La masa estudiantil siempre tuvo el anhelo de decidir junto a toda la comunidad Universitaria sus destinos, sus derroteros y todas las políticas que condujeran a la universidad a un acercamiento con las realidades del pueblo, de quien siempre han estado alejadas.
Es lamentable seguir viendo y oyendo a un grupo de profesores despotricar de la reforma constitucional, cuando toda la vida han parasitado a la universidad y conformado verdaderas mafias alrededor de las elecciones profesorales y de autoridades de las universidades como lo son Rectores, Decanos, etc.
Aun tengo frescas las experiencias como dirigente estudiantil de la Universidad de los Andes y particularmente como Representante Estudiantil del Claustro Universitario. Las presiones de los profesores sobre el “Claustro Estudiantil” era, y seguro seguirá siendo hasta que se apruebe la reforma, una de las manifestaciones más pura de Fascismo y Represión que haya podido ver.
Era una practica común, de esos profesores, el chantajear y manipular a los estudiantes dadas sus necesidades y sus debilidades. Recuerdo como profesoras marcaban con pintura de labios las tarjetas correspondientes al voto estudiantil, para de esta forma marcarlo si no era de sus ambiciones. Y no puedo olvidar un profesor, si merece llamarse así, de Análisis Farmacéutico II a quien tuve que convocar, a través del consejo de facultad, un jurado para poder aprobar la materia. Simplemente porque tuve criterios propios que no eran de su torcida preferencia.
Hoy día, el Proyecto de Reforma a la Constitución Nacional, plantea el voto de toda la comunidad Universitaria. Incluyendo la verdadera comunidad universitaria y no el concepto excluyente, de esa obsoleta ley de universidades vigente, de que comunidad universitaria es solo profesores y estudiantes. Discriminando así a los empleados y obreros, que son un pilar fundamental de esa comunidad.
Deben estar sumamente preocupadas las mafias profesorales. Porque al aprobarse la reforma, y de eso no tengo la menor duda que ocurrirá, los grupos profesorales que desvirtúan la esencia de la universidad y que siempre recurren a la vieja practica del chantaje, no podrán hacerlo con un grupo tan grande como toda la comunidad universitaria. Y sobre todo deben estar muy heridos en su “orgullo y clase social” esos profesores a quienes les causa alergia el tener que compartir los destinos de las universidades con empleados, obreros y estudiantes. Negando con su conducta la verdadera democratización de la Universidad.
Se acabará el privilegio de que el voto de un profesor vale por el voto de cuarenta estudiantes. Quizás un día entiendan con “su inteligencia superior” que el socialismo no es más que una fase superior de la verdadera democracia. La universidad debe revisarse y ser revisada para adecuarla a un nuevo modelo de sociedad que esta en proceso en Venezuela. Bienvenido el 109 y toda la Reforma.
(*)Farmacéutico
Ex representante Estudiantil al CNU, Por las Autónomas.
Ex representante Estudiantil al Consejo Universitario ULA.
Ex presidente del Centro de Estudiantes de Farmacia ULA.
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