Mauricio Macri estuvo presente en la inauguración de PROSUR en Santiago –Macri anteriormente fue socio empresarial de Donald Trump—quien ha hecho todo lo posible para encarcelar a su antecesora Cristina Fernández de Kirchner quien actualmente ostenta el cargo de senadora. Ella y su marido, el fallecido presidente Néstor Kirchner, estaban asociados con Chávez, Lula y Correa en la creación de UNASUR.

El presidente de Uruguay Tabaré Vásquez quien envío una delegación de observadores a la inauguración de PROSUR en Chile pero sin ingresar a ella, criticó a la nueva agrupación durante la conferencia de Naciones Unidas ONU en Buenos Aires. Vásquez señaló que América del Sur ya contaba con organizaciones regionales que incluyen al Mercado Común del Sur, MERCOSUR; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELADE y a la Asociación de Integración Latinoamericana, ALADI. No obstante, Vásquez al igual que Moreno de Ecuador, criticó la creación de UNASUR diciendo que "contenía cierta ideología política".

Los presidentes Mario Abdo Benítez de Paraguay y Martín Vizcarra de Perú también han enfilado con firmeza sus países hacia el campo de la derecha. Ambos presidentes se unieron a sus colegas de PROSUR en la cumbre de Santiago.

Un dirigente sorprendente que se afilió a PROSUR en Santiago fue David Granger, presidente de Guyana, que fue Brigadier General de la Fuerza de Defensa de Guyana, quien se sintió a gusto entre individuos como Jair Bolsonaro de Brasil, ex paracaidista cuyo portugués brasileño hablado se asemeja al de un ordinario y grosero reservista del ejército combinado con el de un rufián de la calle. Granger hizo causa común con ExxonMobil para reclamar reservas petrolíferas en la Zona Económica Exclusiva de Guyana las cuales también son reclamadas por Venezuela. Granger ha agitado sus lealtades derechistas ignorando la Constitución de su país al posponer la elección pautada para el 11 de marzo del 2919 hasta el año siguiente. La deserción de Charrandas Persaud, parlamentario de la coalición del gobierno de Granger que se pasó a la oposición, durante un voto de censura cosa que originalmente motivó la elección. En vez que cumplir con la Constitución, el gobierno de Granger acusó a Persaud de ser ciudadano norteamericano y por lo tanto no ser apto para ocupar un cargo en el parlamento. Persaud también recibió amenazas de muerte. No obstante, según medios corporativos occidentales, Guyana está siendo amenazada por el gobierno "antidemocrático" de Maduro en Venezuela.

Tal como PROSUR trata de borrar los vestigios de Chávez, Lula, Correa y Kirchner en América del Sur, ha habido la intención de parte de Washington de borrar otros dos proyectos regionales de Chávez, el ALCA y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC. Ambas organizaciones incluyen a aliados de Venezuela en la región del Caribe. Recientemente, Trump invitó a los líderes de cinco naciones caribeñas –las Bahamas, República Dominicana, Haití, Jamaica, y Santa Lucía al club Mar-a-Lago, recinto para multimillonarios en la localidad de Palm Beach con el propósito de comprometerlos en el aislamiento del gobierno de Maduro en Venezuela y apoyar un régimen títere de Guaidó e incitar a estos líderes de cortar los vínculos financieros con Venezuela, incluyendo su participación en el programa de PetroCaribe que les brindaba gasolina y petróleo venezolanos a precios subsidiados. A cambio, Trump ofreció nebulosas garantías prestatarias a través de una Corporación de Inversiones Privadas en el Exterior (OPIC sigla en inglés) artilugio de Wall Street que exhibe grandes escollos de deuda nacional adosados.

Trump tiene un importante proyecto de bienes raíces en la República Dominicana. Allen Chastanet, Primer Ministro de Santa Lucía, es el próximo presidente de la Comunidad del Caribe. Se sospecha que tratará de alejar de Venezuela a los últimos aliados que le quedan en la organización.

Trump y su equipo de neoconservadores incluyendo a su asesor de seguridad nacional John Bolton y a su enviado para el cambio de régimen en Venezuela, Elliot Abrams, individuo que fue condenado por el escándalo Irán-Contra y que resultó beneficiado por la cobertura que gestionó el Fiscal General William Barr y que ahora concentra sus esfuerzos en derrocar a Maduro y someter a sus últimos aliados que le quedan como México, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Uruguay, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas y Granada a operaciones para cambio de régimen.

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Wayne Madsen

Escritor. Especializado en Asuntos Internacionales


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