Jaque Mate

¿Cómo actuar ante un ataque armado?

Mucho se ha opinado en el concierto internacional sobre los acontecimientos en Libia. Se habla de masacre a un pueblo y de violaciones de derechos humanos por parte del gobierno que dirige el Coronel Muammar al Gaddafi. Lo más incoherente es que hasta ahora no exista ni una sola prueba video-gráfica que sustente tales señalamientos pero encontramos sí afirmaciones vehementes de parte de los voceros de las grandes naciones… ésos que se abrogan el título de gendarmes del planeta y que pretenden generar miseria a nombre de la libertad, aupados siempre por el apoyo bastardo de sus fieles vasallos.

Ciertamente ha habido violencia en el país norafricano pero ante esta verdad germina otra descomunal:

¿cómo debe actuar un gobierno ante el ataque de una “oposición” fuertemente armada? Vemos rebeldes que han tomado, saqueado e incendiado sedes de gobierno, que han arremetido con armas de alta potencia contra las fuerzas militares pues controlan fuego de artillería inclusive. Estos grupos armados dominan buena parte del territorio de Libia. Todo indica que la rebelión está sustentada sobre el apoyo de fuerzas imperiales que no persiguen otro objetivo que hacerse del preciado petróleo que posee en reservas ese país.

La respuesta a mi interrogante entonces parece obvia pues mal puede un gobierno permanecer inerte ante el intento velado de fuerzas tanto internas como externas de socavar el estado de derecho para materializar su derrocamiento. La contra ofensiva no puede ser débil o dubitativa, debe ser contundente, más aún cuando persisten importantes manifestaciones de apoyo de una parte significativa del pueblo libio hacia su comandante en jefe.

Ante una situación de hecho como la que allí se suscita no queda otra alternativa que salir a la defensa de la integridad territorial y la salvaguarda de la soberanía pues no se trata de una protesta clásica ni de manifestantes pacíficos o del clamor popular de un pueblo que exige transformaciones efectivas hacia el sistema de gobierno, es claramente un levantamiento cívico-militar que persigue desmontar la estructura actual del Estado para dar paso a un modelo complaciente con los intereses transnacionales que no se benefician de la torta energética que provee el país árabe. Ante esta verdad el gobierno debe actuar de forma categórica con el fin de reducir el ataque violento en contra del marco jurídico que busca dividir a la nación, lo cual ocasiona que se me generen más interrogantes:

¿cómo reaccionaría el ejemplo de democracia mundial (léase EEUU) ante una situación similar?

 fiodaracosta@gmail.com

@fiodar



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