¿Qué le faltaría al Ministerio de Energía Eléctrica?

En mi escrito anterior, sobre el mismo tema (“SI YO FUERA MINISTRO DE ENERGÍA ELÉCTRICA”), presumí que el mencionado ministerio fue creado sobre la base de un informe elaborado por mí; a petición del diputado Omar Osorio, cuando le señalé posibles soluciones a la crisis eléctrica que se vivía. La trayectoria del informe fue simple: Osorio se lo entregó a Ángel Rodríguez (quien para entonces fungía como presidente de la Comisión de Energía de la Asamblea Nacional), y éste a Chávez.

Rodríguez vislumbró inmediatamente la gran oportunidad que se le presentaba; entregó el informe y el Presidente le premió “el esfuerzo” designándolo como el primer ministro de la nueva cartera. A Rodríguez, por no solicitar la asesoría adecuada, le ocurrió como a quien va conduciendo un bicicleta y de pronto, por obra y gracia de la “magia política”, se ve piloteando un Boeing 747; las consecuencias son obvias: ¡un estrepitoso aterrizaje!

Quienes manejaban a su antojo los “principados eléctricos”, vieron la oportunidad de evitar la consolidación de una estructura que introduciría un poco de control externo a los feudos que en cinco décadas han logrado fortalecerse a través de clanes muy arraigados; la crisis eléctrica que vivió el país les fue muy útil para sus objetivos. En un hecho insólito, se planificó un racionamiento por sectores, para la Capital de la República y, sin que hasta ahora haya habido una explicación aceptable, abruptamente se cambiaron (!) los horarios y se confundieron (?) los sectores.

Se logró parcialmente el objetivo; Rodríguez vio derrumbarse sus ilusiones ministeriales y Chávez tuvo la necesidad de llamar a su comodín, para sustituir a su homónimo. Alí Rodríguez, a pesar de haber dado claras muestras de su habilidad político-gerencial, y paliado temporalmente una situación crítica, necesitará organizarlo y consolidarlo antes de ser llamado para “salvar otro juego”; de lo contrario, el Ministerio de Energía Eléctrica no logrará el fin para el cual fue creado. Si el relevo estrella del Presidente no puede conseguirlo, por razones de salud; sería la prioridad de su sucesor.

A Alí Rodríguez, nadie le hablará nunca sobre mi contribución para la creación del ministerio; al contrario, si acaso se ha enterado de mi existencia, será por falsos testimonios en los cuales le habrán “demostrado” cuán inconveniente sería mi presencia en ciertos cargos ejecutivos. Tampoco le informarán que, a pesar de haber firmado un comunicado que prohíbe el ingreso, traslado, transferencia, retiro, ascenso, despido o jubilación de personal, sin su autorización, algunos “dueños de feudos” no lo acatan; es muy fácil probarlo: sólo tiene que pedir las nóminas, por empresa y estado, a octubre del 2009 y 2010.

El ministro se sorprendería si supiera que varios de quienes lo han desobedecido ya están preparando sus muy sustanciosas jubilaciones, para premiarse por haber ubicado sus incondicionales en cargos a través de los cuales mantendrán el control y evitarán rendir cuentas. Aun así, continuaré aportando mis ideas sobre posibles soluciones a los problemas del sector eléctrico nacional; aunque ello me siga acarreando el desconocimiento interno de mi experiencia profesional.

Considero necesario la creación de unidades (¿viceministerios, o vicepresidencias de CORPOELEC?), tales como: Investigación y Desarrollo, para consolidar el proceso de adecuación tecnológica; esta unidad podría trabajar conjuntamente con el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Sistemas y Procedimientos, para unificar los criterios. Evaluación y Control, para establecer objetivos comunes, evaluar la consecución de las metas y determinar el grado de eficiencia obtenido.

Ejecución de Proyectos Especiales, para no dispersar recursos en la construcción de las nuevas centrales de generación, líneas de transmisión, subestaciones y redes de distribución. Suministros, para canalizar las compras y lograr la fabricación propia de contadores eléctricos, conductores, postes y herrajes; entre otros. Todas estas nuevas unidades deben ser conformadas con personal capacitado y con experiencia comprobada (lo cual es muy diferente al número de años que hayan ocupado un cargo); en un cifra sustancial, proveniente de las mismas empresas y profesionales recién egresados, con vocación para innovar; así se podría introducir la vitalidad que algunas veces se pierde con la experiencia.

luiserangel@hotmail.com


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Luis Rangel


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