Los 108 años del Zumaque I y su savia negra

En el campo Mene Grande de la Costa Oriental del Lago, en el estado Zulia, sube y baja el balancín del pozo Zumaque I, extrayendo la savia negra del subsuelo, que insertó a Venezuela en la economía petrolera, con una producción simbólica y al mismo tiempo significativa, acumula más de 700.000 barriles de petróleo producidos, como lo indican los registros históricos del mismo. Actualmente, con 18 barriles promedio al día, es el activo petrolero de mayor antigüedad y aunque su campo se encuentra en fase madura de explotación, continúa siendo referencia mundial para indicar que Venezuela fue pionera en el desarrollo comercial del petróleo desde que comenzó a usarse comoio energía en el mundo.

El inicio de la revolución industrial y la eficiencia energética del combustible oscuro, llevó a los países más pudientes a establecer sus estrategias hegemónicas por el dominio y apoderamiento de estos recursos en el planeta, Venezuela con vastas acumulaciones hidrocarburíferas, dejaba brotar petróleo a superficie de manera natural en sitios conocidos por los indígenas como menes, evidencias claras para que a finales del siglo XIX, el país comenzara a ser asediado por intereses extranjeros y con la venia de gobernantes serviles a las empresas depredadoras, fuese saqueada por grandes trusts petroleras internacionales conocedoras del negocio, que sacaron ventaja en la explotación irracional del hidrocarburo fósil para satisfacer las demandas del combustible que comenzaba a tener auge después de la Primera Guerra Mundial.

 

Pozo Zumaque I
Fig. 1. Balancín del pozo MG-1 (Zumaque I).
Fuente: Fotografía propia 2019.

Con el beneplácito de Juan Vicente Gómez, en el año 1911 entran al país especialistas en estudios geológicos para hallar petróleo en todo el territorio venezolano, los mismos generarían para 1914 un informe explicito contentivo de parcelas/lotes para la explotación petrolera, pero puntualizaban en la recomendación de la perforación de un pozo exploratorio, cuyas coordenadas se ubicaban en el Cerro conocido posteriormente como La Estrella, parcela Zumaque, cercana al pueblo Mene Grande. Estos espacios geográficos estaban cedidos a la Caribbean Petroleum Co., filial de la Royal Dutch Shell en Venezuela, que dos años antes, el intermediario imperial Rafael Max Valladares, había adquirido y traspasado la concesión de exploración de hidrocarburos a una de las llamadas siete hermanas, avalada por el Gobierno de Gómez.

A principios del año 1914, con menes que daban indicios del potencial que yacía bajo el subsuelo patrio, yunta de bueyes acercaban a lo alto del anticlinal los equipos de perforación a percusión, donde obreros venezolanos sin ningún tipo de experiencia en la construcción de pozos, eran guiados por los "musiúes", quienes con pericia y cargados de prepotencia y arrogancia ordenaban el trabajo duro, continuo de golpear la corteza terrestre hasta alcanzar el oro negro que brotaría por el Zumaque e iniciaría la era de la producción comercial en el país, a partir del 31 de julio de 1914, tal como se lee en la placa conmemorativa ubicada en el pozo en la actualidad.

Fig. 2. Obreros petroleros trabajadores del Zumaque I.

Fuente: Cine Archivo Bolívar Films.

Para esa época Venezuela aún no disponía de un basamento jurídico que regulara la actividad, mucho menos personal técnico que rigiera las riendas de la industria naciente, condiciones que favorecían al capitalismo petrolero que comenzaba a imponer las bases de la dominación, sin ejército invasor, extraerían riquezas, con exorbitantes ganancias para el presidente de la empresa petrolera anglo-holandesa Henri Deterding, que sin ninguna preocupación ni remordimiento usaría para financiar al Partido Nazi y el holocausto propiciado por el dictador Adolf Hitler y colaboradores.

 

Pozo Zumaque I

Fig. 3. Cabria de perforación sobre el pozo Zumaque. Fuente: Archivos fotográficos originales del Prof. Francisco Rivas.

