Mas allá de lo aparente las conductas que vi en el público motivan esta reflexión:
Primero, “todos están llevando el doble”, si una familia por lo general compraba uno o dos litros de aceite para su consumo mensual no resistió la tentación de llevar el por si'acaso, además se acordó de su mamá, de su hermanos y hermanas, consecuencia de lo cual, si no había restricción por persona, aumento la compra por lo menos el doble.
Segundo, vi familias aprovechando y llevando otros productos que también experimentaron escasez similar en el pasado reciente, como en el caso del papel sanitario, que ahora pasaron de paquetes de 4 unidades a paquetes de 12 unidades mayormente, así se está obligando sutilmente a aumentar el consumo más allá del real. Pasó con la azúcar, con la margarina, con la harina de maíz precocida, con el arroz, podríamos decir que esta situación se hizo evidente desde el 2008 cuando se intento el sabotaje o “golpe alimentario” .
Tercero, es muy probable que haya aumentado el consumo del venezolano, pero ¿Cuánto de este cambio de conducta en el consumo no es inducido?.
De la reflexión surgen la siguiente hipótesis:
Hipótesis I
“Esta conducta no es racional, esta estimulada por el temor, por el medio que distorsiona la percepción y el comportamiento”
Esta hipótesis nos lleva a plantear las siguientes:
Hipótesis II (manipulación priming)
“Se estarán manipulando los referentes o constructos que yacen en el inconsciente colectivo del Venezolano vinculados con situaciones de hambruna vivenciadas en el pasado, gobiernos dictatoriales del pasado, en la guerra federal o en guerras civiles llamadas “revoluciones” del siglo XIX o aun más atrás en las guerras de independencia, para disparar las emociones, conductas y percepciones asociadas? ”
Hipótesis III
“Será una nueva estrategia de mercadeo para aumentar las ventas y preparar al consumidor para un aumento de precios, donde la desaparición de los productos de primera necesidad y su posterior aparición, con toda la cobertura “amarillista” de los medios de difusión masiva forman parte de un plan bien orquestado?”
Esta revolución aun no comienza, en cierta manera hoy es un acto más de fe que racional, su sustento es emocional, se está en el proceso de transición que nos ha permitido ir colectivamente elevando nuestro nivel de consciencia, afinando la percepción para visibilizar las contradicciones y la raíz de los problemas estructurales en lo económico, político, social y cultural -lo que Marx y Engels dirían identificar la plataforma de lucha-; estamos mejorando nuestro pensamiento crítico que nos ayudará a plantear soluciones a estos problemas para así alcanzar el nuevo orden, la nueva sociedad, el nuevo sujeto social, hombre y mujer, que hagan de la revolución un realidad material y concreta.
Hay que ponerle atención a estos detalles, superar la doxa, ir más allá de lo superficial y simplista, pues las consecuencias de ellos se van acumulando y en determinado momento pasan un umbral y se manifiestan como cambios cualitativos en la emocionalidad, en tales tales circunstancias de nada servirán los progresos en el avance de los indicadores del PIB o el IDH, en el índice de desigualdad GINI, en los índices que miden inflación, etc., todos indicadores macro económicos y abstractos que nadan dicen al mundo sensible, el de la papa!, el del día a día; seremos sorprendidos en los cambios abruptos de tendencia en la popularidad del proceso y del líder-presidente, poniendo en peligro la revolución y el triunfo de las batallas porvenir. Experimentaremos en carne propia la primera ley del materialismo dialéctico, pero puede que a un costo muy alto.
De ser cierta la hipótesis II, la estrategia de abastecimiento de las grandes productores de alimentos es más que económica es política, mucho más compleja y de alto vuelo, con lo cuál nuestras acciones correctivas y preventivas como gobierno deben estar en correspondencia.
El socialismo es el camino, pero hay que construirlo colectivamente en el mundo real, asumiendo los costos de los errores y de los aciertos, sólo así se aprende y se adquiere confianza!.
