La importancia de preparar un nuevo tipo de alcalde, diputado y gobernador

Otro tipo de alcalde, gobernador y diputado, hay que considerarlo más un asunto de necesidad que de elección. Por razones estratégicas del paso revolucionario al socialismo en un plano más elevado y científico de lo que ellos consideran.

Este nuevo tipo de diputados y alcaldes actuarían dentro de las actuales instituciones burguesas como representantes legítimos del pueblo combinando la practica revolucionaria con la verdadera democracia, además, tendrá que proteger al gobierno contra las falsas esperanzas de la mentalidad publica. Esperanzas asociadas a frases marxistas desgastadas por su escasa convicción revolucionaria. Con ellos, buscar un modo realmente socialista de elevar el bienestar del pueblo.

Ese modo socialista consiste en incorporar tantos valores e ideología al proceso colectivo y publico en conocimiento, bienes y servicios. El significado de un socialismo para los niños y jóvenes, el poder que representan así como su papel en el proceso desde el punto de vista educativo y formativo, consiste en anular la psicología individualista de la propiedad privada multiplicando la propiedad colectiva. Los jóvenes, son evidentemente el ciudadano bolivariano en formación. Los ambientes y experiencias de estos 10 años, 5 de los cuales en revolución, para los jóvenes que hoy tiene 15 o 20 años, es en proporción, el mismo 50% de apoyo a la revolución.

El papel de las gobernaciones, alcaldías, asamblea nacional, en revolución, con un recurso humano convencido por el conocimiento y el convencimiento, es llevar de la mano al ciudadano (a) por el proceso debido, esa la tarea de toda persona que ocupa un cargo de autoridad, pero, para eso se requiere entre otras cuestiones superar el complejo de ser gobernador, alcalde o diputado. Anclaje mental que los aleja de ser lideres del pueblo, ya que este no come cuentos.

Su posible historia en la izquierda es poco significa hoy. Su practica social esta conduciendo a la revolución a la muerte por la decadencia de su accionar. Praxis social importante para multiplicar en la revolución y en el partido, pero no lo han hecho, afectan el proceso, ya que su gestión es vinculante con la población. Su responsabilidad municipal e ideológica en revolución no debe traducirse a un simple trabajo mas, no es así, es un constante intercambio de aprendizaje con la masa. Sostener el porcentaje revolucionario es una labor ineficiente, multiplicar es lo que se requiere. En algunos casos, no es que no quieran, no pueden, porque no se han integrado verdaderamente con el pueblo. Actividad principal de su responsabilidad pública y revolucionaria.

Además, su práctica burguesa, terminarla, requeriría mucho tiempo de manipulación, ejercicio público que lo realizan a la perfección para evadir la responsabilidad revolucionaria más allá de los lineamientos de sus funciones. Retarda la conciencia del pueblo, afecta el espíritu colectivo hacia el trabajo y la producción. Sus hábitos…son diferentes huele a individualismo burgués, definitivamente hay que cambiar ese estereotipo de funcionario relacionado directamente con la sociedad, de lo contrario, la misión del convencimiento, de la educación socialista, de la disciplina consciente, del servicio publico, continuara atrasándose interminablemente. Ese tiempo no hay.

No es casual que tantas palabras reprobatorias de izquierda, desviacionistas, burócratas, subjetivistas, revisionistas, se apliquen a estos funcionarios, que en un aspecto u otro se mantienen alejados del pueblo, por el rechazo de estos en sus ciudades. Masa que se supone deberían integrar. Buscan con sus gestos y ademanes idolatría a su personalidad, son poemas ambulantes al individualismo y discriminación, solo expresan emoción personal. Con su conducta flagelan al pueblo. Niegan la solidaridad colectiva de la gente por el ejemplo que emanan de sus costumbres como funcionarios.

