Declaración de principios de lucha y sueños

Puede que nos cueste entender que, las manos que sangran por el trabajo y con sudor nutran con la fuerza vital de la esperanza los frutos que emanan de la tierra.

Puede que nos cueste entender que, haya gente que es capaz de exponer su pecho a las balas y dejar que fluyan de él, flores rojas que se convierten en semilla de lucha.

Puede que nos cueste entender que, hay gente ciega a la miseria, al hambre, al dolor del prójimo.

Puede que nos cueste entender que, hay gente que no cree en más ayuda al otro que el diezmo dejado en la cesta de la iglesia o la oración con un rosario de oro.

Puede que nos cueste creer que, la paz de los pueblos es posible si la gente acumulara el amor como riqueza y capital.

Por esto me declaro:

Marxista leninista, de aquellos que creen en la práctica y no en la teoría inamovible de los libros.

Soñador, que busca el cielo por asalto para gritarle en la cara a ese Dios de los ricos, que abra la puerta del cielo a los pobres, y los ricos que entren con el camello por el ojo de la aguja.

Cristiano y seguidor de Jesús, el nacido en pesebre, que siempre se solidarizó y actuó por el que menos tenía.

Creyente en la lucha de clases, que esta existe y me inclino en ella, por el desposeído, por el explotado, por el Luchador Social.

Guevarista, porque el Ché es la muestra que no vale la pena el amor al pueblo si no eres capaz de vivir y morir por él.

Revolucionario, de aquellos que se desprenden de todo para buscar el destino en las costillas de Rocinante.

Guerrillero, si no hay otra forma para lograr la libertad popular que sea alcanzando la gloria en el tableteo del fusil y el canto de balas.

Creyente de la utopía libertaria, de Chiapas, de Zapata, de Zamora que siguen en los campos de América atendiendo la voz de nuestros ranchos.

Majadero, como Quijote, Jesús, Bolívar y Chávez que los cuatro se unen a los locos del mundo que creen en el cambio social y el socialismo.

Eterno enamorado, porque el amor que no se practica le quita sentido a los latidos del corazón en el pecho.

Subordinado de los mandatos del pueblo, porque no escuchar su voz es olvidar su lucha.

Solidario, con el que no tiene, con el hambriento, con el excluido, con el de la calle, con el que busca la libertad cambiando a el ser humano y la sociedad.

Educador popular, con la convicción de la importancia de la sabiduría de la muñequera, del cantor, del pintor, el poeta, del echa cuentos, de la bodeguera, del campesino y del barrio.

Al pueblo lo que es del pueblo. Seamos realistas soñemos lo imposible. Que el amor, el canto y la lucha no se pierdan……He dicho, seguiré diciendo y soñando


fzaphistoria@yahoo.es


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Freddy Zapata


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