Con actividades excluyentes y devastadoras, la trasnacional continuó las perforaciones y puesta en producción de nuevos pozos, cambiando la panorámica rural y silvestre de la zona a campo petróleo, transformando una economía agrícola, donde los campesinos se convertirían en los primeros obreros petroleros. El éxito de la trasnacional con un negocio tan lucrativo y poco controlado por el Gobierno, le permitió maximizar sus ganancias y construir la Refinería San Lorenzo, ubicada en el municipio Baralt del estado Zulia, iniciando operaciones el 17 de agosto del año 1917, con una capacidad de dos mil barriles diarios de crudo del campo Mene

Fig. 4. Refinería San Lorenzo. Fuente Cine Archivo Bolívar Films.

El Zumaque I dejo de ser administrado por trasnacionales el 1 de enero de 1976, cuando el pozo sirvió de epicentro para los actos de la mal llamada nacionalización de la industria petrolera, en este momento el sexagenario pozo, así como demás activos de la Royal Dutch Shell en Venezuela, pasaron a ser propiedad de la nueva empresa Maraven, filial de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), luego para el año 1997, en el marco de la llamada Apertura Petrolera en la III Ronda, mediante la figura de Convenio Operativo el campo Mene Grande, comienza a ser operado por la compañía española Repsol YPF Venezuela S.A.

Fig. 5. Locación del Pozo Zumaque I, acto del 1 enero de 1976. Fuente: Sitio web Pinterest.

Con la llegada del Gobierno Bolivariano que gestó el Comandante Hugo Chávez Frías, se establecieron las políticas por consolidar la Soberanía Petrolera, desde la concepción de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, se fortaleció el basamento jurídico para la explotación de los recursos hidrocarburíferos, que mediante las aprobaciones de una serie de documentos legislativos progresivos se establecen los mecanismos para la Verdadera Nacionalización del año 2007, con el rescate absoluto de la Faja Petrolífera del Orinoco, bautizada en Revolución con el nombre del Gigante Eterno "Hugo Chávez Frías".

No obstante, un año antes el 18 de abril de 2006 se sancionó la Ley de Regularización de la Participación Privada en las Actividades Primarias, quedando extintos los Convenios Operativos, pero estableciéndose las garantías necesarias para la migración a Empresas Mixtas, conforme al nuevo marco regulatorio, el campo

petrolero pasó a ser operado por Petroquiriquire S.A, conformada por; la Corporación Venezolana de Petróleo con 56%, PDVSA SOCIAL S.A. 4%, y Repsol YPF Venezuela S.A. con 40%, el control ahora es del Estado, al retomar las operaciones en las áreas y ser accionista mayoritario.

Desde el comienzo de la Revolución Bolivariana el Gobierno asumió una política petrolera soberana en defensa del pueblo venezolano, derrotando los intentos golpistas de los apátridas, que financiados por el imperio norteamericano han pretendido apropiarse de los recursos hidrocarburíferos de la Nación, sin embargo, en Unión Cívico-Militar, armados de valor, el Estado recupero la industria petrolera, fortaleciendo el régimen jurídico para lograr la captación de ecuánimes ingresos por la explotación de los recursos y lograr la justa distribución de la renta para el desarrollo socioeconómico del país y la dignificación de los venezolanos.

Hoy, 108 años después; el Zumaque I, titán de hierro vestido de tricolor; continúa en movimiento llevando a superficie energía usada en el desarrollo económico y social de Venezuela, siendo un referente de nuestra historia e industria petrolera y un faro de luz para todos los héroes y heroínas que conforman la clase trabajadora petrolera, gasífera y petroquímica; quienes con su

Fig. 6. Pintura en óleo del Zumaque I (2022), realizada por el trabajador petrolero y artista José Torres, oriundo de la Fría Estado Táchira.

espíritu inquebrantable de lucha suman su mayor esfuerzo en aras de impulsar la industria de los hidrocarburos a pesar de las sanciones criminales impuestas sobre el país y que repercuten  directamente en la industria petrolera nacional, la gran incertidumbre que ensombrece el crecimiento económico mundial post pandemia, así como la crisis energética que se suscita en gran parte del planeta.

La actividad productiva de este balancín nos sigue llenando de aliento, impregna de nacionalismo e impulsa a continuar trabajando día a día por la custodia y defensa de la industria hidrocarburífera nacional, para que las venezolanas y venezolanos continuemos con la administración y explotación en condiciones justas de nuestros recursos energéticos, sigamos siendo hoy y para siempre, garantes de la Soberanía Petrolera, solo posible con la permanencia de la Revolución Bolivariana liderada por el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros.



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