La sociedad venezolana ha vivido hasta hace poco tiempo el trauma de la modernidad, y frente a esta situación, diferentes sectores sociales, emerge de las entrañas de las necesidades sociales para lograr poco a poco, una verdadera participación de la base, tomando directamente las decisiones para lograr su propio desarrollo. Esta participación está reflejada en los Consejos Comunales, que permite a las comunidades participar directamente en diversos aspectos como urbanismo, cultura y educación. Se debe activar las fuerzas internas de la comunidad para poder así recuperar el papel histórico de la educación. A la educación se le ha impedido cumplir con este papel. No obstante, no se puede negar que ha habido un esfuerzo por desarrollar el sistema educativo, pero al carecer de una visión integral del mismo, el desarrollo sólo ha sido a nivel formal y no de contenido.
Los nuevos diseños curriculares no han logrado mejorar la calidad académica de los egresados. Se plantea el desarrollo social como de la calidad humana y académica de los profesores y estudiantes. Para materializar esto es indispensable el principio holístico como base para la nueva estructura académica, al tiempo que viabilicen la integración de la educación integral en su misión histórica. Es necesario un proyecto de reforma organizativa, académica y administrativa, centrado en un verdadero diseño curricular. La universidad por su parte, tiene la capacidad y potestad, pero además la imperiosa necesidad de decidir su transformación curricular e imprimirle al diseño las nuevas orientaciones teóricas que el desarrollo le impone a sus contenidos, así como la autonomía para establecer las formas de organización y de conducción de la institución que libremente conforman docentes y estudiantes.
La posmodernización del currículo presenta así la oportunidad para que los diversos actores se incorporen al debate sobre el tipo de institución que se quiere, para que por medio de él se generen las transformaciones y se produzcan los cambios cuánticos que la sociedad espera, para convertirla de una organización donde sus propios actores la desconocen, en otra donde se sientan legitimados por la eficiencia y el alto rendimiento académico y gerencial. Si las instituciones educativas no generan su redefinición curricular con los giros que plantea el futuro para la sociedad, se la impone paulatinamente el sistema, pero con el agravante de su descalificación progresiva, por su incapacidad para presentarse ante la sociedad como una alternativa de cambio.
El currículo ha de servir para guiar un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje que deberá realizarse en y bajo la responsabilidad de una institución educativa determinada. Los principios políticos, filosóficos y científicos que prevalecen en una institución, constituyen un marco de referencia a partir del cual se juzga, de cierta manera, a la propia institución y sus circunstancias concretas, al entorno social y a las relaciones entre cada uno y otro. El currículo ha de ser útil para satisfacer una o varias necesidades sociales, permitiendo al educando distinguir lo irreal de lo real, lo bueno de lo malo y aportar su propio criterio producto de una comunicación didáctica.
Es evidente el deterioro del sistema educativo nacional. Al respecto, la Prof. Norma Odreman, en una revista encartada del Diario El Nacional, señala: “…Los egresados de la educación básica no poseen las destrezas necesarias para la correcta utilización de la comprensión del lenguaje oral y escrito… Los alumnos carecen de las herramientas y habilidades necesarias para resolver problemas, procesar información o transferir conocimientos…” Esta reflexión sensata y por demás acertada, plantea la imperiosa necesidad de reformar el vigente currículo educativo y adecuarlo a los cambios sociales, económicos, culturales y políticos que reclama la nueva concepción geopolítica de nuestro país. Un parsimonioso estudio del novísimo Currículo Nacional Bolivariano, conducirá inexorablemente a lo debería llamarse Currículo Necesario Nacional. Y hasta la próxima, si Dios quiere.
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