Formación Ideológica y Praxis (XXXII)

La Enmienda: posibilidad real y decisión patriótica

A los más jóvenes va dedicada esta reflexión y el recuerdo de algunos acontecimientos precedentes. Son ellos en quienes se ha depositado las esperanzas y se espera de ellos que lleven en alto las banderas de la Revolución Bolivariana.

EL PODER DEL PUEBLO: ESE SÍ ES PODER.

La democracia genera democracia. Según los neopositivistas esta sería una proposición sin sentido porque a ellos no les interesa ni lo esencial ni la forma, y mucho menos les conviene analizar las tesis, o "proposiciones dialécticas" al decir de Aristóteles, a la luz de la historia y de las condiciones concretas del país sobre el cual se estudia un proceso o sistema democrático. En la Venezuela actual se viene desarrollando un proceso de profundización de la democracia desde el mismo momento en que la mayoría del pueblo eligió a un líder que fue demostrando en la práctica, es decir, con realizaciones muy concretas, lo que la mayoría del pueblo estableció como normas jurídicas y principios éticos en la primera y única Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en 1999. De manera que la ejecución de la democracia genera más democracia, lo cual que es lo mismo a decir que la ejecución del poder por parte del pueblo trae como consecuencia el aumento del poder de ese pueblo, y ello es lo que viene ocurriendo hoy en Venezuela, legitimándose dicho proceso en cada elección ocurrida donde la mayoría del pueblo decide y no hay fuerza capaz de evitar que ello ocurra.

En ese proceso de aumento del poder del pueblo, hay un nuevo factor al cual se le debe prestar mucha atención y que debe elevar la autoestima colectiva y el sentido comunitario de pertenencia. Me refiero a la nueva fase de organización de la mayoría política de la Patria que arrancando con la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), luego produjo los primeros cuadros electos desde la base para aspirar a Alcaldes y Gobernadores, se consumaron como tales el 23 de noviembre pasado y podrían quedar legitimados como buenos gobernantes en el transcurso de sus dos primeros años, teniendo ahora –ante sí- la primera prueba, precisamente la tarea en que todos están enfrascados: la aprobación de la Enmienda Constitucional.

EL NUEVO FACTOR DE GRAN PESO UNITARIO

Por ello, podríamos afirmar que el salto cualitativo del 2008 en el proceso de aumento del poder del pueblo viene asociado o es de correlación positiva con el mayor nivel de organización alcanzado a partir del trabajo del PSUV en cada rincón del país, y este mayor nivel de organización, a su vez, genera un mayor nivel de unidad de todos los factores humanos que integran el sujeto histórico de la Revolución, y con ellos sus disímiles recursos logísticos y estratégicos de que disponen. Quien no preste la atención debida al cambio positivo ocurrido en las fuerzas políticas de la Revolución Bolivariana no podrá apreciar con suficiente convencimiento, ni lo que ocurrirá, ni tampoco podrá contribuir a que ocurra con mayor fuerza. Si cada uno de los bolivarianos comprende ello, entonces tendremos cada día más –diría Antonio Gramsci- mejores "intelectuales orgánicos" entendidos estos con la óptica flexible y amplia del insigne comunista italiano.

Quien no perciba cómo, en qué medida y por qué se han ido eliminando las contradicciones bolivarianas –no antagónicas- entre gobernadores y alcaldes, o entre estos y sus bases, o entre estos y los Comandos políticos, no podrá reconocer parte de las claves fundamentales del próximo éxito el 15 de febrero cuando la mayoría del pueblo reconozca y premie –ante todo- al Comandante Chávez y también, a sus Gobernadores, Alcaldes y Diputados para que puedan postularse y/o ser postulados en las próximas elecciones. Luego, vendrá el pueblo bolivariano a legitimar a los mejores, dándole el respaldo político pesuvista y entonces toda la sociedad tomará la decisión colectiva final en elecciones libres.

De manera que podría afirmarse que la mayoría del pueblo eliminará en el 2009, algunas de las propias restricciones que había aprobado en 1999, dadas sus anteriores experiencias durante varias décadas de engaño con los gobiernos copeyanos y adecos, porque ahora, la mayoría se ha dado cuenta, en estos diez años de ampliación integral de la democracia, que los gobiernos bolivarianos electos ya comienzan a cumplir sus deseos y satisfacer sus necesidades, y al mismo tiempo –gracias a los procesos educativos y de formación ideológica- esa mayoría comprende las limitaciones objetivas heredadas de varios siglos de dominación capitalista y que ellas no permiten alcanzar en tan corto tiempo todo lo que se necesita. He aquí una de las claves para explicar y que cada vez más se comprenda el porqué se debe votar por el SI el próximo 15 de febrero.

