Carta enviada a Eddie Ramírez

Respecto a su artículo “Repensar a Pdvsa”, quisiera compartir con usted mi opinión al respecto. Lo que me motiva a atreverme a contactarlo es la necesidad imperativa de que alguien de ese lado cambie finalmente de perspectiva. Por supuesto, esto delata el lado en que estoy. Pero pongámoslo de la mejor manera: ambos somos venezolanos y deseamos lo mejor para nuestra patria.

Primero que todo, los que deberían repensar son ustedes. Olvídese de PDVSA. La razón principal es obvia: Usted ya no pertenece a la empresa petrolera y se está tomando atribuciones que no le corresponden. Hay otra razón menos obvia: si sigue opinando, automáticamente (mas para mal que para bien), delata su afiliación. Opinando de esa manera lo relacionan con los sinvergüenzas del “vacío de poder”, con los “desobedientes” de Altamira y por supuesto con el paro “cívico”.

Meritocracia es tabú en Venezuela. Se que se refiere a ella desde el punto de vista estrictamente profesional. Sin embargo, la realidad es que en ella esta implícita la otra cara de la moneda.

Gracias a la “des-meritocracia” muchos se quedaron en el aparato socio-económico por la simple razón de pertenecer al legado familiar equivocado. Mientras tanto, por otro lado, otros muchos “heredaban” los méritos que los hacían merecedores de obtener la “gracia”.

Meritocracia es buena en los confines privados de un departamento de una empresa. Pero, meritocracia como bandera política en la sociedad venezolana, y en cualquier otro país subdesarrollado, es sinónimo de discriminación, clasismo y sectarismo. Vaya a Petare y pida que voten por usted porque va a traer de vuelta la meritocracia. Ridículo, ¿verdad? A veces es bueno ponerse en los zapatos de “esa gente” a quien conceptos como meritocracia no aplican.

Olvídense de esa palabra. Créame que los perjudica.

Cambiando de tema, sus planes para PDVSA parecen un delirio. Acepte la realidad y reconozca públicamente que el paro fue la mayor cagada histórica que jamás haya cometido gente supuestamente inteligente. En ningún lado le van a aceptar el argumento que tumbar gobiernos es un derecho constitucional. Claro, con la excepción de ciertas instituciones internacionales donde por intereses comunes, amistades, contactos, palancas, etc., le aseguraran que tiene razón.



Pero la verdad es irrefutable. El insistir en sentar semejante precedente me parece por demás irresponsable. Eso es algo que no le conviene a nadie. Imagine a tres operadores de una refinería que deciden sabotear las operaciones porque no les gusta el presidente de de turno.

El paro fue un error de proporciones históricas tanto ético como moral. Empiecen por reconocerlo. Los despidos fueron justificados. La faculta de cambiar gobierno no es un derecho de nadie en particular. Y si lo es, dígame sinceramente quien decide a quien le pertenece y en que momento lo puede ejercer. Lo que ustedes proponen es establecer una anarquía en Venezuela por lo que la mayoría, lógicamente, no está de acuerdo.

Usted dice textualmente, “Habrá que respetar a quienes ingresaron con credenciales y a los que ascendieron por mérito.”

¿De acuerdo a quién? Trate de definir “mérito” y dígame si no le da peso de conciencia. ¡Debería caérsele la cara de vergüenza! No digo que no sepan de petróleo pero, por Dios, el problema son los valores éticos.



¡A quién se le ocurre irse de huelga cobrando salario y encima llamar eso un “sacrificio” por la patria!

Todo eso debe reconocerlo públicamente para ganar algo de credibilidad. Usted dice, “Será necesario despedir, dentro de la ley, a los ineptos, a los corruptos y a quienes hayan violado normas y procedimientos.”

No lo acuso personalmente pero ya que habla en general, por favor mírese en un espejo. No se caiga a mentiras usted mismo. ¿Es que acaso hay normas y procedimientos legales para sabotear la principal industria del país porque no me gusta el presidente?

Siento mucho su desarreglo de valores. Ese es precisamente el peor enemigo de la oposición. Para progresar el primer paso debe ser reconocer los errores. Ustedes se niegan rotundamente.

Es su artículo indicó lo siguiente:

“Con respecto a los trabajadores despedidos por apoyar la convocatoria de la CTV y de Fedecámaras, que algunos erróneamente llaman “paro petrolero”, cabe recordar que ellos no lo decretaron y que si se hubiesen quedado en sus puestos hoy serían cómplices, entre otras cosas, de la transformación de una empresa orientada al negocio en una que sirve de herramienta política.”

Siempre me ha sorprendido la capacidad de ustedes para contradecirse y ahogarse mascando chicle.

Empecemos por definiciones básicas. A nadie despiden por “apoyar” a una “convocatoria”. Si la hubiesen “apoyado” mientras continuaban sus labores en sus respectivos trabajos, usted tiene razón. ¡No hay derecho a que despidan a nadie!

El problema es, por si no lo sabe, que ellos no se presentaron al trabajo por dos meses consecutivos. El paro por supuesto que fue “petrolero”. La intención era forzar al Presidente a renunciar bajo la inmensa presión de la paralización de la industria nacional más importante. Nadie en Venezuela tiene dudas que el paro fue petrolero. Decir lo contrario es insultar la inteligencia del público que lo lee. Y no hay que ser “petrolero” para entender.

Sus argumentos dan pena y me perdona. Claro que se podría argumentar que ellos no “decretaron” el par…, perdón la “convocatoria”. Pero por una “extraña” razón mi estimado compatriota, ustedes se convirtieron en los protagonistas. Las opciones, como usted dice, eran apoyar la “convocatoria” (¡por dos meses!) o convertirse en “cómplices” del gobierno. Entonces, cual es su punto, ¿Apoyaron la convocatoria pero no el paro para evitar convertirse en cómplices? ¡Por favor!

Lo cierto es que lamentablemente muchos pagaron el plato de la mala decisión. De seguro que hay casos de despidos injustificados. Pero no son la mayoría. Mucha gente humilde que trabajaba limpiando no fue a trabajar porque los jefes les dijeron que no lo hicieran.

Para terminar le quiero hacer una pregunta.

¿De verdad está convencido de que tumbar gobierno es un derecho constitucional y que los despidos fueron injustificados, o simplemente mantiene esa posición por seguir el jueguito político de ciertas personalidades nacionales e internacionales?

El pacto político para tumbar al gobierno existe. Están todos los que son y el pueblo lo sabe…

Siga escribiendo disparates como este y observe lo que le pasa a la poca credibilidad que le queda.

Me disculpa si lo ofendo. Solo quiero que abra los ojos. Por supuesto que asumo que lo que hace no es parte de un plan que nosotros desconocemos.

Saludos a Juan.

Sinceramente,

Elio Cequea

elio@vheadline.com


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Elio Cequea


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