Coincido con Luis Fuenmayor Toro, pero …

"Vamos rumbo al millón 500 mil con pulmón, plata y esfuerzo propio. Vamos a fortalecer la producción y alcanzar esta gran meta»

Pdte Nicolás Maduro, en instalación del Consejo Nacional de Economía Productiva 2025

Coincido con Luis Fuenmayor Toro cuando afirma "Si tengo que decidir entre Trump y Maduro, elijo a Maduro", pero independientemente de que no caiga en la trampa de aquellos que acusan a todo el que no apoye a MCM y sus aliados de favorecer la corrupción, los desaciertos y malas políticas del gobierno actual, tampoco convalidare todo lo que hacen desde Miraflores y otras instancias del poder, quienes tienen la responsabilidad de gobernar en función de los intereses de las mayorías y no de minorías o de elites, como ocurre en el presente.

Es cierto que los apátridas, que llevan 25 años al servicio del imperialismo gringo, ahora están apostando a que sea una "intervención militar internacional", como la puesta en la mesa por Álvaro Uribe, el escenario que les permita alcanzar sus anhelos de tomar el poder en Venezuela; pero no menos cierto es que, quienes ahora detentan el poder, lo vienen haciendo en favor de minorías y desatendiendo las demandas del pueblo mayoritario. Ejemplo de ello lo que desde 2018 ocurre con los sueldos y salarios de los trabajadores, así como con las pírricas pensiones y jubilaciones que hoy reciben los adultos mayores.

Sin desconocer el impacto económico de las sanciones que desde 2014 comenzó a imponer EE UU y sus aliados europeos a la economía venezolana, es necesario denunciar que mientras el gobierno hace una grotesca campaña esgrimiendo un "crecimiento económico" sostenido del país, los trabajadores no percibimos que esto se traduzcan en mejoría en el poder adquisitivo.

Mientras se repite, insistentemente, que no se mejoraran los ingresos porque no hay posibilidades de hacerlo, por la caída brutal de los ingresos, vemos como se despilfarran recursos públicos en propaganda y publicidad (que en general es desechada en corto periodo de tiempo, los ejemplos más recientes son los de la campaña electoral presidencial de julio 2024 y la juramentación del Presidente Maduro el 10 de enero 2025).

Recientemente dijo el Presidente que PDVSA subió la producción a más 1.000.000 de barriles de petróleos, pero al día de hoy, la mayoría de los trabajadores de la Administración Pública, que dependen directamente del Estado, apenas seguimos recibiendo los exiguos ingresos que no sobrepasan de los $140 mensuales.

Al día de hoy, con la política laboral impuesta desde 2018, los trabajadores prácticamente no contamos con salarios ya que lo que recibimos quincenalmente son montos simbólicos que en la mayoría de los casos apenas cubren los pasajes que a diario debemos costear. Los trabajadores activos dependemos básicamente de un bono que lastimosamente llega a $1 diario. El caso de los pensionados y jubilados es peor aún.

Mientras Fedecámaras y los empresarios del país celebran la política laboral gubernamental, no dejan de insistir en la necesidad de modificar la legislación laboral vigente (no están conforme con el modelo de explotación que de hecho funcionan, quieren legalizarlo), el presidente en el mensaje a la Nación (15 de enero 2025) escuetamente dijo: "vamos a consolidar sustancialmente el ingreso integral de los trabajadores…" dejando claro que su gobierno mantendrá la figura de "ingreso integral" (bonos ) que en los hechos ha sustituido a los sueldos y salarios y los beneficios que ello ha supuesto para los trabajadores.

Desde hace meses algunos vienen sosteniendo que los ingresos de los trabajadores deberían alcanzar a los $200 mensuales, según los progresos que ha dado la economía a la fecha, pero apenas son sectores privilegiados minoritarios los que terminan recibiendo estos montos, que, de cualquier manera, siguen lejos de la canasta alimentaria que a la fecha esta en los $ 500.

Como dijimos al principio, no estar de acuerdo con los lacayos apátridas que apuestan a deponer al gobierno actual, no impide que denunciemos la política laboral fraudulenta que se ha impuesto y que si bien pudo estar justificada en los primeros tiempos, ha sido injustificadamente extendida en el tiempo afectando gravemente a la mayoría de los venezolanos, en nombre de un crecimiento que profundiza la desigualdad social y favorece solo a minorías.



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Carlos Luna Arvelo


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