Intromisión de EEUU en elecciones extranjeras, tradición de la CIA desde 1948

 Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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En un sorpendente despliegue de independencia del control post Operación Mockingberg de los medios por parte de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, un reciente artículo aparecido en el New York Times rompió con el actual periodismo de rebaño y publicó la larga historia de la intromisión de la CIA en elecciones extranjeras. En un artículo publicado el 17 de febrero de 2018 titulado "Rusia No es el Único que se Entromete en Elecciones. Nosotros También lo Hacemos" escrito por Scott Shane –periodista que cubrió la Perestroika y el Glasnost para The Baltimore Sun desde 1988 hasta 1991 en los años finales de la Unión Soviética –informó que Estados Unidos ha interferido en elecciones extranjeras durante décadas. Así mismo, un par de viejos personajes de la inteligencia norteamericana fueron citados en el artículo diciendo que la intromisión de Estados Unidos se debía a propósitos altruistas. Los veteranos de la CIA acusaron a Rusia de interferir en elecciones extranjeras con propósitos meramente malévolos. La creencia que la interferencia norteamericana en las elecciones del mundo era con el objeto de promover la democracia liberal, no puede estar más lejos de la verdad.

La CIA nunca se entrometió en las elecciones extranjeras con el objeto de expandir las tradiciones democráticas en otros países. El propósito principal fue el de privar del derecho al voto a los electores y partidos políticos progresistas, asegurar la apariencia de "democracia" en los países totalitarios y proteger los intereses de las bases militares de Estados Unidos y de las corporaciones multinacionales norteamericanas.

En lenguaje ambiguo eso es reminiscente de los años de la Guerra Fría, la CIA considera que su intromisión electoral recae bajo la categoría de "operaciones influyentes" en tanto que la misma agencia acusa a Rusia de "intromisión electoral". En realidad, no existe diferencia entre las dos categorías. La interferencia electoral representa un servicio de inteligencia o "gajes del oficio", cosa que ha sido practicada por muchas agencias de inteligencia, incluyendo aquellas de Israel, Francia, Gran Bretaña, China, la India y otras.

En las raras ocasiones cuando los esfuerzos de la CIA para amañar una elección fracasaron –como lo fue en Guatemala el año 1950 y en Chile en 1970—la agencia simplemente organizó sangrientos golpes de estado para reemplazar con juntas militares a los presidentes democráticamente elegidos quienes habían derrotado a los candidatos apoyados por la CIA en las urnas.

El año 1954 la operación de la CIA denominada PBSUCCESS derrocó al gobierno de Guatemala del presidente Jacobo Arbenz quien fue elegido el año 1950 sobre una plataforma de reforma agraria la cual mejoraría las vidas de los campesinos guatemaltecos, muchos de los cuales sufrieron de servidumbre contratada impuesta por la empresa United Fruit Company de propiedad norteamericana.

La United Fruit Company mantenía, trabajando con la CIA, plantaciones a nivel industrial a través de todo el país. La United Fruit Co. hizo lo mejor que pudo para asegurar la derrota de Jacobo Arbenz en la elección del año 1950. Cuando la táctica falló, la United Fruit Co., la CIA y el Secretario de Estado, John Foster Dulles, elaboraron un plan para derrocar a Jacobo Arbenz a través de un golpe de estado.

Guatemala se convirtió en la típica "república bananera" patrocinada por Estados Unidos.

La junta militar chilena que reemplazó al presidente socialista Salvador Allende, quien fue elegido el año 1970 a pesar de la masiva intromisión de la CIA, transformó a Chile en un banco de pruebas para el capitalismo salvaje diseñado por los "Chicago Boys" –grupo de economistas chilenos formados bajo el economista neo-conservador Milton Friedman en la Universidad de Chicago. Friedman planteó el mercado libre masivo y a ultranza, política de dejar hacer que fue impuesta por el régimen del general Augusto Pinochet el llamado "Milagro de Chile". Las políticas económicas que una investigación realizada por el Comité de Inteligencia del Senado, concluyó que habían sido diseñadas con la participación de la CIA contemplando la eliminación de las tarifas arancelarias, la rebaja de impuestos, la venta masiva de las empresas de propiedad pública, la privatización del sistema de pensiones bajo control estatal y la liberarización de la industria.

