Las expectativas del regreso

Inmensa alegría cunde hoy entre el pueblo chavista ante la sorpresiva pero previsible llegada del Comandante Hugo Chávez al país, suceso que renueva las esperanzas que tiene la mayoría del pueblo venezolano en torno a la posibilidad de que pueda hacerse cargo de la dirección del país y de la Revolución en un tiempo perentorio.

Creo que no me equivoco al presumir que una parte importante de nuestros camaradas piensa que mañana el Comandante aparecerá en el balcón del pueblo y dará uno de esos encendidos discursos a los que nos tiene acostumbrado y que tanta falta hace desde algún tiempo.

Vaticinar que tal cosa será así es un error y quienes alimentan estas esperazas, desde nuestras propias filas –que los hay y bastantes- o desde la óptica opositora, pretenden unos propósitos que en nada favorecen al proceso bolivariano; del lado de la oposición se entiende perfectamente como parte de la dinámica política que vive el país; pero del nuestro no es comprensible qué quieren lograr quienes abrigan la esperanza de que como Chávez ya está aquí va a “mandar más que un dinamo” parafraseando a un miembro del gabinete gubernamental.

Los simpatizantes, militantes, adeptos, y todo aquel que apoya a la Revolución Bolivariana deben estar claros que el comandante no está completamente restablecido, que a pesar de que afortunadamente esta etapa de su enfermedad ha sido manejada con mucha mas transparencia –un acierto que puede endosársele a Ernesto Villegas y eventualmente a Nicolás Maduro- y hemos contado con información mucho mas precisa e incluso oportuna sobre la evolución médica de nuestro líder; no existen indicios terminantes para admitir que la recuperación total del Comandante es un hecho, ni mucho menos cuanto tiempo tomará para que su estado de salud sea el que todos deseamos.

Con respecto a esta particularidad, se nos presenta un cuadro que resulta un poco desfavorable para la opción bolivariana; hace un par de meses especulaba sobre una eventual ausencia permanente de Chávez (http://www.aporrea.org/ideologia/a1 56806.html) y la actitud que el pueblo bolivariano debería –de acuerdo a mi humilde juicio- tener ante dicha eventualidad. Hoy sabemos que en contra del deseo de los grandes conglomerados mediáticos y poderes oligarcas nacionales e internacionales, Chávez no solo está vivo, sino que además muestra señas de recibir un tratamiento sobre el cual de acuerdo a la información oficial suministrada y las últimas fotografías facilitadas parece dar buenos resultados. No obstante ello, Chávez es un ser humano igual que nosotros (claro, con una voluntad, ejemplo, sagacidad política y éxito como estadista que muchos aclamamos) y por lo tanto, es previsible también que para su total restablecimiento requiera del tiempo que sea necesario y justo es decirlo también, ese es un tiempo y una coyuntura (sobretodo la económica) bajo el cual es inapelable la presencia de un dirigente que pueda hacerse cargo a tiempo completo.

Esto último ciertamente puede causar incomodidad en nuestras filas, esperamos con todas nuestras esperanzas que el Comandante recupere plenamente su salud y que asuma el liderazgo que históricamente le ha sido reservado el cual garantiza sólidamente la continuidad de la Revolución Bolivariana y la profundización de los cambios que se vienen propulsando desde hace catorce años; esta tarea no es fácil si consideramos la delicada circunstancia en la que se debate el mundo actualmente, por un lado, transitan los procesos de cambios en todo el planeta, especialmente en América Latina: un par de semanas atrás se le entregó la presidencia de la CELAC a un “paria aislado” como Cuba, cosa impensable hasta hace poco tiempo; y apenas ayer el pueblo ecuatoriano ratificó a Rafael Correa al frente de los destinos del Ecuador, dos hechos muy recientes que ratifican la voluntad de este subcontinente de desligarse de los poderes imperiales del norte y avanzar bajo una agenda propia, sobre la cual la Revolución Bolivariana es una guía indiscutible, y el Comandante Hugo Chávez quien mejor conduce este timonel. Por otro lado, se nos advierte bajo la forma de “intervención humanitaria” o cualquier otro eufemismo estúpido las descaradas intervenciones en Mali (hecho sobre el cual ni siquiera nuestro sistema nacional de medios públicos se ha tomado la molestia de profundizar lo suficiente); y la tirantez en torno a la situación en Siria, advertencias que constituyen una amenaza real ante la negativa que nuestras naciones hacen frente a la intervención de los grandes grupos oligopólicos del mundo capitalista, espejo que de forma contraria podemos ver en toda Europa e incluso los Estados Unidos, cuyas políticas hambreadoras implementadas en dichos países han logrado detener momentáneamente la hemorragia, pero no el mal que aqueja al capitalismo mundial.

Por lo tanto, es recomendable prepararnos para cualquier coyuntura, las fuerzas del capitalismo mundial están desatadas y su voracidad se intensificará en la medida en que la economía vaya estrangulando su modelo económico, nuestro enemigo principal no es la oposición lacayuna venezolana, cuyo mayor patrimonio político son sus destempladas y poco inteligentes declaraciones ante la situación del país, su falta de agenda o proyecto político, la hipocresía e irrespeto ante la enfermedad de un ser humano y la aflicción de sus partidarios y su falta de cálculo y oportunidad política para aprovechar los reveses y debilidades innegables del chavismo; este no es el enemigo, al contrario, nuestro mayor adversario es interno y se refleja en las trincheras donde nuestros dirigentes han arteramente fallado en sus obligaciones y defraudado la confianza depositada por el pueblo bolivariano, (recordando a Trujillo, por ejemplo…); y solo podemos derrotarlo con unidad, honestidad, trabajo y el seguimiento fiel a las directrices que el Comandante realice o haya manifestado. Así como debemos aceptar su convalecencia, también podemos preveer que ésta no es una inhabilitación, es previsible y deseable que en los próximos días o semanas se nos esté informando sobre la evolución del primer mandatario nacional, debemos estar mejor preparados para asumir cualquier escenario, pero sobretodo debemos comprometernos con la tarea de avanzar y profundizar esta Revolución que es faro del mundo; el regreso del Comandante resulta un muy buen auspicio, pero con o sin él la tarea debe completarse y buena parte de las directrices para ello ya han sido señaladas.

juangomez44@hotmail.com


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Juan Gómez Muñoz


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