Crecimiento intelectual en Sudamérica

Después de la independencia formamos las Repúblicas a partir de una continuidad desmembrada que no universalizo ni la educación ni la salud, doctrina peligrosa y falsa nos pasó factura, hoy, los pueblos revolucionarios desean evitar se continúe con la oscuridad de la ignorancia y con la manipulación de la demagogia política.

Uno de los males de Latinoamérica es el intelectual y la falsa plenitud que consolido la demagogia política que se remonta a los más grandes problemas el colonial y su herencia feudal, con ellas surgieron instituciones culturales y comerciales de todo tipo patrocinadas en Europa, Asia, Medio Oriente, EEUU; universidades privadas alcanzaron mucho prestigio como el comercio su mayor pico especulativo terminaron afectando la cultura del latinoamericano.

En América Latina las universidades públicas son el monopolio del Estado, muy pocos accedían a la educación superior hasta que llego la revolución que está mejorando el conocimiento para todos sin distingos de raza, religión o clase social. Impedimentos políticos culturales con ropaje de autonomía todavía persisten en nuestra educación y región una de las más desiguales del mundo.

Es como si las revoluciones en el Sur de América hubieran llegado recientemente, las revoluciones de los siglos XIX y XX solo tomaron conciencia con las revoluciones del siglo XXI en parte porque se están consumando procesos largos que indiscutiblemente han mejorado el conocimiento de los pueblos por la masificación y gratuidad de la educación más el cambio en la cultura política nos ha distanciado de la palabrería fácil y de la irresponsable verborrea.

Socialismo del siglo XXI nacido en Venezuela, no solo busca la unidad de la región para resolver las necesidades de la pobreza y desigualdad de nuestra gente, proyecto irresistible para la empresa revolucionaria. El socialismo del siglo XXI en estos años ha permitido el intercambio de jóvenes poetas, escritores, analistas, torrentes de información y de estudiantes fluyen al presente en una dirección sur-sur con nuevas visiones de economía, ecología, ciencias sociales y políticas, arte, agricultura, ciencia y tecnología que mejoran el nivel cultural de la región.

Esta transferencia de conocimiento fuera del conservadurismo y convencionalismo de esas universidades llenas de profesores provistos de buenos ingresos y respetados como burgueses la investigación científica languidecía y el pueblo sufría en silencio por la oscuridad en la que se quedó por tanto tiempo muriendo en la pobreza material y mental.

Puede considerarse seguro que las revoluciones en su búsqueda de nuevos modos de pensamiento y de expresión se volverán cada vez hacia las raíces latinas. Hay que agradecer el conocimiento europeo y estadounidense brindado, pero, de ahí, el idealismo socialista hará su aparición cultural de otra manera más autóctona de la específicamente estadounidense.

La explicación de un proceso revolucionario necesario aunque descuidado en la cultura y en lo científico, que son los medios por el que se obtienen nuevas ideas que ayudan a la percepción, a la consciencia y a la ética, especialmente para los jóvenes, cuando el equivalente de las guerras se intercala con la explotación y contaminación del universo; hasta hoy, no había la conciencia suficiente para relacionar la tecnología con ellas porque esta se aparta sutilmente con la inmoralidad.

La cultura participativa del pueblo cambia la economía política, el derecho judicial, las religiones, el arte, todas han de ser reconocidas por sus propios métodos naturales con más resultado; más la vida no es solo ciencia es también actividad estética y moral, permiten que las sociedades entre en un proceso de reconocerse a sí mismas y más allá de esto sirve para un propósito único porque todas las cosas son en esencia consciencia qué asciende desde lo material hasta Dios.

El idealismo está apareciendo con nuevas formas, sin embargo, se requiere una actitud realista con el planteamiento lógico de la industrialización que necesitan nuestros países. Intercambio de tecnología y proyectos de ciencia buscan nuevas formas de pensamiento que tomaran lugar en vez de las viejas generalidades porque los procesos revolucionarios tienen su atractivo en la riqueza de la creatividad, sus verdaderos poderes, esta abundancia de nuevas ideas aportan en el conocimiento y muchas de ellas todavía no son tan comprendidas del todo, menos explotadas.

Fuera de Brasil y Argentina, la región es declarada informalmente no nuclear, lamentablemente falta liberarnos de la guerra sucia y de la injerencia estadounidense, pero, el conocimiento, la educación significan otra cultura para la elevación del pueblo para que pueda entender la profundidad de su pensamiento y transformar la sociedad para ofrendar la verdad en el altar del cambio.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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