Exponer y llevar al lenguaje popular y al entendimiento común los grandes logros de la Revolución liderada por el Comandante Chávez quiere decir exponer claramente cómo se han venido satisfaciendo las necesidades personales y familiares, pero sobre todo sociales de forma pacífica, y cuáles son las perspectivas de continuar satisfaciéndolas, todo lo cual pasa por comprender adecuadamente las estrategias contenidas en el Plan Nacional de Desarrollo "Simón Bolívar" 2007-2013.


LA POSIBILIDAD TIENE SU FUNDAMENTO HISTÓRICO Y LÓGICO

Recordemos a Rusia el día que soldados, obreros y campesinos liderados por los bolcheviques y Lenin asaltaron el Palacio de Invierno y derrocaron al Zar en 1917 y con él, al poder burgués aliado con los nobles feudales. También, recordemos a Venezuela el 13 de abril del 2002 cuando trabajadores, servidores públicos, soldados y oficiales patriotas venezolanos asaltaron –desde adentro y por afuera- el Palacio de Miraflores para derrocar la dictadura carmonista, expresión política de los intereses de la burguesía venezolana y de todos sus actores sistémicos (medios privados, generales sin tropas, sectores de servicios). Lo general en ambos acontecimientos es que el espacio en que se disputó el control del poder fue la sede de la jefatura del Estado y que el nuevo poder armado en ascenso simbolizó, mostró y operó ese control ante la sociedad, aquellos rusos colocando la bandera roja en las altas rejas del Kremlin y ante las miradas de miles de hombres y mujeres del pueblo; los segundos, aquí en Venezuela, levantando las boinas rojas y los fusiles desde lo alto de las oficinas presidenciales con la señal de victoria con sus dedos y puños en alto, bajo la alegre y sentida mirada de miles de venezolanos y venezolanas queriendo atraer hacia sí, con el pensamiento y acción, al líder secuestrado por los cabecillas del gran capital. En ambos casos, la lectura fue diáfana y clara: el pueblo armado está en el poder.

"Ninguna burguesía se ha entregado sin lucha y sin violencia" se dice en la teoría de la revolución socialista, es decir, en las generalidades de todos los procesos anteriores. Una mayoría de estudiosos del caso venezolano, esperanzados en que se produzcan las generalidades de todo proceso revolucionario, consideran que la burguesía venezolana tampoco ha entregado su poder ni sucumbirá ante el pueblo, sin lucha o sin violencia. Es la apreciación correcta, aunque a nuestro juicio, incompleta y no ajustada a las condiciones histórico-concretas de la Venezuela del siglo XXI. De lo que se trata ahora es reconocer y definir las particularidades, reconocer cómo ha ocurrido en Venezuela, en sus complejas circunstancias y condiciones histórico-concretas, y no de esperar a encontrar en esta tierra suramericana las particularidades de otros procesos revolucionarios que respondieron a circunstancias diferentes.

Por ello, y recordando al memorable profesor marxista boliviano René Zabaleta, las particularidades esenciales de una determinada revolución social surgen desde el momento de su génesis, es decir, de cómo se produce la solución de la contradicción principal entre revolucionarios y reaccionarios, que siempre se da en torno al poder. Es decir, si se alcanza y se mantiene violentamente, o si se alcanza pacíficamente y se mantiene en esa vertiente de forma equilibrada. He aquí una pauta metodológica vigente para el examen y estudio de la Revolución Bolivariana.

En efecto, cuando las clases dominantes en un país han empleado la represión, la violencia, el asesinato y otras acciones inconstitucionales, para mantener el control del poder, entonces los revolucionarios, los que encabezan las transformaciones políticas necesarias –y recuérdese aquella idea leninista de que "la política es la expresión concentrada de la economía"- no han tenido otra opción que emplear la respuesta armada desde campos y ciudades y las acciones de masas y clandestinas para ejercer presión y contrarrestar la violencia impuesta por dictaduras militares o por gobiernos represivos apuntalados por los imperios capitalistas. Casi todo el siglo XX fue testigo de ello. Bien decía otro clásico, Clausewitz: "la guerra es la continuación de la política por los medios violentos".

