Un refrán dice que la política comienza donde termina la violencia. Arrancar el poco poder que queda en el mundo con la amenaza de la fuerza nuclear porque la estrategia convencional y diplomática no les dio resultado significa que la historia solo puede ser historia de la política nuclear a partir de la geo estrategia que de sentido a la política universal empujando o frenando a voluntad el progreso regional, son imposiciones inclinadas de la naturaleza del imperio al empleo de la masacre masiva.
¿Qué historia estamos a punto de vivir cuando Ahmadinejad y Chávez son considerados obstáculos importantes para escribir la nueva historia como para practicarla? La respuesta no debe estar en asesinar a Chávez y Ahmadinejad como lo hicieron con Gadafi, lección inmediata para los tiempos que están por venir para que el siglo XXI cobre al siglo XX lo que le falta al imperialismo para dar sentido a la ideología universal que busca EEUU.
Estados Unidos sabe que las bombas nucleares en Nagasaki e Hiroshima, represento la solución final para humillar al vencido obligándolo a rendirse. El nuevo orden mundial que impulsa EEUU y Europa, es una especie de solución final como el de la Alemania nazi al pueblo judío, algo perecido se intenta hacer con los seguidores del islamismo radical y con el revolucionario bolivariano, incomprensible e impredecible proyecto de espanto mortal por la talla del enemigo que se quiere destruir superior a Irak, Libia, Afganistán y Siria, juntos Irán es superior, es un temible adversario listo para no repetir los errores de sus colegas musulmanes.
EEUU sabe también que su crimen y culpa se le vino encima por el fracaso político desde la segunda guerra mundial afecta la economía y el sistema global que se buscaba, historia gravitacional cuyo destino es la devastación producto de la esencia maligna influyo en la maldad moral que hace gala la política exterior de Washington, en este contexto el crimen y la culpa desbordo a la sociedad estadounidense carente de un referente humano para equilibrar la indignación global por la situación social que afecta a la humanidad por ellos provocada.
La crisis económica es apenas un referente de una tendencia histórica degenerativa de larga duración dirigida a destruir toda opción de desarrollo de cualquier nación que afecte la seguridad nacional de EEUU o la de sus satélites. En nombre de la libertad y la democracia, demagogia importada, mentirosa, vanidosa que, en una serie de episodios de una dimensión de culpabilidad agobiante EEUU ya no puede sostener excepto usando la energía nuclear en armas, estrategia para justificar la política y la moral de una ilusión nefasta como la del judaísmo.
La culpabilidad histórica de EEUU como imperio lo impulsa a ejecutar el proyecto nuclear acompañado de una fuerte dosis publicitaria de justificación, se infiltra en la explicación del proyecto fascista, molesto y falso a la vez, sugiere la contaminación radiactiva de grandes regiones del mundo para ellos controlar con su tecnología.
Proyecto nuclear justificado ya políticamente y moralmente para limpiar a la tierra del terrorismo empezando con Irán, Corea del Norte terminando en Venezuela, respuesta a una petición “legalizada” de la comunidad internacional en su función de árbitro de la civilización, situación que coloca a los estadounidenses como lo que son, enemigos de la humanidad.
Es nauseabundo saber que la suposición de los políticos dominantes del G7 determinada a partir de la crisis del 2008 con su exaltada verborrea, rodeados de gente del pentágono y de la OTAN, criminales patológicos, hagan suponer que Obama, Sarkozy, Merkel, Cameron, solo con el aspecto económico puedan superar la crisis porque no será así, estos gánsteres rodeados de toda una gama de organizaciones crediticias FMI, BM, FED, Wall Street, BCE, cómplices culpables requieren de la maquinaria bélica para darle forma al ideal capitalista del siglo XXI, embrujo universal nuclear es la más poderosa realidad ideológica de la extrema derecha por el dominio mundial.
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