La marcha de la hipocresía

Mientras el mundo tiene puestos los ojos en Francia y en la "marcha de los hipócritas" –me refiero a la foto del recuerdo que se tomaron líderes políticos en un remedo de marcha en las calles de París, en completa soledad, alejados del pueblo que se manifestaba de verdad- han muerto 35 niños y ancianos refugiados de Siria en Turquía, Líbano y Jordania debido a las temperaturas gélidas. Pero esto no es noticia. Esas vidas son insignificantes. -Como también lo son las vidas de los caricaturistas de Charlie Hebdo, pero fue una excelente plataforma el atentado extremista para que líderes políticos terroristas salieran a expeler boñiga-. Estos líderes políticos capitalistas jamás se manifestarán por ellos. Todo lo que tenga que ver con Siria solo corresponde a las personas que tienen conciencia de verdad. Ahí los religiosos radicales se quedan fuera, entran solo los religiosos revolucionarios, rechazados y consecuentes. Pocos. Lo demás es inmundicia.

Mientras los intelectuales y periodistas del mundo están en guerra de ideologías y credos, desmenuzando las causas del ataque contra la revista francesa Charlie Hebdo, en México, el ejército reprime a los padres de los 43 alumnos normalistas desaparecidos y los medios de comunicación oficiales lo anuncian en portada de ésta manera: "normalistas agreden al ejército en Iguala."

Mientras que la libertad de expresión es un estira y encoge entre majaderos que señalan a los caricaturistas de Charlie Hebdo y los responsabilizan de haber provocado su propia muerte, en España amanecen muertos en los basureros varios indigentes de la tercera edad debido a las gélidas temperaturas, los medios de comunicación no se percatan porque esa no es noticia. En Guatemala periodistas que nunca se pronuncian cuando el gobierno de militares de derecha extrema, reprime a otros periodistas, resulta que sienten en el alma lo que les sucedió a los caricaturistas de Charlie Hebdo. ¡Alabado sea el Señor de las hipocresías y del oportunismo! Curioso también que quienes aprueban el atentado contra Charlie Hebdo en su mayoría sean personas de derecha extrema por lo tanto religiosos radicales.

Jamás se vería una "marcha de los hipócritas" exigiendo el rescate por las más de 275 niñas secuestradas en Nigeria. Tampoco para exigir la eliminación de la ablación de clítoris en tantos países del mundo. Ésta práctica atenta contra los Derechos Humanos de las niñas y sus propias vidas. ¿A quién le importa eso? Solo son niñas, solo son mujeres… ¿Cuántos de estos líderes se manifiestan contra los matrimonios infantiles en los que obligan a niñas a casarse con hombres que les triplican la edad? Esa frase tan conocida, "mejor casada que violada" es una bofetada a los Derechos Humanos.

Una marcha así de la hipocresía de líderes políticos por los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, México. Cuántos de estos políticos de países "desarrollados" han movilizado a doctores para que asistan la emergencia de ébola en África, ¿cuántos? ¿Aló Cuba? ¡Siempre Cuba! ¿Cuántos de estos países otorgan becas a estudiantes palestinos. ¿Aló Venezuela? ¡Siempre la Venezuela Bolivariana!

¿Cuántos de estos países dan refugio al pueblo Sirio? ¿Aló Uruguay? El Uruguay de Mujica.

Mientras que lo acontecido en Francia es un hervidero de oportunismo que sirve para desviar la atención de las masas, de lo que en realidad sucede, el capitalismo nuevamente ha matado a Fidel Castro y propagó la noticia como pólvora. Pero ni la propia muerte –quirina que andando se orina- puede contra él, mucho menos unos escuálidos capitalistas.

Mientras tanto…, Israel sigue atacando Gaza. Y calladitos todos porque calladitos se miran más bonitos. Mientras tanto…, Obama –con sus once ovejas- califica de ilegal la intención de Palestina de sumarse a la Corte Penal Internacional. Claro, le tiemblan los tibios y sigue apoyando firmemente a Israel.

Y como siempre desde los tiempos de Chávez, los zarpazos capitalistas no dejan respirar a Venezuela. Cualquier distractor internacional es bueno para lanzarse con todo contra la Revolución. Ahora con el sabotaje de alimentos, ese boicot que propician los de derecha extrema porque están en contra de todo avance de su propia patria. Están desapareciendo toneladas de alimentos y de artículos de primera necesidad para crear un desabastecimiento y que ponga a Venezuela en crisis para que su propio pueblo se vuelque contra sus líderes revolucionarios. ¿Qué tanto le pesará la Revolución Bolivariana a Estados Unidos? Que teme que se convierta en una Cuba o en un Rusia y sea inquebrantable. Tanto como le pesa Palestina a Israel.

¿Cuándo veremos una marcha de la hipocresía manifestarse por la libertad total de Venezuela? ¿Por la de Cuba? ¿Por la de Palestina? ¿Cuántos de estos terroristas de verdad harán una marcha para exigir el fin del bloqueo económico a Cuba?

Nunca. Porque ellos son los radicales que le temen a los pueblos en desarrollo.

En Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre se ha propagado como virus la islamofobia, pero eso no es nada comparado con el odio que se le tiene a Cuba y Venezuela. Solo hay que ver los noticieros y los ataques constantes que hacen los medios de comunicación y el empeño que ponen los periodistas escuálidos en repetir como disco rayado la misma canción a manera que las masas la aprendan y borren de sus cerebros todo pensamiento crítico y ante todo propio. Arrancar de tajo toda conciencia, toda humanidad y todo principio es la primera misión de Estados Unidos. Ya con la mente en blanco ellos se encargan de hacer que las multitudes memoricen América la hermosa…

Por cierto, me preguntaba así por pura curiosidad, ¿cómo se vería la marcha de la hipocresía apoyando el juicio contra el genocida Ríos Montt, y gritándole al mundo que sí hubo genocidio en Guatemala? Digo, de la misma forma en que estos expelentes de boñiga apoyaron el ataque de Estados Unidos a Irak y "el juicio" que le quitó la vida a Saddam Hussein.

 

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Ilka Oliva Corado

Escritora y poetisa guatemalteca. Se graduó de maestra de Educación Física para luego dedicarse al arbitraje profesional de fútbol. Hizo estudios de Psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora-Arizona.
Es autora de doce libros: Historia de una indocumentada. Travesía en el desierto de Sonora-Arizona; Post Frontera; Poemario de luz de faro; En la melodía de un fonema; Niña de arrabal; Destierro; Nostalgia; Agosto; Ocre y desarraigo; Relatos; Crónicas de una inquilina y Transgredidas, publicados en Ilka Editorial.
Una nube pasajera que bajó a su ladera la bautizó como “inmigrante indocumentada con maestría en discriminación y racismo”.
Sitio web: https://cronicasdeunainquilina.com/

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