La Muerte de Chávez y la Liberación Dominicana

La amenaza de Chávez para la Dominicana trascendía nuestra dependencia energética con ese hermano país suramericano, más bien había un profundo temor al hombre que era capaz de conectarse con el dolor de los pueblos y sus anhelos de liberación del yugo oligarca al servicio de los intereses de la plutocracia mundial. Incluso iba más lejos, se sabía comprometer con hechos en la construcción de procesos de cambios en toda la región. Las fuerzas más conservadoras de la sociedad dominicana le tenían pavor, miedo, terror, y vivían muy actualizadas del desarrollo de su obra revolucionaria en todo el continente.

Y no era para menos, con su brazo libertario ejemplarizante ya se habían parido otros procesos semejantes en la región, tales son los casos de Brasil con Lula, de Bolivia con Evo, de Ecuador con Correa, sus alianzas con la pareja presidencial Kirchner, el triunfo electoral del sacerdote Fernando Lugo en Paraguay, la elevación a la primera magistratura del Estado de Pepe Mujica, el triunfo de Ollanta Humala en el Perú, y otros tantos fenómenos en gestación que avanzaban con fuerzas por toda nuestra América orientados a conquistar la utopía de la justicia y la igualdad de nuestros sufrientes pueblos.

Las elites gobernantes en Dominicana no podían hacerse de la vista gorda del poderoso influjo del Chavismo, ante la pérdida de credibilidad de los partidos del sistema y la profundización de la crisis del modelo pseudocapitalista feudal del sistema actual, sabían que era una bomba de tiempo, que las condiciones estaban dadas para fraguar un movimiento de cambios que por supuesto aprovecharía la ola cada vez más creciente y emancipadora que se movía en nuestro entorno internacional.

Desarrollaron todo tipo de estrategias para confundir al pueblo en torno a Chávez y evitar su incorporación en el proceso de liberación de nuestro pueblo, una de ellas fue puesta en marcha por el anterior presidente Leonel Fernández, personaje camaleónico capaz de hechizar y encantar con su verborrea, sus constantes maniqueísmos, sabiéndose mover en dos terrenos antagónicos y adoptando posturas cónsonas con el escenario maliciosamente destinado a hechizar.

Y sí que ganaron tiempo estas elites corruptas con el mejor defensor de sus intereses que logró capitalizar el efecto Chávez para sus mal sana gestión entreguista conservadora elitista. A esto agréguenle, la caballería de inteligencia que lanzaron para neutralizar cualquier contacto del Chavismo con grupos emergentes, considerado de alto peligro para los intereses de este sistema corrupto. Figuras de todos los órdenes camuflados de progresismo supieron ejercer su rol.

Pero eso también tuvo su caducidad, y la CIA lo sabía, que solo con el uso inteligente de estas estrategias no iban a parar el poderoso efecto del fenómeno Chávez en el Continente. Y ya ven lo que pasó, Chávez anunciado enfermo, luego de más de una año de lucha contra el cáncer, falleció. El actual Presidente Maduro, ha afirmado en muchas ocasiones que Él está convencido que a Chávez le inocularon esa enfermedad. Y yo así lo corroboro, a Chávez lo asesinaron.

Perdimos un gran aliado los pueblos que en El siempre vimos una esperanza de redención, pero que sepan estas elites, que la transformación en nuestra nación ya está en marcha, su ritmo acelerado e indetenible terminara por conquistar los sueños de justicia y verdad para nuestro pueblo. Ya este proceso es infalible, porque quien lo rige es el primer fundamento de nuestra Patria, DIOS. ¡Hasta la victoria siempre!

pazdominicana3@hotmail.com


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Rafael Guillén Beltre


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