La mayor parte de lo que los pueblos hacen a favor de su supervivencia, no es intencional. Es decir, no se lo hace porque con ello aumente su valor de supervivencia.
Una cultura sobrevive si aquellos que trasmiten su supervivencia sobreviven. Y esto depende en parte, de ciertas sensibilidades de los gobiernos capitalistas, de sus oligarquías, como resultado, la conducta de los pueblos pobres fue modelada y mantenida.
Sistemas cuyas prácticas inducen por su total dependencia a trabajar para otros, prolongando la vida de los países y sus sociedades “desarrolladas”, en consecuencia la supervivencia de ese sistema opresivo.
Así, los honores concedidos al capitalismo sobreviven administrando las naciones del mundo, sus riquezas naturales y su producción económica. La riqueza acumulada sobrevive a quien la acumula, la ciencia, la tecnología y la investigación también esta en sus manos, con ella la manipulación del mundo.
La religión cristiana se desarrollo junto al poder reforzando las diferencias entre las clases y el sufrimiento del pueblo pobre a lo largo de la vida. El ciclo de ese sostenimiento abarca la moral y la ética para manipular enormes masas de gente en la pobreza y solo unos cuantos en la opulencia. Todo esto explica la preocupación para la supervivencia de la revolución.
No solamente necesitamos esa explicación. Necesitamos explicar la evolución de la revolución para comparar los efectos en la conducta del pueblo. Tampoco bastara escuchar la explicación de una determinada practica para comprobar su contribución como son las misiones, cooperativas, consejos comunales, comunas, contribuyen a la supervivencia de la revolución. En principio contribuyo a la evolución del proceso, después, fueron absorbidas por el predominio cultural corrupción, burocratismo, indolencia, frenando su crecimiento.
El hecho cierto es que, una revolución que induzca a su pueblo a trabajar por su supervivencia o por la supervivencia de alguna de sus practicas, sobrevivirá. La sobre vivencia será el único valor en virtud del cual una revolución juzgara si tiene solo valor de sobre vivencia. En esta época de crisis, de nuevas calamidades globales y en todas las revoluciones sobrevivir no fue suficiente por eso fracasaron. Hay que evolucionar para sobrevivir.
La sobre vivencia es también una estrategia política para perpetuarse en el poder, de cuyo liderazgo se depende para diferir las ventajas que se tiene para consolidar la revolución y lograr una plena transición.
El pueblo paga impuestos, participa en las elecciones, se integra a la vida militar y sigue sufriendo por las miserias de la estructura pública y política inmoral. Aun así, continua sosteniendo la revolución. En este contexto cabe una pregunta ¿Porque el gobierno no se enfrenta al desafió del gran salto? Porque esta empeñado en sobrevivir no en evolucionar.
No pretendemos accionar una revolución para toda la humanidad, para lograrlo esta tendría que empezar en los Estados Unidos para luego irradiarse por el mundo, eso es una utopía de aquí a las próximas 10 décadas. Queremos consolidar la nuestra en Venezuela primero, después se vera si la integración petrolera es suficiente para fomentar la unión regional.
La salvación del mundo, del capitalismo, para una autentica democracia global requiere del apoyo de fuertes instituciones políticas- religiosas y económicas nuevas, que ayuden a cambiar la disposición de la gente por la preocupación mundial, pues, las grandes crisis son en verdad universales. Cambios climáticos, crisis económica, moral, cultural, religiosas, la posibilidad de un holocausto nuclear, pésima utilización de la energía, explosión demográfica, son consecuencia del pésimo sistema capitalista estructurado para sostener la desigualdad. Sistema que, en su esencia mas pura, contempla la explotación para su sobre vivencia.
Cambiar esa sistema global, requiere que evolucione otro sistema primero en algún lugar. La responsabilidad recayó en Venezuela. La evolución de una revolución significa progreso, no solamente para el pueblo sino para el proceso mismo hacia el socialismo.
Muchos dirán que, si progresa el pueblo evoluciona la revolución, ahora nos damos cuenta que no es así. El pueblo mejora su nivel de vida cuando el gobierno administra mejor los recursos económicos para la población, practica soberana. Inversión social traducida en fomentar la alegría del pueblo, no del proceso. Ideológicamente, el avance de la revolución es un serio problema a punto de quedar sin control. La evolución de una revolución plantea preguntas concretas con respecto a. la economía, soberanía, industrialización, pero también pregunta sobre los llamados valores ideológicos, éticos y morales, sobre las cuales todavía no hay respuestas convenientes.
Un análisis estructural puede ser que evite estas preguntas, limitándonos a lo que el gobierno y el pueblo hacen. En este caso podríamos decir que la revolución sobrevive pasando a través de una secuencia determinada, no de etapas sino de reformas. Y aunque la revolución pueda saltarse una etapa, con todo seria posible demostrar, cierta forma de orden característico si estuviera planificada, como no lo esta, las reformas revolucionarias imponen el desorden y la improvisación.
El reformismo busca la explicación de ¿Por qué? Una reforma sigue a otra según algún modelo de secuencia de mandato presidencial, hágase esto o aquello, ¿hay orden y planificación en eso? Técnicamente hablando intenta explicar una variable dependiente del chavismo sin relacionarla con ninguna proyección científica.
El hecho que la revolución tenga lugar en este tiempo parece sugerir variables adicionales a las revoluciones pasadas, ya folklóricas para la crisis y para la multiplicación revolucionaria en Sudamérica. La evolución significa una secuencia planificada, temporal de formas o etapas de la cual surge otra, avanzando a la siguiente.
En este proceso el tiempo es tan integral para el liderazgo como para el proceso mismo para cambiar de forma y evolucionar científicamente.
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