Intervención en la reunión del Comando Político Ampliado del PSUV en el Estado Vargas

Análisis de coyuntura

Se me ha dado la oportunidad de abrir esta reunión con el ya tradicional análisis de coyuntura.

Hace tiempo que vengo reflexionando en la utilidad de esta suerte de prólogo que me parece se ha ritualizado entre nosotros, en la medida en que se circunscribe a la repetición de tópicos que mejor pudiera relatarlos Walter Martinez y que se asemejan a eso que en radiodifusión se denomina “la cortina musical“, que se coloca antes de iniciar cualquier el evento.

Recordar de vez en cuando que estamos bajo la mira del imperialismo norteamericano, que el Sistema Mundo Capitalista codicia nuestras exhuberantes fuentes de energía (petróleo, agua, viento y ahora sol), que constituímos un peligroso ejemplo y liderazgo para lo que hasta ayer fué el patio trasero de los gringos; que tenemos en casa a los operadores políticos de todas esas fuerzas que nos adversan (Majunches, oligarcas, godos o dicho en castellano antiguo, para darle un poco de elegancia al adjetivo: “Hi de puta“), són verdades cuasi evidentes que si acaso es necesario repetir, no es o no debería ser en este escenario donde estamos reunidos lo mas granado, lo mas comprometido, lo mas lúcido y revolucionario de este partido ¿No es así, compatriotas?.

En todo caso, mas que en estos espacios, son verdades a difundir en la calle para seguir la receta del poeta Miguel Hernandez:

“...y cantar, y repetir a quien escucharme debe, cuanto a tierras, cuanto a penas, cuanto a pobres se refiere“

Como voy a intentar darle a este espacio que se me concede, un contenido que a mi juicio puede ser provechoso para todos, he hecho el esfuerzo de poner por escrito mis ideas, no vaya a ser que en algún momento la lengua se me ponga autónoma y diga cosas que no estén suficientemente razonadas. Algo que por lo demás es bastante común entre nosotros, como pudo comprobarse en algunas reuniones anteriores.

Para empezar, quiero citar textualmente al compatriota de La Patria Grande, Raul Zibechi cuyas palabras hago mias:

En su libro “América Latina: Contrainsurgencia y pobreza“, nos dice:

“El debate nos hace fuertes y nos hace libres... el sentido común lleva a criticar al enemigo, a la burguesía, al imperialismo... pero raras veces encontramos autocrítica. Sin embargo no veo otro modo de crecer: avanzamos cuando somos capaces de desprendernos de aquello que hemos interiorizado de nuestros opresores. Es un paso doloroso, tenaz, difícil, incierto. Es autonomía; ni mas ni menos.“

A mi juicio la estructura del discurso en esto que se ha venido llamando “Análisis de coyuntura“ nos remite siempre a una suerte de inventario de los males que aquejan al género humano, primero, a nuestra región despues y a nuestra patria en última instancia, aunque casi nunca hay tiempo de aterrizar en lo local, en lo cotidiano de nuestro entorno, donde a mi entender nos encontraríamos con nosotros mismos y se terminaría admitiendo que alguna responsabilidad tenemos sobre los males que nos aquejan. Tezcatlipoca, el dios azteca de los infiernos lleva en el pecho un espejo mágico que tiene la virtud de enloquecer a los hombres, porque en el pueden verse “como realmente son y no como quisieran verse“

Autocrítica pues, camaradas, es lo que este partido está reclamando a gritos, autocrítica tanto mas descarnada, tanto mas profunda, tanto mas honesta cuanto mas alta sea la posición en que la historia nos ha colocado. Solo así recuperaremos la voluntad de ese pueblo que nos abandonó el 14 de abril.

Recientemente publique en Aporrea un trabajo que seguramente leyeron algunos de ustedes y que no voy a cometer el abuso de leer en este momento, pero me permito rescatar algunas ideas que propongo para el debate honesto entre nosotros, porque creo que tienen mucho que ver con la evidente pérdida sistemática de legitimidad que viene sufriendo este partido, por lo menos desde las elecciones del año 2006

62,58%
55,25%
50,61%

Del 14 de abril hasta la fecha se han puesto sobre el tapete las mas diversas explicaciones a este fenómeno incuestionable de la realidad política y seguramente cada una de ellas retiene un fragmento de la polimorfa verdad, por lo que sería un error eternizar una discusión vizantina sobre cual de las hipótesis debe prevalecer, de modo que yo solo agregaré una que me parece relevante porque atañe a la responsabilidad de nuestro partido.

El partido ha sido hasta hoy una simple fuerza de tarea al servicio del Gobierno aunque solo sea porque quienes estan al frente de ese gobierno estan simultáneamente al frente del partido.