Sin embargo, con el impulso del campo socialista alcanzado poco después de concluir la II Guerra Mundial, a mediados de ese siglo XX, los procesos educativos en todo el mundo capitalista sufrieron cambios importantes. Un aspecto esencial lo constituyó el peso de lo social en la educación (esa diversidad de factores vinculados al hecho colectivo, con todas sus raíces culturales) comenzó a ejercer un mayor impacto en la vida política y económica de los países. Los métodos del capitalismo volvieron a sufrir modificaciones, surge la "teoría de la gerencia moderna" con Peter Drucker pues la explotación debía "enmascararse" y "camuflarse" más y refinarse más la gestión publicitaria para el lucro. Las rebeldías masivas del 68 en varias capitales del mundo fueron expresión de ese impacto de lo social en la educación, y ello comenzó a abrir una nueva fase en la historia de la humanidad donde se producen estallidos revolucionarios por doquier, por donde hubo represión e inconstitucionalidad, hubo respuesta popular violenta, y ello fue demostrando que un nuevo actor consciente iba dando pasos de gigantes: las masas.

En América Latina, ante el avance de las masas, y de las demostraciones del triunfante pueblo cubano con su Revolución Cubana, las embajadas gringas imponen dictaduras militares desde Centroamérica hasta la Tierra del Fuego, y en aquellos países –como en Chile- que las masas no tuvieron esa expresión pujante, los Estados Unidos apuntaló al gobierno burgués chileno tratando de reforzarle su imagen de democracia. Fue precisamente en Chile, en 1969, donde se produjo el primer triunfo por la vía pacífica de un gobierno socialista. Si bien Salvador Allende, el gran patriota chileno, fue el pionero de ello, hasta el momento presente es el último presidente socialista latinoamericano que luego de ganar las elecciones fue derribado mediante un golpe de Estado patrocinado por instituciones estadounidenses. En Caracas, estas instituciones yanquis lo intentaron en el 2002, antes de que el Comandante Chávez, triunfador por la vía electoral, haya decidido hacer pública su decisión socialista, y esas instituciones sucumbieron ante las masas que ya habían intuido la orientación socialista de la gestión presidencial bolivariana.

LA VIOLENCIA EN VENEZUELA ES PROMOVIDA POR EL IMPERIO YANQUI

En diez años transcurridos de poder bolivariano se ha observado en más de una ocasión la formas violentas y las luchas protagonizadas por sectores y elementos desclasados a la orden de la burguesía lacaya del imperio. Desde sabotajes, paros empresariales, golpe de estado, conspiraciones, atentados y asesinatos de campesinos, estudiantes, trabajadores bolivarianos, han hecho presencia en Venezuela, por voluntad de sectores violentos de la clase burguesa, en los últimos siete años, a partir de que una parte mayoritaria del pueblo se persuadió de la franqueza, decisión y valentía del Comandante Chávez para enrumbar al país por los senderos de la justicia social y el desarrollo integral, dos fines que únicamente mediante el socialismo se pueden lograr. Ahí radican algunas de las particularidades y las singularidades propias de Venezuela. Quien aspire a encontrar en la Revolución Bolivariana las particularidades o singularidades de otras revoluciones socialistas, deja de ser un verdadero revolucionario o un marxista consecuente.

En el proceso bolivariano se pueden estudiar las generalidades de una revolución social. Veamos sólo algunas de las más generales:1) comenzar a colocar los aparatos del Estado en función de la Nación y progresivamente hacerlos más eficaces y eficientes en función de los intereses de todo el pueblo; 2) ejercer el gobierno de una forma revolucionaria, transformando y "cambiando lo que haya que cambiar", incorporando sistemáticamente a las masas a las labores de conducción de la Nación; 3) sostener y desarrollar progresivamente el poder revolucionario ante los embates de las fuerzas políticas y económicas, antes adueñadas del poder político y contra las acciones provenientes del sistema de dominación mundial en el que está inserta la Nación, dígase imperialismo en el caso de las revoluciones socialistas; y 4) impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas con una visión socialista, antes frenadas y obstaculizadas por los diversos vínculos y relaciones capitalistas de producción, cambio, distribución y consumo.

Son ellas las que principalmente determinan el interés imperialista de sacar al pueblo bolivariano del poder en Venezuela.

Cada una de las cuatro generalidades antes apuntadas, por supuesto, son construcciones abstractas o teóricas de los procesos revolucionarios en estudio, extraidas de esos "todos concretos" -diría Marx-, esos cúmulos de múltiples determinaciones que al teorizarlas podrían constituir muchas de las particularidades y las singularidades de cada revolución social en estudio.

En el siguiente trabajo continuaremos refiriéndonos a la base teórica del trabajo ideológico diario con el sujeto histórico, del cual también formamos parte.

 
 


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Ernesto Wong Maestre


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