No todos los caminos conducen al Socialismo

Ni capitalismo, ni comunismo ni los unos ni los otros, los dos asumen el error del fracaso en la historia política -social de la humanidad. Los dos son los responsables de que en este tiempo la gente manifieste, nadie tiene la razón, solo Dios, lo que pasa es que a Dios lo conocemos a través de Cristo, los que creen en la teoría de la creación, para ellos siempre existió, para los que defienden la teoría de la evolución no, o no saben si antes de Jesús Dios ya existía. Los estudios bíblicos e históricos nos dejan ver que la palabra y la acción de Cristo estaban dirigidas al pueblo, y a la unión, a la cooperación, al humanismo, a los principios espirituales y éticos, a la integración, entonces la verdad es el camino.

El compromiso socialista adopta muchas formas, una de ellas es la responsabilidad en la constancia de nuestras actitudes dianas para la construcción de un pensamiento social, y este pensamiento se refleja de muchas maneras en nuestra cultura. Ciertamente la libertad significa, la terminación, el fin, de la terrible opresión capitalista. La misma palabra Libertad, a la que damos tanta importancia hoy es rebelde en su origen, en un País agitado por la revolución, en la que nada estaba realmente en orden, la responsabilidad es el puerto de refugio, el punto solidó en medio de una tormenta, al menos se supone contar con el, para permanecer trabajando por la libertad. Pero hay, esto es poesía no realidad, no basta para contener las fuerzas que arrancan al hombre de su posición revolucionaria.

La disminución de la importancia del proceso, la decadencia de la responsabilidad revolucionaria se manifiesta también de muchas maneras. Hoy se reconoce que los gobiernos regionales y locales, algunos Ministros y muchos Diputados, han dejado de ser fuente primaria de interés socialista, las diferencias entre ellos y el pueblo no guardan ya una relación tan intima en el marco de la Revolución. A fin de cuentas piensa el pueblo, la dirección en esas instancias es puramente temporal. Son pocos los gobiernos regionales y locales que se distinguen en el proceso, lo que buscamos no es en realidad su lugar en la revolución, si no mas bien, que marquen la diferencia en la historia del País. La irresponsable ineptitud ha revuelto la revolución tan profundamente que las diferencias importantes entre las personas, poco tienen que ver con el socialismo.

El apego al proceso revolucionario, ha declinado de tal modo, que la fidelidad del pueblo es exclusiva para Chávez, para el resto, el apego, la fidelidad, es como a una asociación voluntaria. Puedo decir que el compromiso se está desplazando del pueblo exclusivamente a la indiferencia del conformismo que de por si, son móviles, fluidas y sin responsabilidad revolucionaria. Si embargo, el compromiso también está en concordancia con la duración de la relación, con una cultura condicionada por la expectativa emocional con aquellas relaciones que nos parecen permanentes o duraderas, como la del Presidente. Así empezamos a ver, como la responsabilidad de la sociedad, afecta al individuo del gobierno. Este quebrantamiento de !as relaciones del pueblo con las estructuras del gobierno, es paralelo al rompimiento de la responsabilidad de la sociedad con la revolución. Esto significa, que la responsabilidad del pueblo es de interés limitado, por la costumbre histórica con los gobiernos que nos rodean, concientes o inconcientemente definimos en términos económicos o materiales las relaciones con la revolución. Como buscamos únicamente eso, y no el compromiso revolucionario, no necesitan responsabilizarse por todos los parámetros que forman los pilares para construir un nuevo socialismo. De está manera la relación es convenientemente limitada por ambas partes, y este no es un camino. La historia nos enseña que la humanidad se corrompió en los dos primeros siglos de nuestra era. Luego los papas y obispos mantuvieron la oscuridad por siglos en e! conocimiento, la inquisición es parte de la herencia heredada, pueblos domesticados, aletargados, conformistas, ignorantes, por las falsas enseñanzas y practicas de la iglesia que son incompatibles con las escrituras, utilizadas con mucho interés político en nombre de la fe y la paz, utilizadas por el capitalismo y el comunismo. Ese camino nos trajo miseria, guerra nos domesticaron como animales y resulto, solo de vez en vez, los pueblos originan revoluciones temporales, el resultado está ahí, Rusia y China son un patético ejemplo penetrados de día y de noche por el capital, ese tampoco es el camino.

La siempre injustificable actitud Norteamericana escandaliza todos los pueblos del planeta, brindándonos un poderoso argumento para luchar, en las mismas condiciones que ellos lo hacen. Al imperio no le importa matar personas en nombre de la libertad, al Vaticano poco le importa por razones de fe los asesinatos por las guerras promovidas por las invasiones. Ni Dios ni Cristo, ni la Biblia han aconsejado semejantes acciones, matar a un hombre no es defender una ideología, pero ellos exterminan países, asesinan a pueblos enteros, pierden cuatro y cinco mil soldados ha cambio de un millón de ancianos mujeres y niños, y lo peor es que nos acostumbramos a ver y leer estas noticias, pasa el tiempo y son una noticia mas. Este tampoco es el camino para la convicción del socialismo. Este debe ser el punto de inflexión en la ideología revolucionaria, para dominar la mente socialista en este nuevo siglo. Está gente sigue muriendo para que la libertad, la auto determinación a la que tenemos derecho sea parte de nuestra conciencia, conocimientos y valores en el socialismo moderno. Convicción invencible para que la muerte de estos pueblos nos conduzca por el camino de la verdad. No podemos, no debemos regalarles más siglos para el sometimiento del Mundo, debemos verlos como depredadores, los Estados Unidos son como una plaga que consume todo, voraz e insaciable fomentan el consumismo externo e interno. Décadas atrás lo sabemos, poco es lo que hemos hecho para parar esta insaciable sed de recursos energéticos y naturales, también sabemos que solos no podemos, por eso es nuestra obligación consolidar primero la revolución en Venezuela, para después inculcar que la cooperación, la integración es un deber de nuestros hijos y de sus hijos y de los hijos de estos, transmitidos de generación en generación con genes anti- imperialistas incluidos, ese es un camino, y lo debemos usar ya el ADN nos permite clonar anti- imperialistas, por que no, ellos ya lo hacen.

Nosotros somos un poder, los pueblos del tercer Mundo somos el poder del presente y del futuro, somos mucho mas que nombres geográficamente ubicados, somos el 74% de la población mundial, somos recursos naturales energéticos, somos un 52% de gente joven menores de 30 años, solo tenemos que unirnos y cooperar, "solo", trabajemos juntos para combatir primero el libre mercado.

Fortaleciéndonos entre nosotros, naciones del mismo poder económico y similitud cultural. Firmemos proyectos, ligados con otros, como los Derechos Humanos, cambios climatológicos, diversidad, seguridad biológica, en proyectos endógenos, sur sur y otros.

Transformemos las oligarquías nacionales e integrémoslas para fortalecer el socialismo, formemos coaliciones armadas sin el imperio para defendernos. Chávez tiene razón, la guerra de guerrillas es la acción, ellos, nos meten un misil inteligente por la ventana y adiós chamo. Estas alianzas posibilitan que los pueblos se reproduzcan con conciencia colectiva, para ser libres educados y listos, este es otro camino al socialismo, largo, pero empecemos ya, pasado mañana es demasiado tarde.

rcpuma061@yahoo.com





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Raúl Crespo


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