Políticamente son hechos en el capitalismo, carentes de convencimiento ideológico de izquierda, son un resto del pasado burgués que un anuncio del futuro socialista. Pura apariencia como las joyas de la monarquía. Su lugar esta en un museo, si no lo es, su lugar no esta en ninguna parte, no tendrían un papel que desempeñar en la construcción socialista. Vestir informalmente no alcanza para multiplicar ideológicamente, pues, la mejor ideología son los hechos y los resultados para disminuir la abstención. Ser alcalde, gobernador o diputado, así como están, no es un símbolo revolucionario. Ser leales es importante, pero tampoco alcanza. El desarrollo total en cada fase del proceso, los valores que estos generan es enorme, el humanismo y la solidaridad que esta impone para la mujer o el hombre nuevo se requiere.

Son cargos que deben estar en manos del pueblo así como el partido. Papel que significa trabajo, constancia, convencimiento, disciplina, respeto y servicio, actitud que solo se logra cuando se acumula experiencia con el pueblo. Quedar bien solo con el presidente, no con la masa, se llama jalar bolas.

No valen como modelo revolucionario para una orientación, tampoco para producirlo en masa. Su gestión hasta ahora, a más de incipiente, no ha contribuido en nada para superar la actitud capitalista mezclada en el proceso. Son simplemente eso. ¿Qué puede hacer un funcionario con lo que es? Simplemente eso, la revolución es construcción y sumar. No simplemente más de lo mismo.

El mundo entro a un siglo en crisis, en la cual Venezuela es la menos afectada por las medidas económicas tomadas por el gobierno. Elementos progresivos consagrados al desarrollo de la nación y de la gente. En ese contexto no es posible que los gobiernos regionales, municipales, el poder legislativo y los diferentes poderes, no colaboren revolucionariamente en ese esfuerzo, optimizando, mejorando el servicio público, propósito del proceso para disminuir la abstención y mejorar el conocimiento ideológico de la sociedad.

Se toca el tema pero no se lo profundiza ¿Por qué? Porque ellos saben que el pueblo les recrimina, ante el presidente disimulan, corrigen temporalmente y vuelven a lo mismo, su costumbre arrogante impide la solución de esos problemas, que no son solo burocráticos, son culturales y de educación. Ocupar un alto cargo y sentirse dioses es insultante para la revolución. El castigo administrativo a la cubana se impone para la salud revolucionaria, no hay ejemplo para el pueblo.

En esa conducta encontramos mediocridad, conformismo, ineptitud, prepotencia, hábitos que exigen revisión profunda y revolucionaria, si de verdad queremos cambiar el sistema. De no ser así, para que preocuparse, daría lo mismo un individuo que otro. Miren las pugnas entre gobernadores y alcaldes en Lara, Trujillo, en el PSUV en Táchira, Caracas, Miranda, o con la comisión de contraloría en la asamblea y muchos otros casos en otros estados. ¡Es más de lo mismo! Ser parte del Buró del partido ha enfermado incluso a los principiantes. Ya quieren ser diputados o concejales con los mismos prejuicios y cero conocimiento y convencimiento revolucionario. Formados al lado de gobernadores, alcaldes y diputados. Con los mismos hábitos.

¿Las escuelas ideológicas en manos de quien van a estar? Si queremos revisar, reimpulsar la revolución, hay que mejorar las decisiones tomadas desde arriba. Todos tenemos que revisarnos, usted también Sr., Presidente, últimamente se ha equivocado y mucho camarada. Urgentemente necesitamos crecer, y rápido, revolucionariamente hablando.

¿Cuales son, pues, los funcionarios de estas estructuras publicas que confía el presidente Chávez para la formación del hombre o mujer socialista? ¿Cómo garantizar que el pueblo en el trabajo, en el estudio, en el juego, sea llevado de la mano a la revolución debida? Formando un nuevo tipo de funcionario desde las bases, otro tipo de persona. Hay que revisar el tiempo de ejercicio, 4 años es demasiado, frenan el proceso.






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Raúl Crespo


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