“La ideología burguesa es mucho más antigua por su origen que la
ideología socialista, porque su elaboración es más completa; porque
posee medios de difusión incomparablemente más poderosos”.
Vladimir I. Lenin
Cuando Lenin hizo esta afirmación en su obra ¿Qué Hacer? (1902),
no imaginó la trascendencia y perfecto acoplamiento en nuestro momento
histórico.
La clase burguesa, capitalista, opresora e imperial en nuestro continente
americano para perpetuar su hegemonía compró el único poder que no
otorga el pueblo, el “quinto poder”, nos invadió de medios de comunicación
o difusión poderosos que garantizan reproducir su ideología anti-socialista
y contrarrevolucionaria.
Esta clase burguesa parasitaria en su afán de proteger sus empresas
mediáticas en nombre de la “libertad de expresión” para perfeccionar
sus monopolios y oligopolios, se propusieron en 1943 crear la Sociedad
Interamericana de Prensa, esto sucedió en Cuba con el apoyo del despiadado
dictador Fulgencio Batista, eso explica por que confunden la libertad
de expresión con la libertad de prensa o empresa.
El ideólogo de SIP fue Jules Dubois, quien además diseñó los principios
y doctrina de la Central de Inteligencia Americana, desde está posición
generó las más sucias campañas mediáticas contra la digna revolución
cubana, por lo que el 23 de mayo de 1959, Ernesto “Che” Guevara
se refiera a Dubois como el “miserable gángster”.
La actividad contrarrevolucionaria de este alto oficial de la CIA y
su importante aporte a la fundación de la SIP fue reconocida por esta
organización colocándole el nombre de Jules Dubois al edificio donde
funciona su sede en Miami.
Esta estrecha relación entre el imperio y los dueños de medios de
difusión de su ideología explica mejor por qué el 07 de julio del
2009 la jefa del Departamento de Estado norteamericano, Hillary Clinton,
se reunió con Alberto Federico Ravell, director del canal Globovisión
(un pequeñito canal, pero un gran desestabilizador), y el ex embajador
venezolano en El Salvador durante los años ochenta, Leopoldo Castillo,
quien la entrevistó para el programa que conduce en ese canal.
Yo no entendía como la Secretaria de Estado Hillary Clinton podía
estar tan tranquila al lado Leopoldo Castillo quien según el corresponsal
Dan William de la agencia de noticias británica Reuters, pasó información
al ejército salvadoreño (miembros de la Operación Centauro), encargados
de ajusticiar bárbaramente a seis sacerdotes y dos monjas (el 16 de
noviembre de 1989) que simpatizaban con el Frente Farabundo Martí de
Liberación Nacional. Pero además de esa función de soplón que no
estaba en su cargo como embajador de Venezuela en El Salvador también
participaba en otras actividades realizadas por el gobierno de la Casa
Blanca en Centro América, así que Hillary no tiene que preocuparse
ya que son caimanes del mismo charco.
Una vez develada la ideología burguesa e imperial que propugna y defiende
la SIP que agrupa a los dueños de empresas mediáticas que busca desesperadamente
mantener y ampliar sus capitales, podemos digerir mejor lo que nos plantea
Ignacio Ramonet:
“La "guerra sucia mediática" librada en Venezuela contra
el presidente Hugo Chávez es la réplica exacta de lo que hizo, de
1970 a 1973, el periódico El Mercurio en Chile contra el gobierno democrático
del presidente Salvador Allende, hasta empujar a los militares al golpe
de Estado.
En la nueva guerra ideológica que impone la mundialización, los medios
de comunicación son utilizados como un arma de combate. La información,
debido a su explosión, su multiplicación, su sobreabundancia, se encuentra
literalmente contaminada, envenenada por todo tipo de mentiras, por
los rumores, las deformaciones, las distorsiones, las manipulaciones.
Los grandes medios de comunicación privilegian sus intereses particulares
en detrimento del interés general y confunden su propia libertad con
la libertad de empresa, considerada la primera de las libertades. Pero
la libertad de empresa no puede, en ningún caso, prevalecer sobre el
derecho de los ciudadanos a una información rigurosa y verificada ni
servir de pretexto a la difusión consciente de informaciones falsas
o difamaciones”.
