La política lo trastocó todo y a todos, hasta la tradición; aquí el año, la navidad, el futuro comienzan el 10, todo se concentra allí. El 10 determina las acciones de ahora y de después. Todos los movimientos tienen ese móvil.
Los gringos, expertos en la infamia, se mueven buscando la mejor posición para negociar, mueven al comando sur, amenazan, nombran a rubio, saben que el madurismo es flojo flojito. El madurismo es un buen gobierno para los gringos, con el madurismo exprimirán el país, después lo eyectarán, y el próximo gobierno entrará con las manos atadas, con todo consumado. Ya tienen al madurismo clamando, rogando, por negociar, le proponen al monstruo: ganar-ganar proponen, hasta allí les llega el patrioterismo.
Es así, la esencia del 10 es la subasta de la Patria. Los mariacorinos pujan por entregar más, se venden como sumisos a los gringos, y también como grandes engañadores de la masa, su credencial es el triunfo en las elecciones del 28, allí lograron que la masa entrara en la trampa electoral: para salir de un pésimo gobierno, votaron por uno igual.
El teatro está montado, el 10 se queda el chingo o se queda el sin nariz.
Con esos dos se pierde la Patria. No obstante, puede ser que el niño Jesús nazca en Enero. Puede ser que los capitalistas, los mariacorinos y los socialpranatos maduristas, sean sorprendidos por el nacimiento del chavismo remozado. Y ese día, el mundo se estremezca con la buena nueva del nacimiento de la Esperanza en Venezuela. Ese nacimiento no sólo será un acontecimiento muy grande para nosotros aquí adentro. El mundo se iluminará con un rayo de Esperanza: no todo está perdido, el capitalismo no es unánime, existirá un lugar del planeta donde renace una nueva manera de organizar a la sociedad, basada en el amor, el trabajo, el conocimiento; un lugar donde el humano encuentra las bases materiales para ser humano, y no esté condenado a ser una mercancía.
Quizá, amalaya, en algún lugar la Esperanza con su burrito sabanero esté camino de Venezuela, y ese día esa epifanía indique que el país comenzó el proceso de su sanación de la peste madurista. Comenzará la recuperación de la relación fraterna, lo mejor del humano podrá expresarse sin miedo, venceremos a la angustia existencial, la masa recuperará la responsabilidad de su futuro, será dueña de su destino.
Mantengamos la Esperanza en la oportunidad pronto de construir un próspero año nuevo, reconstruir el país y el orgullo de pertenecer a la Patria que marcó el rumbo de su salvación a la Humanidad toda, hoy amenazada de extinción por el capitalismo destructor de la naturaleza y exterminador atómico.
¡CHÁVEZ ESPERANZA!
¡FELIZ CONSTRUCCIÓN DEL AÑO NUEVO!
