La discusión sobre la crítica se ha dado innumerables veces en esta página y muchos hemos escrito sobre el tema. Un elemento básico de la crítica política es que no persigue destruir al criticado, sino corregir fallas. Distinto es el ataque político en el que está implícita una crítica, pero cuya finalidad es destruir o cuando menos desprestigiar al criticado.
En el artículo de Nicmer Evans intitulado ¡Auditoría Pública Ciudadana ya! www.aporrea.org/ideologia/
Hay que preguntarle a Nicmer, a quiénes se refiere él cuando dice: “Hoy la única salvación no es económica, la solución es ética, pero la ética parte de hechos concretos con base en valores profesados, y lamentablemente hoy la credibilidad de quienes tienen las responsabilidad y la capacidad de realizar hechos concretos con base en el legado del presidente Chávez y del socialismo bolivariano, está mellada por estilos de vida, opulencia y acumulación de capital que no permiten confiar en ellos.” Los que tienen la responsabilidad y la capacidad de realizar hechos concretos, para “salvarnos” con base en el legado de Chávez, tienen que ser los altos funcionarios del gobierno (Nicolás, los ministros y los demás altos funcionarios de las otras ramas del Poder Público). ¿Se referirá a todos ellos, Nicmer? ¿Todos ellos viven en la opulencia y acumulando capital? Si eso es así, Nicmer maneja más información que la CIA, para conocer los estilos de vida y las cuentas de los altos funcionarios de Estado. Pero eso sí, no denuncia a nadie en particular sino que lanza esa bola al mejor estilo de Nelson Bocaranda. Volvemos a preguntarnos: ¿Eso es una crítica?
Finalmente Nicmer cierra con broche de oro su artículo, en el siguiente párrafo:
“Una Auditoria Pública Ciudadana, aplicada a toda la asignación de divisas desde la vigencia del control de cambio, atribución de responsabilidades de quienes han desfalcado a la nación con containers llenos de agua no potable o escombros, repatriación de capitales, incautación de bienes en territorio venezolano, aunque no será suficiente para compensar el desfalco, lo que si será suficiente es para saciar la sed de justicia e igualdad que clama el pueblo venezolano. Después de eso, podemos hablar de unificación cambiaria, aumento de la gasolina, etc., pero si lo aplican antes de tener legitimidad, amárrense los pantalones, porque este pueblo es paciente, pero cuando se arrecha, no perdona.”
Lo de la Auditoría Pública Ciudadana la he escuchado y leído mucho de la gente de Marea Socialista, sólo que nadie explica en detalle, cómo funcionaría eso: quiénes serían los auditores; cómo se escogerían; quién los escogería. Cosas como esa, no están claras, más allá del uso a modo de proclama de esa figura; y no estaríamos hablando de cualquier cosa, ya que según lo dicho por Nicmer, en ese párrafo, sería luego de esa auditoría, que el Gobierno Nacional podría implementar algunas medidas económicas necesarias y corregir otras, pues de lo contrario tendría que amarrarse los pantalones “…porque este pueblo es paciente, pero cuando se arrecha, no perdona.” Bueno, era de esperarse que después de tanto “ataque”, finalizara con una amenaza.