¿Por qué y para qué la lucha actual de los venezolanos? (I)

¡Lo que perderíamos, lo que ganaríamos!

I. Argentina. No sólo basta con mirarnos en el espejo de la Argentina de Mauricio Macri, donde han perdido sus empleos más de 150.000 trabajadores argentinos en menos de seis meses, sino la pérdida de los niveles de bienestar alcanzados por las clases medias y populares durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Durante este corto período, se ha elevado el costo de la vida –y no ha sido por la conspiración cartelizada de las corporaciones mediática y el boicot de los empresarios- sino por el incremento de las tarifas de los servicios públicos, de la liberación de los precios de los productos de primera necesidad, por la pérdida del valor adquisitivo del signo monetario a consecuencia de la maxidevaluación, del cerco mediático a los sectores progresistas, de la entrega abierta de las actividades económicas a la oligarquía empresarial urbana y rural. Como colofón, el gobierno argentino ha dispuesto "bajarse los pantalones" ante los fondos buitres, lucha que ya había sido ganada por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

II. Brasil. El inicio de la tragedia brasileña se avizora, comienza a palparse con el sólo hecho del arribo a Planalto, el palacio presidencial, de los nuevos 23 ministros del gabinete de Michel Temer, siete de los cuales están procesados o investigados por delitos de corrupción, mientras que 12 recibieron donaciones de empresas vinculadas con el escándalo de lavado de dinero de la estatal Petrobras. Desde los diputados y senadores que votaron a favor del juicio político contra Dilma Rousseff hasta el nuevo Gobierno, todos están acusados o son sospechosos de haber cometido algún ilícito. Hasta el propio Temer tiene presentado un pedido de impeachment ante el Congreso que, por supuesto, no ha avanzado. Pero, ¿qué le espera a las clases media y popular de Brasil tras el impeachment? Un estudio de Telesur informa:

- Privatización. La nueva agenda de Temer, incluye aumentar la participación extranjera en los recursos energéticos de Brasil, algo que, según él, "comenzará flexibilizando la legislación sobre el modelo productivo del presal".

"El Gobierno no puede sobrellevar todas las demandas de un pueblo, se necesita la inversión privada y eso es lo que yo haré", aseguró Temer.

Temer, con el nombramiento de Henrique Meirelles como nuevo ministro de Finanzas, "buscará contentar a los mercados financieros internacionales aportando un punto de "seriedad y ortodoxia" a la política económica de un Gobierno ilegítimo e impopular", indicó el profesor de Economía de la Universidad de Campinas, Guilherme Mello.

Temer manifestó su "convicción de que es preciso "rescatar la imagen y credibilidad" de Brasil en el concierto interno e internacional", a fin de que "los empresarios y los trabajadores se entusiasmen y se retome la seguridad de las inversiones". Sin embargo, Mello explicó que "las primeras medidas se centrarán en reducir considerablemente el gasto social y eliminar los derechos de los trabajadores para beneficiar al sector empresarial".

Y, ¿Qué sigue tras el juicio político de Dilma Rousseff?

- La Reforma del sistema de jubilaciones

Temer, durante una ceremonia privada celebrada en la sede del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ratificó su apoyo a una reforma del sistema de jubilaciones. El argumento del político brasileño para aplicar la medida es "reducir la enorme carga de deuda del Estado y recuperar la confianza de los inversores", según dijo uno de sus principales asesores.

El déficit fiscal primario, antes del pago de los intereses de la deuda, fue equivalente al 2,28 % del producto interior bruto (PIB) en los últimos doce meses cerrados en marzo, el peor dato desde que se comenzaron a elaborar estadísticas en 1997.

Teniendo en cuenta el pago de los intereses, el déficit fiscal escala al 9,73 % del PIB en los últimos doce meses y la deuda pública se sitúa en el 38,9 % del PIB, según los datos oficiales más recientes.

Meirelles prometió que se dará "prisa", pero aseguró que solo anunciará sus propuestas cuando haya garantías de que se puedan implementar, para evitar los vaivenes que se produjeron los dos últimos años, cuando la guerra abierta entre Rousseff y el Congreso impidió aplicar el plan de austeridad que se proponía la mandataria.

El ministro de Hacienda fue optimista, aseguró que el Congreso está "preparado para oír una evaluación realista" y tomar las medidas necesarias con las que, según él, se podrá salir "rápido" de la crisis y retomar el crecimiento.

No obstante, el nuevo ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, no dudó en calificar la situación actual como "la peor crisis de la historia" de Brasil, una situación "de emergencia".

--- Recorte de los empleos públicos ---

La primera medida anunciada fue la eliminación de un número significativo de empleos públicos hasta el pasado 31 de diciembre, lo que significó el despido del 25 % de la plantilla de cada ministerio.