Esa relación “incestuosa“ ha impactado negativamente en la percepción que el pueblo tiene de nosotros, de modo que a mi juicio es claro que debemos invertir la actual relación Partido-Gobierno, para situarnos a la vanguardia de los justos reclamos del pueblo, frente a nuestro Gobierno: Lease bien, frente al Gobierno, sin contemplaciones ni temores de que nos vayan a etiquetar como “contrarrevolucionarios“ o cosas peores.

No está de mas señalar que ese rol frente al Gobierno, hoy está habilidosamente secuestrado por la oposición, porque –no seamos autistas- muchas cosas que el “majunche“ enarboló como bandera, no eran mentira o eran medias verdades (demagogia):

El desastre en los servicios públicos, que no siempre se puede abonar al perverso sabotaje, entendido este como una acción externa: Agua potable, disposición de escretas, aseo urbano, transporte público, son deficientes sin necesidad de explicarlos por el sabotaje, a no ser que en el sabotaje incluyamos la arrogancia e indolencia de los órganos del gobierno encargados de velar por estos.

El desabastecimiento de productos y la falta de respuesta del Estado, no solo como garante de la alimentación popular, terreno donde es justo reconocer que ahora se hacen esfuerzos que esperamos rindan los frutos necesarios. Nos referimos sobre todo a la ausencia de un castigo ejemplarizante, no al infeliz dueño de la bodega, sino a las mafias internas, sin las que no sería imaginable por ejemplo concretar el contrabando de extracción o la oferta en la economía informal de productos desaparecidos por meses de bodegas y automercados. Los grandes grupos empresariales que todos conocemos, gozan de una impunidad obscena (Grupo Polar, Grumma, Cargil, et alia). Por años sabemos que el Estado ha confiado el abastecimiento de rubros esenciales a estos grupos poderosos, y no resulta fácil creer que en catorce años de proceso no hayamos sido capaces de prescindir de ellos.

La especulación y la lenidad con que el Estado la confronta, va mas allá de una simple negligencia burocrática. Sencillamente, el gobierno está invadido de sabandijas y ratas que se valen de sus respectivas funciones en beneficio propio, bajo una infinita gama de artimañas, pero quien realmente pudiera darle un parado a este fenómeno –el pueblo- solamente está presente en el discurso.

Eso que llamamos “ultraderecha“ en un intento de magnificar el horror que nos produce, quiza no sea sino la forma mas ingenua, mas benigna, por frontal y virulenta (Guerra avisada no mata soldado), de confrontar al pueblo. Mas insidiosas y eficaces son las acciones desmovilizadoras que se ejercen desde el propio Estado bajo un ropaje revolucionario que destruye conciencias con la acción disolvente del asistencialismo.

Mi preocupación central en estos momentos, es que el Partido se está “autosuicidando“ (sic), al entregarse dócilmente en brazos del Gobierno, y por el momento es el único instrumento que tenemos para confrontar a un mundo poderoso que nos hostiliza. Esta afirmación suele malentenderse como la expresión de una contradicción antagónica entre gobierno y partido, cuando solo se trata de señalar que son dos instancias con roles claramente diferenciados, que en función de coyunturas concretas, pueden ser complementarias o antagónicas, pero que se necesitan mutuamente para enderezar el rumbo, para dar a tiempo un golpe de timón como nos lo exigió nuestro llorado comandante a las puertas ya de la eternidad.

Es nuestro caso, que hemos intentado el avance de una revolución sin rebasar los cauces institucionales de la democracia burguesa, por lo tanto el Estado tiene la obligación de mediar entre todos los vectores antagónicos que por necesidad se generan en el seno de cualquier sociedad, siempre en busca de la esta-bilidad, del estatu-quo. Bajo esa óptica debe interpretarse por ejemplo la reunión del gobierno con el grupo Polar, factor de poder que puede adversarse pero no puede ignorarse... sería una torpeza mayor aún a la que ya cometimos de no haberlo sustituído a tiempo, que tiempo tuvimos de hacerlo como ya dije.

Para resumir, no comentaré los últimos rebuznos de Obama ni el ridículo de Corina en Colombia o la abyecta baba venenosa que destiló Ledesma en Miami. Hablar del estado deplorable del mundo no pasa de ser un vulgar lugar común. Nuestra querida, contaminada y única nave espacial, arde por los cuatro costados y no va a dejar de hacerlo porque nosotros nos dediquemos a inventariar esos desastres.

Gracias por su paciencia, camaradas

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE


cajp391130@yahoo.es


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Pedro Calzada


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