Los dos, maría y nicolás son un matrimonio consagrado por la misma causa: la lucha contra Chávez y el Socialismo. Se trata de una operación de fina factura, un compendio de toda la experiencia de los gringos en la disputa contra los ensayos socialistas. Consta, la operación, de tres fases que en Venezuela están, como diría Walter, en pleno desarrollo.
La primera fase es la toma del poder, luego viene el desmontaje económico del ensayo Socialista, y el descrédito de la idea y líderes Socialistas. Y por último, la instalación de la dominación política del capitalismo que puede adquirir la forma de dictadura abierta o el conocido pacto bipartidista.
En la fase de toma del poder se inscribe el asesinato de Chávez, única manera de abrir cauce a la toma del poder, y aquí debemos hacer énfasis, las revoluciones Socialistas es difícil derrotarlas desde afuera, resisten los ataques de los enemigos exteriores. La manera que encontró el capitalismo para derrotarlas es desde adentro, con su misma fuerza, usando la traición de sus propios dirigentes, de esta manera se cumplen las sentencias: “no hay peor cuña que la del mismo palo”, “la peor derrota es aquella que no se percibe”. Es así, las grandes revoluciones socialistas han sido derrotadas por sus mismos hijos, sin disparar un tiro. Y aquellos pueblos aún no se percatan de la derrota, por eso la resistencia es nula. En Venezuela se repite este esquema.
Tomado el poder por la traición, desmontada la economía social, entregada a los capitalistas, desacreditada la idea socialista y sus líderes leales, se pasa a la siguiente fase, la de la reconstrucción de la dominación política. Y aquí entra el matrimonio de nicolás y maría
La dominación capitalista más eficaz es la falsademocracia bipartidista, demás está decir que los dos polos de esta falsademocracia son capitalistas. Este bipartidismo, que se sustenta en la alternabilidad periódica, da la sensación de cambio, sirve de válvula de alivio a las tensiones, desvía la atención hacia “batallitas” que no cuestionan al sistema capitalista.
Los dos, maría y nicolás, son actores de la misma novela. Tienen licencia para pelear, pero sin cuestionar al sistema, todo dentro del capitalismo, todo contra el Socialismo. Al principio los maduristas debían simular chavismo, luego, ir borrando la espiritualidad de Chávez, sus ojos, el color rojo, editando los discursos del Comandante; y al final embestir contra los avances de la economía social, entregar las fábricas, quebrar a PDVSA, para luego entregarla, abrir el petróleo a los capitalistas. Y se abre la fase de construir la dominación capitalista.
Esa es la situación que hoy vivimos: maría y maduro, simulan una batalla, en el mejor estilo bipartidista socialdemócrata, solo en la superficie, llenan el paisaje político, y ocultan el verdadero objetivo, la liquidación del Socialismo.
Puede ser, todo está por verse, si los maduristas, con su carácter forajido, se desprenderán del poder, aceptarán la alternabilidad, o escogerán el camino testarudo de intentar permanecer contra viento y marea. Esa es la esencia de la lucha interna que padecen. Todo depende, en gran medida, como dice poleo, de los puentes de plata que les propongan.
La tarea de los Chavistas es clara: Explicar que madurismo no es chavismo, desmontar el engaño. Poner al verdadero chavismo en la calle, confrontarlo con el capitalismo de maría y nicolás. Explicar que la batalla, del Socialismo contra el capitalismo es la batalla principal, de ella depende el futuro y el éxito de otras batallas importantes pero dependientes de ésta, no se puede construir un mundo de la mayor suma de felicidad posible con el capitalismo, éste es miseria material y espiritual para la mayoría, y privilegios deformadores para la élite.
Impedir que Chávez y el Socialismo se olviden
Reconstruir una dirección Chavista, Socialista, reconstruir el verdadero Partido de Chávez. ¡El PSUVCH!
Todo es posible, allí están los líderes que se formaron al lado de Chávez y permanecen leales a su legado, allí están las ideas y el ejemplo, y allí está este pueblo chavista que vivió el privilegio de visitar el futuro posible.
¡CHÁVEZ ES EL CAMINO!