Escrito de mi puño y letra hace 31 años

La clase obrera necesita organizarse políticamente pata poder desarrollar una práctica política eficaz que le permita asaltar el poder y la única manera de hacerlo correctamente es en un partido político revolucionario. En esta organización deben militar todos los elementos de vanguardia de los trabajadores y además los sectores sociales de comprobada conciencia y práctica proletaria; y en su retaguardia tiene que estar presente una importante masa de obreros y campesinos.

El partido se plasma en una estructura organizativa política orgánica, cuyos objetivos centrales son servir a la clase obrera de instrumento para derrocar a la burguesía del poder y transformar a la sociedad capitalista en socialista. Uno de sus pilares es la unidad dialéctica del verticalismo y el horizontalismo organizativos, posee un programa básico, unos estatutos que le dan disciplina y cohesión férrea y una estrategia y una táctica que demuestran la concordancia entre su práctica teórica (el Socialismo Científico) y su práctica política (la aplicación y realización del marxismo como ciencia, método, filosofía e ideología).

Pero, ¿por qué es una estructura política orgánica? Porque posee la suficiente coherencia organizativa, es un orgón intrínsecamente organizado, está estructurado de acuerdo a varios niveles jerárquicos, los cuales poseen la suficiente y justa autonomía, limitada solamente por las directrices estratégicas y los principios éticos, con dirigentes, humildes, sinceros y sencillos, que se han bajado verdaderamente del pedestal y le enseñan a las clases explotadas de siempre a pensar y actuar por sí mismas (“Si te sabes gobernar bien, porque dejas que otros te gobiernen mal”), y sobre todo le instruyen a los trabajadores a desempeñar un papel protagónico en el constructo de la revolución, líderes con suficiente conciencia y madurez revolucionaria que les impida convertirse en élites aburguesadas y burocratizadas, donde la horizontalidad en la acción establezca un profundo vinculo entre los cuadros o vanguardia revolucionaria y las masas populares que aspiran realizar su liberación definitiva de la explotación capitalista y la elevación de su nivel de vida; internalizar esto es nuestras mentes y corazones le dará la necesaria movilidad creadora al partido, como instrumento para que la clase proletaria tome el poder y luego construya la Patria Socialista.

Pero, ¿por qué posee un programa? Porque da una respuesta enmarcada dentro del Socialismo Científico a las exigencias del momento histórico dado. Tiene unos estatutos que le fijan las normas morales y disciplinarias para resolver cualquier anomalía puntual que se presente entre sus miembros, además que establecen los deberes y derechos vigentes para los militantes de la organización.

Un partido revolucionario sin los elementos más arriba mencionados está condenado a la derrota y a desaparecer. Nuestra ética parte de la necesidad de negar las normas burguesa: el amor propio y el interés egoísta, los cuales tienen que sustituidos por los principios fundamentales de la ética socialista: el amor fraternal y solidario entre todos los explotados y el interés colectivo. Estos dos preceptos tienen que tener vigencia plena en la organización.

El partido debe ser cerrado y abierto organizativamente, Pero, ¿por qué la organización revolucionaria tiene que poseer estas dos cualidades. La estructura organizativa debe poseer una vanguardia y una retaguardia bien diferenciadas. No toda la clase obrera ni todas las clases explotadas pueden actuar como vanguardia en el seno del partido, eso sería absurdo. Solamente los individuos más avanzados de la clase obrera y de las demás clases explotadas estarán a la cabeza de la organización. Pero ésta tiene que tener una retaguardia de trabajadores sólidamente numerosa de donde surjan necesariamente los cuadros dirigentes.

Tenemos que crear un filtro eficaz que nos faculte conocer a fondo a los aspirantes a militar en nuestras filas. El partido tiene que evitar la presencia en sus columnas de infiltrados, espías, arribistas, individualistas, sectarios, fraccionalistas, ambiciosos, oportunistas, timoratos, futuros traidores y cualquier bicho de uña y pesuña que practique desviaciones pequeñas burguesas relevantes e incorregibles.

La organización revolucionaria debe basarse en la unidad de contrarios del verticalismo y el horizontalismo organizativos. ¿Por qué hay verticalismo? Porque tiene distintos niveles organizativos jerárquicos de acuerdo a las capacidades y labores eficientes de los militantes. Hay una dirección central, cuadros medios, intermedios y base. Tiene todo un esquema vertical de organización. ¿Por qué hay horizontalismo? Porque cada nivel posee autonomía para tomar decisiones de acuerdo a la realidad donde se desempeñe, solamente limitada por la disciplina férrea de cumplir las disposiciones generales. ¿Por qué hay autonomía? Esta existe en el sentido de que las directrices no deben acatarse a ciegas, los integrantes del partido tienen que desarrollar una amplia capacidad de autocrítica y critica constructivas; sin embargo, las líneas políticas se deben ejecutar aunque no se acaten.

Téngase muy en cuenta que de ninguna manera en la praxis política se deberán manifestar divergencias, estas sólo podrán existir a nivel de la praxis teórica, a priori o a posteriori de la acción, nunca en la ejecución cabrán las discrepancias, que deberán siempre ir acompañadas de un diseño superior al que se cumplió, además se busca que los militantes tengan plena realización y sepan activar como núcleos orgánicos e independientes, en caso de que por la represión brutal del enemigo queden aislados.

¡Patria Socialista o Muerte, Venceremos! ¡Viva el Comandante Hugo Chávez Frías!

jesusfreites11@hotmail.com

Director de Social de la Alcaldía Bolivariana y Socialista del Municipio Los Taques, Falcón.