En el año 1990 la intromisión de la CIA en las elecciones de Nicaragua aseguró el triunfo de la oposición sobre el gobierno Sandinista. Este tipo de intromisión se repitió en las elecciones de Serbia el año 2000 lo cual produjo la expulsión del presidente Slobodan Milosevic. El derrocamiento de Milosevic exhibió la primera cooperación evidente en la interferencia electoral entre la CIA y los cuadros del Instituto Sociedad Abierta del magnate internacional de los fondos de cobertura, George Soros. En el año 2009 la CIA intentó derrotar al presidente de Afganistán, Hamid Karzai en su campaña por la reelección. Aunque Karzai fue reelegido, se quejó duramente por la intromisión de la CIA en la elección.

La MS-NBC constantemente presenta como colaborador experto en Rusia al ex embajador norteamericano en Moscú, Michael McPaul. No obstante, McPaul nunca menciona cómo canalizó fondos de la CIA –en total unos 6,8 millones de dólares—vía Fondo Nacional para la Democracia (NED sigla en inglés) y sus dos ramas el Instituto Internacional Republicano del Partido Republicano y el Instituto Nacional Demócrata del Partido Demócrata para dirigentes de oposición tales como Aleksei Navalny. Tampoco los medios norteamericanos mencionan que la CIA y el Departamento de Estado canalizaron unos 5 mil millones en Ucrania con el propósito de imponer un gobierno pro-norteamericano en aquel país.

McPaul fue anfitrión de reuniones de partidos de oposición en la embajada norteamericana e hizo caso omiso de las advertencias que la coalición de Navalny incluía a varios nacionalistas neo-nazis que se oponen a los emigrantes provenientes del sur de la frontera rusa. A pesar de haber sido denominado por algunos periodistas occidentales como el "Erin Brokovich Ruso" (activista ambiental norteamericana), Navalny es más bien "el David Duke Ruso". Duke es el ex dirigente del grupo racista norteamericano Ku Klux Klan.

Los archivos desclasificados de la CIA están repletos de ejemplos de intromisión por parte de la agencia en elecciones extranjeras, incluyendo elecciones estadales en la India y Alemania Occidental y elecciones provinciales en Australia, Canadá y Japón. Durante la década de los años

cincuenta la CIA brindó apoyo masivo a los demócrata-cristianos de Alemania Occidental que tenían como líder al canciller alemán Konrad Adenauer. La CIA hizo también lo mejor que pudo para suprimir el apoyo a los socialdemócratas de Alemania Occidental y al partido de extrema derecha nacionalista Partido Alemán en Berlín, Hesse y Bavaria.

En el año 1967 el Ministro de Relaciones Exteriores de la India M. C. Chagla lanzó la acusación que la CIA se "entrometió" en las elecciones de la India a través de donaciones monetarias a partidos de oposición al gobierno del Partido del Congreso Hindú. La CIA particularmente torpedeó a los partidos comunistas en los estados de Bengala Occidental y Kerala.

El ex Primer Ministro de Canadá, John Diefenbaker del Partido Conservador acusó el año 1967 que fondos de la CIA fueron utilizados en apoyo del Partido Liberal lo cual contribuyó a la derrota electoral de Diefenbaker en dos elecciones generales realizadas entre el mes de mayo de 1962 y junio de 1963. El sucesor de Diefenbaker, Primer Ministro Lester Pearson del Partido Liberal descubrió que la CIA canalizó fondos hacia la pro-liberal Unión de Estudiantes Canadienses en 1965 y 1966.

