El ALBA es su salvación

La antigua Isla La Española está actualmente ocupada por el Oeste con la República de Haití, en una tercera parte y al Este la República Dominicana. Haití tiene una superficie de 27.500 de Kms 2 y una población total de unos 10.0000.000 habitantes, es un país en el mar caribe; su capital es Puerto Príncipe. Haití está ocupado desde el 2.004 por fuerzas militares de la ONU a la que llaman Misión de Estabilización, el 80% de su población vive bajo el umbral de pobreza y dos tercios de ella es dependiente de un sector de la agricultura y pesca, tradicionalmente organizado en pequeñas explotaciones de subsistencia fragilizadas por la carencia y empobrecimiento del suelo disponible. La sobreexplotación forestal ha llevado a Haití del 60% en 1.923 a menos del 2% en 2.006, quedando susceptibles a grandes tormentas tropicales como las que sucedieron a lo largo de 2.008 y que afectaron las escasas infraestructuras de comunicaciones, sectores industriales y de servicios. La industria más importante es la del textil que representa más del 75% del volumen de exportaciones. Para el mundo colonizador es muy emblemático hacer referencia que fue Haití el primer país latinoamericano que proclamó su independencia el primero de enero de 1.804 y realmente esto fue lo que le trajo tan permanentes y graves problemas económicos y sociales.

Los habitantes de Haití son en un 95% de origen africano y todavía en la mayor parte del mundo se consideran sometidos al sistema de esclavitud más espantoso, y por lo cual hay que reconocer la valentía de ese pueblo que a pesar de tan horrible situación de vida tuvo el coraje de enfrentarse al Imperio francés y obtener su libertad. Este fue el primer caso en la historia universal que un pueblo esclavo se rebela y obtiene su emancipación lo que hizo que la explotación esclavista no fuera perdurable en el tiempo y el mundo entero; por lo que Haití sentó un precedente definitivo para la supresión del comercio ultramarino de personas. La Española, desde 1.492 pasó a formar parte del Imperio español, antes de la llegada de los españoles estaba habitada por las etnias arawak, caribes y taínos, su población estimada entonces era de unos 300.000 personas. En 1697 España cede a Haití a Francia y es ocupada por Francia bajo un férreo y cruel sistema esclavista, su población esclava llegó a ser de 400.000 y apenas 12.000 personas libres, blancos y mulatos. En 1803, Jean Jacques Dessalines vence definitivamente a las tropas francesas en la batalla de Vertierres y en 1804 Haití declara su independencia. Años después, al conocerse en 1.821 que los habitantes nativos de la parte oriental de la isla La Española (República Dominicana) estaban en rebeldía contra el dominio colonial español, las tropas haitianas entraron a ese país en 1822 a luchar contra el Imperio Español hasta lograr su total vencimiento, las tropas haitianas permanecen allí por algunos años resguardando aquella victoria; hasta que la República Dominicana viera consolidada definitivamente su independencia.

La República de Haití hasta la primera mitad del siglo XIX fue una nación notable, hasta que poco a poco fue aislada, bloqueada prácticamente, para evitar que sus vecinos y otros países pudieran comerciar con ella so pena de exponerse a sufrir penosos ataques de los europeos enojados con Haití por ser la nación que enseñó a los demás países Latinoamericanos a manifestar su rebeldía e independizarse para dejar de ser colonia de nadie. Es así como Haití fue cayendo en la miseria más espantosa, ya que su pequeña superficie de tierra no producía para obtener los suficientes ingresos para suplir todas las necesidades de su pueblo, y para ñapa, en 1.915 Estados Unidos invade a Haití y ejerce sobre ella un despiadado control hasta 1934 y con estos 19 años de dominación gringa Haití se termina de hundir en la miseria, y aunque el pueblo de Haití es de carácter rebelde, no se amilana ante nadie, no pudo quitarse de encima el yugo que todavía la oprime, principalmente porque “ellos han luchado solo”; como diría nuestro cantautor Alí Primera. Esperemos una nueva emancipación de Haití en este siglo XXI, pues es justicia la retribución a su ejemplo libertario; siendo hora de que Venezuela planteé en el ALBA se le tienda la mano franca a Haití. Los expertos calculan que para reconstruir a Haití se necesita la suma de 20.000 millones de dólares, y es seguro que esa cantidad se puede conseguir entre los miembros del ALBA y sus amigos, además de que algunos países podrían invertir en la instalación de empresas industriales, agrícolas y de servicios con el propósito de hacer prosperar su economía y todo ello hacerlo en el transcurso de 10 años. Y entonces, para el 2.021, año bicentenario de la Batalla de Carabobo que sella la independencia de Venezuela, Haití podría celebrar jubilosamente su segunda liberación al constituirse en un país libre, independiente y soberano.

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José M. Ameliach N.


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