Cómo se vende un presidente

  • Un candidato al estilo “delivery”, no tiene voz propia, otro u otra lo representa, no da la cara sino, que llevan en un afiche y dicen, éste es el candidato, y el mismo, con sus propias palabras dice que sería un presidente provisional, porque le cuida el puesto a otro u otra.

  • The fake new, jugará su papel, presentando un paquete de virtudes y condiciones que supuestamente tiene el candidato, dignas de ser beatificado y capaces de conducir millones de voluntades descontentas (alienación política) al propio precipicio, Ergo, Hitler, Ergo, Milei y otros ergos.

En la década de los 70 circuló un libro que llevaba por título Cómo se vende un Presidente, cuyo autor Joe McGinniss, relataba los intríngulis que llevaron a la elección como presidente de los Estados Unidos, a Richard Nixon.

En su contenido podemos apreciar las técnicas publicitarias y subliminales que utilizó el equipo propagandístico del otrora candidato Nixon, para seducir a la población y lograr su apoyo.

El propósito, por supuesto, vender la figura del presidente. Refiere McGinns, por ejemplo, que cuando se realizaban actos en las regiones de alto contenido racista, no colocaban, entre las personas que se sentaban en el podio a ningún negro. Mientras que en otras zonas donde predominaba ese color entre la población, los tenían a veces, en primera fila.

En las campañas electorales, se utilizan todas esas estratagemas,  slogan vacios pero dirigidos con algún propósito para captar votos, promesas a granel y la sonrisa de oreja a oreja del candidato con las manos siempre alzadas y bamboleándolas para demostrar sus supuestos afectos por la población. Toda una actuación teatral, a base de poses y un arsenal de promesas, bien estudiadas por los equipos promotores.

En el caso de Venezuela y frente a la realización de las próximas elecciones nacionales para elegir al presidente de la república, nos enfrentamos a una situación similar.

Parte de la oposición, la más ligada a los intereses extranjeros, la que pidió la intervención militar contra el país y se apodero de bienes de la república, utilizando como fachada la figura de un títere designado por los Estados Unidos, perdió casi todo el año, detrás de una figura ambiciosa, que pretendió manipular a la opinión pública internacional, para que apoyara su candidatura, a sabiendas de que legalmente estaba inhabilitada.

Ya a última hora, a la carrera, buscaron la forma de encontrar un candidato, presionados por sus financistas del norte, que los obligaron a participar en la campaña presidencial y a seleccionar un candidato, so pena, de no aportar ni una locha a la venidera campaña electoral.

Contra la pared, montaron el show, tratando de darle una espectacularidad y tratando de crear expectativas, en una población que los miraba fríamente y con desdén.

Así comenzó la actuación. Se reunieron, más que partidos, siglas, lideres desgatados y apellidos y lo primero que se les ocurrió para tratar de despertar interés y centimetraje mediático fue denunciar, que sus candidatos  eran rechazados por las máquinas electorales, en eso pasaron casi una semana, pero el tiempo se les venía encima.

Luego, como por arte de magia, de una cajita de sorpresa, la inhabilitada presentó públicamente a una señora, que tenía su mismo nombre, era su homónima y compinche y la presentó como la candidata a la presidencia, mejor dicho, la candidata a su medida, pero poco impacto tuvo en la población este anuncio y se fue marchitando. La candidata al parecer tampoco tuvo “feeling” en el norte y después de breves presentaciones desaliñadas, salió del ruedo electoral.

Pasaron entonces a un segundo raund. Luego de lanzarse injurias e improperios, los candidatos restantes, Rosales, que había logrado inscribirse y la inhabilitada que no le simpatizaba el filósofo del Zulia, anunciaron reuniones para logar un acuerdo, que “salvara a Venezuela”. Ese fue el slogan, a la carrera, pero así lo anunciaron.

Barboza, ex adeco, “Caiman con Sueño”,  jugaba su papel anunciando con bombos y platillos que pronto se reunirían estas dos grandes “vacas sagradas”, para llegar a un acuerdo. Creaban así nuevas expectativas.

Cuando al fin se reunieron, quisieron imitar al Sínodo, protocolar que se efectúa para elegir al Papa. Así decían sus voceros, “No hay humo blanco”. Mientras tanto, el grupo de siglas, líderes desgastados y apellidos, se mantenían encerrados, quizás tomando café, libando licor y tratando de generar expectativas.

Ya cuando la fecha del Consejo Nacional Electoral se les venía para designar un candidato, apuraditos tuvieron que anunciar:  Rosales, se sacrificó, renunció a sus aspiraciones, ahora el ungido es Edmundo González Urrutia, que lo habían inscrito con la tarjeta de la MUD, un personaje, gris, desabrido, desconocido por todos los venezolanas y del cual sólo se decía que en una oportunidad había sido embajador en Argentina.

El candidato ungido al parecer se encontraba en los Estados Unidos, arreglando, para poder entrar a Venezuela, el pasaporte, que había obtenido, pero con la firma de los que asaltaron allí la embajada y la desvalijaron.

Ya. En Venezuela, poco ha hablado, pero si le publicaron unos audios donde expresa su repulsión por las mujeres, la sexo diversidad y muestra sus afectos por el racismo. Los periodistas que lo han entrevistado y aquí continúa la manipulación y la construcción de su imagen con miras a la presidencia, ni siquiera le tocan ese tema. Eso es caca, son entrevistas arregladas, ya se empieza a vender “La Imagen del Presidente”.

Pero Edmundo, sabe bien, cuál es su papel, el de Marioneta, la inhabilitada mueve los hilos, el mismo lo reconoce y en entrevistas que han publicitado, a pesar de estar arregladas se han ido deslices. 

Por ejemplo ha dicho que el sería un presidente transitorio, es decir que reconoce que detrás de él, hay una mano peluda, de uñas largas, que lo usa y aspira sustituirlo.

Y  esto se va conformando, podemos observar que en los actos públicos donde han presentado su candidatura, el no ha estado presente. Un afiche, alzado en las manos de la inhabilitada, es lo que lo anuncia: Este es mi candidato.

Es decir que su candidatura además de ser provisional, como el mismo lo ha manifestado, se presentará como un producto, conocido sólo mediante afiches  y quizás alguna que otra salida, para disimular. Será un producto llevado a la población como los “delivery”,  que llevan un encargo a cualquier usuario y el conductor de la moto es la inhabilitada.

Trataran de recoger el descontento que ellos mismos han desatado, promoviendo sanciones que han empobrecido a los venezolanos, provocado masivas migraciones y fomentando el odio. En eso son expertos y cuentan para ello con laboratorios de guerra sucia que trabajan en lo interno y desde el exterior, más la masa de dinero sucio que les envían por diferentes medios para apuntalar la campaña.

Así es como se vende un presidente, así es como los equipos que asesoran a la ultra derecha venezolana actuaran y así es como las supuestas condiciones y virtudes de su candidato serán repartidas en todo el país, para pescar incautos y engatusar a la gente. Así es como se vende un presidente.

 


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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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