Nicmer, una cosa es criticar y otra es atacar

La discusión sobre la crítica se ha dado innumerables veces en esta página y muchos hemos escrito sobre el tema. Un elemento básico de la crítica política es que no persigue destruir al criticado, sino corregir fallas. Distinto es el ataque político en el que está implícita una crítica, pero cuya finalidad es destruir o cuando menos desprestigiar al criticado.

En el artículo de Nicmer Evans intitulado ¡Auditoría Pública Ciudadana ya! www.aporrea.org/ideologia/a199218.html, éste hace una serie de afirmaciones temerarias y peligrosas. Refiriéndose a los casos conocidos de corrupción: Cadivi, Sitme, contrabando de extracción, etc., afirma que “…ni los responsables de tal estafa denunciada son precisados, y mucho menos castigados…” Esta afirmación es falsa, y Nicmer debería saberlo, porque supongo que es un ávido lector de noticias y le ha hecho seguimiento a todos esos casos. Lo cierto es que en TODOS ellos hay investigaciones abiertas y hasta decenas de detenidos en determinados casos. No hay un solo caso sonado de corrupción donde no haya privados de libertad. Quizás no están privados de libertad funcionarios u otros ciudadanos que Nicmer considera que deberían estarlo; pero en ese caso si Nicmer sabe algo que las autoridades no saben, debe responsablemente, como buen ciudadano, revolucionario apegado al legado del Comandante Chávez, señalar formalmente a aquellas personas sobre las que tiene suficientes pruebas indiciarias para que sean procesados, porque de lo contrario estaría en la posición de quien lanza un metamensaje para agredir sin fundamento. Entendamos que los metamensajes son responsables de la mayor parte de los conflictos entre las personas.  En el primer nivel una frase puede ser lógica y razonable, pero en lo profundo del segundo nivel puede indicar agresión o culpa; por eso cuando Nicmer afirma que “Hoy, como en la IV República, quien gobierna es la impunidad,…” puede entenderse perfectamente que el nuestro es un “gobierno” cómplice de los corruptos; más aún cuando afirma luego: “… la gobernabilidad soportada sobre la base de una lealtad de sectores militares, que en algún nivel, lamentablemente son cómplices tanto de las importaciones fraudulentas como del contrabando…” Esto es igual a decir que la mayoría de nuestros militares son corruptos, ya que la gobernabilidad no puede soportarse sobre la base de una minoría militar; y como para reforzar esta suposición, termina ese párrafo diciendo, a modo de anécdota: “…sabemos que también existen sectores militares leales al legado del Presidente Chávez que luchan internamente porque esta situación de deterioro no se incremente.”. Algo así como que hay unos cuantos militares que no son bandidos, pero es obvio que no son ellos los que “sostienen la gobernabilidad” ¿Será ésta una crítica o un vulgar ataque; corrijo: o un ataque vulgar?

Hay que preguntarle a Nicmer, a quiénes se refiere él cuando dice: “Hoy la única salvación no es económica, la solución es ética, pero la ética parte de hechos concretos con base en valores profesados, y lamentablemente hoy la credibilidad de quienes tienen las responsabilidad y la capacidad de realizar hechos concretos con base en el legado del presidente Chávez y del socialismo bolivariano, está mellada por estilos de vida, opulencia y acumulación de capital que no permiten confiar en ellos.” Los que tienen la responsabilidad y la capacidad de realizar hechos concretos, para “salvarnos” con base en el legado de Chávez, tienen que ser los altos funcionarios del gobierno (Nicolás, los ministros y los demás altos funcionarios de las otras ramas del Poder Público). ¿Se referirá a todos ellos, Nicmer? ¿Todos ellos viven en la opulencia y acumulando capital? Si eso es así, Nicmer maneja más información que la CIA, para conocer los estilos de vida y las cuentas de los altos funcionarios de Estado. Pero eso sí, no denuncia a nadie en particular sino que lanza esa bola al mejor estilo de Nelson Bocaranda. Volvemos a preguntarnos: ¿Eso es una crítica?

Finalmente Nicmer cierra con broche de oro su artículo, en el siguiente párrafo:

“Una Auditoria Pública Ciudadana, aplicada a toda la asignación de divisas desde la vigencia del control de cambio, atribución de responsabilidades de quienes han desfalcado a la nación con containers llenos de agua no potable o escombros, repatriación de capitales, incautación de bienes en territorio venezolano, aunque no será suficiente para compensar el desfalco, lo que si será suficiente es para saciar la sed de justicia e igualdad que clama el pueblo venezolano. Después de eso, podemos hablar de unificación cambiaria, aumento de la gasolina, etc., pero si lo aplican antes de tener legitimidad, amárrense los pantalones, porque este pueblo es paciente, pero  cuando se arrecha, no perdona.”

Lo de la Auditoría Pública Ciudadana la he escuchado y leído mucho de la gente de Marea Socialista, sólo que nadie explica en detalle, cómo funcionaría eso: quiénes serían los auditores; cómo se escogerían; quién los escogería. Cosas como esa, no están claras, más allá del uso a modo de proclama de esa figura; y no estaríamos hablando de cualquier cosa, ya que según lo dicho por Nicmer, en ese párrafo, sería luego de esa auditoría, que el Gobierno Nacional podría implementar algunas medidas económicas necesarias y corregir otras, pues de lo contrario tendría que amarrarse los pantalones “…porque este pueblo es paciente, pero  cuando se arrecha, no perdona.” Bueno, era de esperarse que después de tanto “ataque”, finalizara con una amenaza.



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Juan Carlos Valdez


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