Ramonet no pudo
ser más preciso al referirse a los objetivos reales que motorizan al
nefasto quinto poder que difumina la ideología capitalista en el rostro
de nuestro pueblo como algo normal e irreversible y cuando el soberano
se rebela con el socialismo en mano gritando que otro mundo es posible
activan su plan b que se resume en desestabilización a través de la
guerra mediática.
“Las clases dominantes criollas y los imperialistas, acobardados
por el nuevo rumbo de la lucha venezolana demandan en forma permanente
mayores medidas terroristas”.
Fabricio Ojeda
La burguesía criolla dueña de medios de difusión en sintonía con
los intereses imperiales busca oxigenarse con sus colegas de la Sociedad
Interamericana de Prensa los títeres del gobierno norteamericano por
ejemplo citemos el caso de Enrique Santos Calderón, presidente de la
SIP, quien ha lanzado una oleada de 10 visitas a nuestro país, para
señalar al gobierno del Presidente Hugo Chávez de intolerante, dictador
y terrorista judicial entre otras barbaridades.
Pero para entender el discurso de Enrique Santos Calderón, presidente
de la SIP, hay que conocer un poco sobre él y su entorno, su familia
pertenece a la aristocracia más rancia del hermano país que es propietaria
del diario El Tiempo, de Bogotá, Colombia, el único de circulación
nacional.
La familia Santos Calderón ha sabido aprovechar su relación con el
Departamento de Estado norteamericano propiciada por la continua defensa
de sus políticas a través de su brazo comunicacional, en Colombia
por medio del periódico El Tiempo y en América a través de la SIP.
Además le han sacado todo el jugo al roce y enrosque económico y político
consumado con los miembros de su clase burguesa coterránea.
De allí que el hermano de Enrique, Francisco “Pacho” Santos Calderón,
sea el vicepresidente de Colombia ó sea el tercero al mando del gobierno
de Álvaro Uribe Vélez quien a su vez es el segundo a bordo, ya que
el primero es el gobierno norteamericano, quien usa el territorio colombiano
de garaje.
El primo de Enrique, es el triste celebre Juan Manuel Santos Calderón,
ex-ministro de la Defensa del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, quien
amenaza con lanzarse a la presidencia de Colombia y que se hizo famoso
por 1) ofrecer recompensa por los asesinatos de jefes guerrilleros,
al estilo viejo oeste, 2) por inventar la existencia de la computadora
blindada (de Raúl Reyes) y sus infinitos documentos tipo basura, 3)
además de la violación el espacio aéreo y el territorial de Ecuador
de manera descarada para asesinar a Raúl Reyes, gracias a la información
(coordenadas exactas y el posicionamiento geoespacial) suministrada
por del Comando Sur de Estados Unidos (las bases militares de Manta
y Tres Esquinas). Mientras que por tierra un comando de mercenarios
estadounidenses, británicos e israelíes, dirigidos por el Pentágono
remataron a los sobrevivientes del ataque aéreo.
Otro dato importante es el de Juan Lozano Ramírez ministro de Ambiente
y Vivienda del gobierno de Uribe quien a la vez es el tercer copropietario
del diario El Tiempo. Socio silencioso de la familia de gángsteres
Santos, que en realidad son una legión de demonios y peones imperiales.
No es culpa de los revolucionarios venezolanos que su lucha sea en
primer término contra los imperialistas, en lo cual guarda perfecta
identidad con las luchas que se realizan en Vietnam, en Angola, en el
Congo o las que se libraron en Cuba y en Argelia, la culpa en este caso
es de los imperialistas que no han respetado fronteras, ni continentes
para extender su explotación.
Fabricio Ojeda
Desde el Movimiento de Periodistas Revolucionarios Fabricio Ojeda alertamos
al pueblo de Venezuela para que no pierda de vista al imperio norteamericano
que esta allí, a la vuelta de la frontera, usando a sus aliados criollos
y extranjeros para que le vendan la patria (incluyendo recursos naturales
y medios de producción) por unos cuantos dólares.
Ayer la lucha fue contra coloniaje español, hoy es en contra el subyugo
del gobierno norteamericano y sus entes derivados.