La CIA hizo todo lo posible por derrotar la reelección del gobierno del Primer Ministro David Lange del Partido Liberal de Nueva Zelandia. La CIA aportó apoyo propagandístico al Partido Nacional el cual se oponía a las políticas de Lange en torno a negar el acceso a aguas neozelandesas de navíos norteamericanos propulsados por energía nuclear y portando armamento nuclear. La CIA se aseguró que los medios pro norteamericanos en Nueva Zelandia insistieran sobre el alto desempleo del seis por ciento en Nueva Zelandia, que la deuda externa fuera la mitad del producto interno bruto y sobre el déficit en el presupuesto fiscal de mil millones de dólares. La CIA también trató de eliminar el tradicional apoyo Maorí para el Partido Liberal en la elección del 15 de agosto de 1987 cínica acción política de carácter racista para alterar los resultados de la elección.

Entre los años 1965 y 1967 se descubrió que la estación de la CIA en Brasil trabajando en combinación con la sindical AFL/CIO de Estados Unidos y su rama internacional el Instituto para el Libre Desarrollo del Trabajo (AIFLO sigla en inglés) estaban interfiriendo en las elecciones sindicales de Brasil. La oficina de San Pablo de la AIFLO que no era otra cosa que una fachada de la CIA hizo pagos en efectivo a funcionarios brasileños con el objeto de comprar elecciones en el sector petrolero brasileño. Una lista detallada de sobornos de la CIA a funcionarios brasileños fue descubierta por un sindicalista de San Pablo: Bono para José Abus por su colaboración por la cantidad de 156,25 US$ - Pago especial para el funcionario del Ministerio del Trabajo, Jorge M. Filho por la cantidad de 875,00 US$ - Viaje del Sr. Glaimbore Guimaraes, nuestro informante en Fegundes, por la cantidad de 56,25 US$ - Fotocopias de libros y documentos de la Federación del Petróleo por la cantidad de 100,00 US$ - Asistencia para Guedes y Eufrasio para derrotar a Luiz Furtado del Sindicato Suzano por la cantidad de 140.00 US$.

Con anterioridad a las elecciones presidenciales en Chile el 4 de septiembre de 1964 la izquierdista Unidad Popular de oposición descubrió que el Encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos, Joseph Jova, estaba asesorando al candidato demócrata-cristiano Eduardo Frei Montalva, quien con asistencia de la CIA derrotó a Salvador Allende.

Un memorándum de la CIA de fecha 3 de octubre de 1955 describe el apoyo de la CIA para el Partido Masjumi pro-occidental en las elecciones de Indonesia, su primera elección luego de su independencia.

El director de la CIA Allen Dulles se mostró optimista acerca de las posibilidades de una victoria del Masjumi debido al alto "porcentaje de analfabetismo" en el país. En el año 1984 en las elecciones presidenciales en El Salvador la CIA apoyó al demócrata-cristiano José Napoleón Duarte por sobre el candidato de extrema derecha Roberto d’Aubisson.

El senador norteamericano, republicano por Carolina del Norte, Jesse Helms, acusó a la CIA de "entrometerse" en las elecciones en apoyo a Duarte. Se descubrió incluso que la "tinta invisible" que se emplea en los dedos de los que ya votaron fue suministrada por la CIA.

Si Estados Unidos quiere realmente terminar con la interferencia extranjera en las elecciones, deberá ser el primero en abogar y adherirse a tal política. Tal como con el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares, la convención para la abolición del armamento biológico y químico y el tratado para prohibir el armamento en el espacio exterior. Estados Unidos debería luchar por un tratado internacional que prohíba la interferencia en las elecciones en todas sus formas –el uso de ataques cibernéticos, la propaganda, la manipulación de los medios de comunicación de masas y el financiamiento de partidos políticos extranjeros. Sin ese compromiso, las protestas de Estados Unidos acerca de la intromisión en las elecciones continuarán siendo un caso de "haga como lo digo y no como lo hago".

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Wayne Madsen

Escritor. Especializado en Asuntos Internacionales


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