Los vigilantes armados o auto defensas campesinas aparecieron por primera vez en el estado de Guerrero hace algo menos de dos años extendiéndose a Michoacán, rico sector agrícola en donde se organizaron las comunidades obligando a los narcotraficantes a buscar refugio en las montañas.

En Michoacán se proyecta un escenario de conflicto mucho más amplio; pistoleros del cartel conocido como los Caballeros Templarios dinamitaron torres eléctricas dejando sin energía a más de medio millón de michoacanos por dos días, el atentado se produjo después que cientos de policías comunitarios protestaron en la capital regional de Apatzingán, por siempre bastión de los templarios, se inició un tiroteo que dejo algunos heridos el 18 de octubre un día después en el que hubo tres muertos y varios heridos.

Ese día sábado 400 vigilantes de las autodefensas de los municipios Buena Vista y Tepalcatepec se tomaron Tancitaro para reforzar a sus habitantes que se tomó el pueblo tras un tiroteo con personas de los carteles después de desarmar a la policía y expulsar al alcalde acusándolos de ser cómplices del narcotráfico.

Por años Michoacán, es el escenario de sangrientas batallas entre los carteles Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana y los Caballeros Templarios, no solo por territorio sino por las extorsiones, secuestros y robos, situaciones que sirven para su financiamiento.

Hace algo más de un año el pueblo unido y ante la corrupción de sus autoridades y la inacción del gobierno federal, los michoacanos y algunos estados del sur se reunieron para formar grupos armados que se hacen conocer como las autodefensas.

Estos vigilantes ya no están armados con viejas escopetas ya se los ve con fusiles, carabinas, ametralladoras lo que evidentemente les da más poder. Michoacán es un reto fuerte para el gobierno enclaustrado todo este año en realizar cambios en la economía con propuestas de privatización para el petróleo, energía, comunicaciones y otras tratando de aliviar la vapuleada finanzas; en el aspecto social la guerra contra los carteles no solo ha dejado más de 70.000 muertos sino una situación de violencia extrema en todos los niveles.

Según medios de comunicación en lo que va del año hay 12.000 muertes ligados a los carteles de la droga y lo más lamentable de todo esto es, que hay territorios en México en donde el gobierno no ejerce presencia, no fue suficiente que hace poco la marina, el ejército y la policía federal se hayan tomado el Puerto Lázaro Cárdenas en el Pacifico, vía de salida de las drogas y de entrada de los químicos que llegan de China para las drogas sintéticas, por años el puerto fue controlado por los Caballeros templarios.

En Michoacán, por décadas el cultivo de la marihuana fue toda una tradición, de ahí saltaron a la cocaína y a las anfetaminas, la capital regional Apatzingán es el bastión de los Templarios y antes de ellos de otros carteles como la Familia Michoacana, en la ciudad todos reconocen que los Templarios controlan absolutamente todas las actividades, ahora temen que las autodefensas sean controladas por los Jalisco Nueva Generación, cartel del estado vecino, los vigilantes aseguran que esto no es cierto.

Lo cierto es, que los carteles intentan recuperar el territorio perdido haciendo la vida imposible a los municipios vigilados por las auto defensas deteniendo los productos que se dirigen a los mercados y la gasolina.
Tiempo atrás el Obispo de Michoacán escribió una carta que se hizo pública causando revuelo nacional por ser la tierra del inepto de Felipe Calderón; en la carta el Obispo decía “Michoacán es un estado fallido en donde los carteles luchan por territorio y las familias tienen que escapar por la plaga de secuestros, asesinatos y extorsiones, los gobiernos locales y la policía o están intimidados o son parte de las organizaciones criminales”.
“Debe estar totalmente claro que no pertenecemos a ningún grupo criminal, no extorsionamos a la gente, protegemos nuestros pueblos” aclaran las autodefensas.