Libia asesinada

Un olor a podredumbre recorre Europa y los Estados Unidos. La sentina de toda la hipocresía empozada. La pestilencia de las morgues. La herrumbre del cinismo más corrosivo. Las costras de las llagas infectadas. La fetidez de las moscas. El pus de los gusanos. La gangrena de los roedores. La sonrisa estancada y yerta. La declaración almidonada y mecánica. Los rostros perfectos de cera. El lixiviado maloliente de la basura en descomposición. Los orines. Los excrementos. La Europa de la cultura. Los Estados Unidos de la tecnología. El progreso. La civilización…

Contraste. Obama se siente “orgulloso” de la operación internacional en Libia. El Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, pide “dejar las armas en paz”. Sarkozy señala que los libios “nos tienen que decir si aún nos necesitan”. Angela Merkel habla de un “nuevo comienzo pacífico” en el país. David Cameron expresa que es una oportunidad para “construir un futuro fuerte y democrático”. Berlusconi celebra que “la guerra ha terminado”.

Contraste. Cientos de miles de misiles. Bombardeo indiscriminado. Cadáveres henchidos. Cuerpos humanos tiesos. Caballos inflados. Perros abultados. Morados. Putrefacción. Cal blanca. Lagunas de sangre. Riachuelos de sangre. Desolación. Destrucción. Edificios derruidos. Escombros. Piedras. Ruinas. Llanto. Desesperación. Impotencia. Duelo. Urnas. Sepulturas. Amputaciones. Camillas. Vendas. Suero. Gritos. La Europa de la democracia. Los Estados Unidos de la libertad. El progreso. La civilización…

Contraste. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas pide conformar una comisión internacional de investigación sobre las circunstancias de la muerte de Muamar Kadafi. Exige respetar los derechos humanos. Uno se pregunta: ¿hasta dónde puede llegar el cinismo y la hipocresía? Después de haber lanzado innumerables bombas sobre el territorio libio, causado innumerables muertes de civiles, hombres y mujeres, niños y niñas, ancianos y ancianas, los países miembros de la OTAN se preocupan por determinar si la muerte de Kadafi fue una ejecución y si se violaron los postulados de la Convención de Ginebra que establecen las reglas de conducta, en conflictos armados, con los prisioneros de guerra. Es decir, después de haber humillado, asesinado o torturado, física o sicológicamente, a millones de libios, el mundo según la OTAN o la ONU, debería preocuparse por determinar si esa muerte fue ajustada al derecho internacional o si se trata de un crimen de guerra. ¿Qué pensaran los “indignados” de Europa y de los Estados Unidos? ¿Quiénes deberían ser llevados ante la justicia? ¿Los asesinos de Kadafi o los asesinos de Libia?


Clase Media Revolucionaria
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Reinaldo Quijada


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