Congreso títere

Títere, corrompido y pieza de clave de una dictadura institucionalizada, potenciada después de la contrarreforma constitucional.

Es un órgano subordinado a Leonel Fernández y al “todopoderoso” comité político del PLD, con una “oposición” interna (PRDD) de la misma calaña, carente hoy de representación suficiente para “aplanar” y “poder de Estado” para imponerse. Antes lo hizo: recordemos lo acontecido a raíz de la imposición de la re-postulación de Hipólito.

Casi todos sus integrantes forman parte de la partidocracia corrompida. Unos mas que otros; y los/as que no, pertenecen a una “casta” colmada de privilegios.

La mayoría oficial plegada al despacho presidencial, está presta a aprobar  leyes y contratos sin leerlos, e inclinada a violar su Constitución y sus leyes (como acaba de pasar con la del 5 por ciento para la UASD, el 4%para la educación y el 10%por para las alcaldías).

La fuerza opositora está dispuesta a hacer lo mismo si se lo ordenan sus “jefes” políticos.

Y, claro está, existe una  ultra-minoría no tan sumisa, procedente de ambas facciones y sáteites, que cuando la ola popular sube, respalda ciertas causas buenas y guarda distancia frente a la podredumbre extrema. La excepción de la regla: el “adorno” dentro de la dictadura institucionalizada.

Mas allá de los enormes privilegios,  de los sueldos de lujo, dietas escandalosas, exoneraciones, regalías, préstamos, fundaciones, “barrilitos”… que todos(as) comparten y disfrutan  –igual que la adición dolosa de dos años al periodo constitucional normal-  existe la podredumbre casi generalizada: los maletines del soborno, ventas del voto, tráfico de influencia, asociación con malhechores civiles y militares, incluida con la narco-corrupción.

Entonces, es válida la pregunta: ¿debemos seguir proponiéndole a ese órgano viciado que apruebe cosas buenas que de antemano sabemos no va a asumir?

Eso está bien para ponerlo en evidencia, pero ya una gran parte de la sociedad percibe que esa institución es un antro de corrupción, y que por tanto merece ser declarada inservible y proceder a su disolución, retomando la demanda de la Constituyente Popular destinada a refundar el Estado y a construir nueva democracia.

Re-fundarlo en su totalidad, porque las demás instituciones (sistema judicial, electoral, poder ejecutivo, FF-AA-PN-DNCD-DNI…) son igualmente inservibles desde el punto de vista de los intereses de la nación y del pueblo.

narcisoisaconde@gmail.com



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Narciso Isa Conde


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