La energía solar es un fraude

En estos días un amigo me preguntó si podía alimentar un aire acondicionado, diez bombillos, una nevera, un equipo de sonido y algunas computadoras usando celdas solares, pues en la finca donde tiene todo eso, solo tiene una planta eléctrica a gasoil, y con el problema de los combustibles se le ha hecho difícil adquirirlo.

De inmediato sonreí y tuve que decirle que no, que con celdas solares solo podía alimentar la iluminación y la nevera, y si pretende sumar las computadoras, debía colocar un área de celdas solares de 50 metros cuadrados, además de un banco de baterías de litio. También le informé que debía comprar unos aparatos electrónicos llamados inversores pues no es solo sol lo que necesita. Ah, ni hablar como arrugó la cara cuando le dije que se olvidara de los aires acondicionados.

¿Cuánto seria el gasto? Preguntó. Y yo le dije como 2000 dólares; a lo que respondió, con un tono de reproche, la energía solar es un fraude.

Debo aclarar que la energía solar no es un fraude, lo estrictamente correcto es que todavía no hay la tecnología para aprovecharla totalmente y nuestras necesidades superan la cantidad que realmente ofrece.

Las celdas solares son unas sustancias químicas que producen una cantidad de corriente eléctrica todavía muy pequeña, para tener una idea, con un metro cuadrado de celda solar y con un sol de tarde toldada, apenas se puede encender un televisor. Si necesita encender una cocina eléctrica de una sola hornilla para hervir agua y hacer café, necesita unos 10 metros cuadrados de paneles solares con un sol tan fuerte, que a lo mejor el agua se pueda hervir poniéndola al sol con una buena lupa. Y hablamos de los paneles solares de última generación, que si bien es cierto han mejorado mucho y en la información técnica ofrecida están por encima de lo aquí comentado por mí, la verdad verdadera es que no todo lo que ofrecen es cierto.

La energía eléctrica, la hidroeléctrica, es una bendición del creador, no hay nada más eficiente ni más seguro. Tal vez la termonuclear pueda competir por el hecho de no tener que construir una represa, pero, en definitiva, la hidroeléctrica es más segura.

Mi amigo encogió de hombros, y sus sueños de energía solar fueros sustituidos por el anhelo de llevar un tendido eléctrico hasta su finca. Ahora sueña con una instalación trifásica, por supuesto conectándose a la red que surca la margen derecha de la carretera, tal vez sean tres kilómetros nada más, esa instalación podría significar diez veces lo que pensaba gastar en energía solar, pero puede alimentar todo y crecer, instalar maquinarias, ampliar la vivienda, y hasta darse lujos, y, en el caso de fallar el servicio, solo tiene que hacer el reclamo, pues para eso pagará su factura, única responsabilidad que le toca….No, perdón, no es así. Por supuesto que debe pagar el servicio eléctrico, pero también debe utilizarlo de manera razonable, pues la energía hidroeléctrica es una bendición del creador que tan solo tres generaciones de seres humanos hemos conocido y disfrutado.

Hoy, con las circunstancias que nos ha tocado resistir como país, para legar a nuestros hijos la independencia y soberanía que heredamos todos, inclusive los que han perdido la inteligencia, para no hablar de la dignidad, el servicio eléctrico y en general todos los servicios se han visto afectados; los recursos han mermado y, así como la corporación eléctrica debe optimizar su recursos, nosotros también debemos optimizar el consumo, pues todavía disfrutamos de más disponibilidad de energía eléctrica que muchos países del mundo, en donde no hay un rio Caroní, ni un gigantesco estado Bolívar, deshabitado, en donde inundar 300 km2 para crear un lago artificial no representa ningún problema.

Pero no solo se necesita agua, también se requieren instalaciones mejor mantenidas, más tendidos eléctricos para incrementar la distribución, más plantas generadoras para cubrir más regiones del país y muchos seres humanos que, como personal técnico , atiendan eventos luego de tormentas, fallas por instalaciones improvisadas, sobrecargas por instalaciones no previstas, daños por sabotajes, o para parafrasear, por "auto-sabotajes", pues si hubo un estúpido que se autoproclamo presidente para autorobar a su país, también hay estúpidos que creen que autocausandose daños y sufrimientos van a conseguir votos electorales…bueno, mejor me auto contengo y finalizo.

En resumen, para que estas instalaciones soberanamente nuestras, sigan siendo energía inagotable y abundante, hay que valorarla, hay que ahorrarla, pues ni una planta eléctrica ni unos paneles solares, ni unos aerogeneradores privados pueden darnos lo que socialistamente podemos autodarnos como país.



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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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