El objetivo de la propuesta fue cortar gastos y mejorar la eficacia del Estado, dos de las prioridades que se fijó Michel Temer en el discurso que pronunció al asumir la Presidencia.

La primera parte de la reestructuración se inició con la decisión de Temer de reducir el número de ministerios desde 31 hasta 23.

Meirelles, aunque se negó a entrar en detalles, admitió que baraja establecer un techo para el gasto público y no descartó la posibilidad de crear nuevos impuestos, aunque aseguró que serían "temporales" mientras se corrige el problema del déficit.

En un futuro, el propósito del Gobierno es bajar los impuestos para incentivar el crecimiento de la economía, que actualmente atraviesa la recesión más profunda en siete décadas.(Olvida que en 1993 la inflación alcanzó 2.377%).

La economía de Brasil se hundió un 3,8 % el año pasado y, según diversas proyecciones, la caída del PIB puede ser similar este año y rondar una caída del 3,5 %.

A largo plazo el Gobierno también se propone acometer una reforma del sistema de seguridad social, algo que Meirelles consideró una "necesidad evidente".

En Brasil no hay una edad mínima de jubilación y, según cálculos oficiales, el gasto con pensiones puede duplicarse y llegar al 24 % del PIB en 2040 si no se acomete una reforma.

Las anteriores son tan sólo algunas de las "tímidas" medidas que el neoliberal Temer prevé para castigar al pueblo brasileño por haber apoyado a presidentes progresistas.

III. Venezuela. Una señal de lo que sucedería lo vivimos durante las primeras de las 48 horas del mandato espúreo del sátrapa Carmona Estanga. Liquidarían, progresivamente, de volver al poder, los programas de seguridad social, las pensiones retrocederían abruptamente con el pretexto de recobrar el equilibrio fiscal, se retrocedería en los servicios gratuitos de la salud y la educación pública se privatizaría en gran medida, se cancelarían las Misiones, se privatizarían y con seguridad se liberarían la CANTV y Corpoelec, así como las tarifas del transporte público. En el ámbito de la seguridad ciudadana, se volvería a la represión sangrienta de las movilizaciones sociales con la ballena y el rinoceronte, con la peinilla, la tortura sistemática, los desaparecidos, persecución indiscriminada de los políticos con acusaciones, pruebas y juicios sumariales amañados, con el asalto al erario público como un festín de Baltazar al mejor estilo de los gobiernos de Lusinchi y Carlos Andrés Pérez II. Y qué decir de lo político. Arremeterían contra el Tribunal Supremo de Justicia, La Fiscalía General de la República, la Contraloría General, la Procuraduría, El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial tendrían aceptación preferencial, mientras que las Inversiones Extranjeras Directas volverían a copar los espacios financieros, industriales comerciales en el país. Y en fin, retrocederíamos 18 años en materia laboral, tendríamos que olvidarnos de los aumentos periódicos de los salarios, y la pobreza, la miseria, la deserción escolar, la indigencia y abandono a las puertas de los hospitales sería el pan de todos los días. Además, volveríamos a los tiempos del silencio cómplice de las corporaciones mediáticas nacionales e internacionales, que nada negativo informarían sobre los aconteceres diarios de Venezuela.

IV. América Latina y el Caribe. Los Tratados de Integración Regional suscritos por la República, como la ALBA-TCP, Petrocaribe y los Acuerdos de relaciones comerciales y financiero serían liquidados. La política de solidaridad internacional con los pueblos más pobres del Caribe serían anulados. La Integración Suramericana, en la tanto se ha avanzado consolidando la región como un bloque comercial y político de gran fuerza, sería torpedeada, mientras que Unasur y la Celac, gran conquista de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, serían heridos de muerte.

V. Lo positivo. Las experiencias que hemos vivido los pueblos de América Latina y el Caribe a partir del 2 de febrero de 1999 cuando accedió a la Presidencia de Venezuela el Comandante Hugo Chávez, seguido por Néstor Kirchner en Argentina, Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Tabaré Vásquez y "Pepe" Mujica en Uruguay, Fernando Lugo en Paraguay, Daniel Ortega en Nicaragua, la ya madura y consolidada revolución cubana con Fidel Castro desde el 1° de enero de 1959, y otros en Centroamérica, transformaron, no tan sólo el mapa político, sino también el cuadro dramáticamente humano que vivía el subcontinente, como una de las más deprimidas y desiguales del planeta. Estos pueblos han vivido y experimentado lo que son democracias sociales y por ende profundamente humanistas de lo que significa la inclusión social. Eso no se olvida. Entra en la conciencia más retraída. Y, por supuesto, en la de los humildes, de los pobres, de los desposeídos, de los hambrientos, de los secularmente no incluidos. Una revolución más radical, más profunda, más contundente, en fin, más profundamente democrática, será la respuesta a esta arremetida de la derecha internacional, de las oligarquías más retrógradas y virulentas del continente.



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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