La Educación necesaria para la Revolución Bolivariana

Los que ya no somos tan jóvenes, sabemos que antes de la revolución, nuestra patria, fue cayendo en un abismo, una espacie de hueco sin fondo, donde se hundía lo bueno y más nunca salía. Así, aquella Venezuela llena de recursos de todo tipo, cayó de rodillas ante el capitalismo. Esto, tuvo una consecuencia lógica; la expresión del capitalismo en Venezuela, tomó el poder del estado, por culpa de presidentes y autoridades títeres. Así, se fueron dilapidando las riquezas, por parte de un estado y una burguesía, que no tomaron en cuenta a los humildes y estos, por decir lo menos, comenzaron un éxodo hacia las capitales de estado y de esa manera, se llenaron los cerros de Caracas y las zonas periféricas de las grandes ciudades; de excluidos, de pobreza extrema.

Para hablar, de la pedagogía emancipadora, debemos comenzar por el maestro del Libertador y una de las raíces, junto  a Simón Bolívar y Ezequiel Zamora; del árbol de las tres raíces; el maestro, Simón Rodríguez, es el inspirador de la educación crítica, libertaria y emancipadora de América Latina y el Caribe. Sus ideas tienen plena vigencia para todo nuestro proceso, en el que estamos viviendo y donde se trabaja, para una educación que nos libere, de lo objetivo y nos haga encontrar la subjetividad que necesitamos urgentemente. Lo esencial, es lograr una educación que libere a la mujer, al hombre. Si, nos atenemos a la constitución, en ella se señala que la educación y el trabajo son los principales pilares para la construcción de la nueva república. Esto, ya lo señalaba el maestro del Libertador Simón Rodríguez como una premonición y decía “la integración de la educación y el trabajo, contribuyen con el surgimiento de un hombre emancipado”, es un referente que tenemos, como raíz histórica. (Correo del Orinoco p.10).

Como docente, lo considero un referente, sine qua non, para los profesores. Para los que creemos en la revolución, en la independencia, en la libertad, buscando construir la verdadera educación social. Es sin duda, Simón Rodríguez, el modelo a seguir. Por eso, el pueblo debe buscar romper definitivamente con la explotación capitalista, avanzando en los procesos de construcción de la dirección político, intelectual, cultural, moral, ya que la misión histórica de la educación bolivariana, es ser una alternativa popular, socialista, para la revolución. Es así, como el comandante Hugo Chávez, se propuso llevar la educación a todos los rincones patrios, sabía que cuando el pueblo asumiera definitivamente el proceso de formación y educación, se liberaría, él nos dijo: “en los años noventa, los jóvenes no tenían como estudiar, ni donde estudiar, el estado los abandonó y de ahí el aumento de la pobreza” (Aló Presidente Nº 357).

Nuestro eterno comandante decía en su programa, “el pensamiento de Simón Rodríguez trascendió el Siglo XIX porque nos hace reflexionar sobre la complejidad, bajo la premisa de educarnos para el trabajo liberador. Recordemos lo de, o inventamos o erramos, eso significa liberarse de lo conservador, de lo establecido y lograr nuevas formas de hacer las cosas que nos lleven, de verdad, a la liberación”. (Aló presidente Nº357)  Por eso, en la práctica de la docencia, es vital comprender nuestra sociedad y luchar por transformar conscientemente nuestra realidad, desde la práctica revolucionaria. De ahí, que la ética de la revolucionaria y el revolucionario no puede ser esperar que el gobierno sea el que haga todo, debemos actuar con conciencia ética y política, buscando la suprema felicidad social.

Fue Simón Rodríguez, quien inculcó al adolescente Simón Bolívar, la emancipación; le enseñó a ser revolucionario. Por supuesto que existen muchos teóricos; como Carlos Marx, quien en el siglo XIX, también estudio esto profundamente o más recientemente, en el siglo XX, un referente infaltable, como lo es Paulo Freire, quien con sus escritos abrió cátedras universitarias sobre la educación liberadora y alternativa. Pero, como menciona a los niños, y tengo dos, no puedo dejar de nombrar a Luis Beltrán Prieto Figueroa (2006), quien  nos dice: “El porvenir puede estar cerca o lejos, pero hay que prepararlo, y buscar en él, la satisfacción de profundas aspiraciones que no fueron cumplidas en el pasado, ni en el presente presuroso. No obstante, el pasado puede suministrar experiencias, que no son despreciables y el presente, que es una actualidad, que pronto se convierte en pretérito, también sirve de base, al futuro desconocido. La actividad del maestro vuelta hacia el pasado, puede dar origen a una educación perennista; la fundamentada en el presente, da valor a la vida,  que es objetivo indeclinable del proceso formativo de los seres humanos. Todo converge hacia el porvenir, en el que podrá medirse el efecto de la actividad de los educadores, del tiempo, del medio que nos rodea. Eso nos conduce, a una previsión sobre los niños, que ocupan los bancos de la escuelas y van a ser hombres de un quehacer, cuyos principios les fueron suministrados por el maestro, por sus padres y por la sociedad”.  (p. 102)

Es así, como en el día a día, en los salones de clases y otras áreas de de las distintas aldeas, en donde compartimos con estudiantes, profesores y trabajadores, tratamos siempre de estar centrados, en un modelo humanista, mas no conductista; en una relación de un mismo nivel, no, en un piso superior. Los estudiantes de las décadas del puntofijismo, se aprendían por caletre, todo. Lo nuestro, no necesita de caletres, no necesita de lo repetitivo, porque se trata de crear y volver a construir, para crear, nuevamente; no debemos tan solo limitarnos al salón de clases, debemos como en nuestro caso, ir a una montaña o a una de nuestras plazas; La Plaza Bolívar, por ejemplo y compartir con estudiantes, para inventar o errar; si el invento es bueno, trasciende; si es malo, seguimos inventando. Es así, como nos quitaremos de encima el capitalismo, recordando que no hay que cambiar al mundo, sino que hay que cambiar el sistema, un sistema capitalista, que nos esta autodestruyendo. Un mundo que ve, como, hasta los osos polares, están desapareciendo, junto al hielo, porque el calor que producimos, el humo, la polución, la contaminación; ya no lo soporta ni la propia MADRE TIERRA.

Recordemos, que somos sujetos constructores de realidades, como lo decía Samuel Robinson, seudónimo que tuvo que usar Simón Rodríguez, cuando huyó a Jamaica perseguido por los españoles. Más recientemente, Paulo Freire, utilizó esas nociónes de Simón Rodríguez. Por eso, como  constructores de realidades, a los estudiantes, tratamos de transmitirles que aún somos esclavos, a ellos les recalco; que si al dueño del negocio donde trabajas le da por botarte, te bota y listo. Que debemos estudiar, para dejar atrás esa esclavitud y con estudio y trabajo, liberarse del capitalismo salvaje, destructor de todo, destructor de vidas.

Nuestra práctica pedagógica, está centrada en la formación integral de la mujer y el hombre, para buscar de esa manera la transformación de esta sociedad decadente, con una nueva concepción donde se aborda, lo biológico, psicológico, social, ético y espiritual, para el fortalecimiento de una cultura, donde la gente participe de manera activa e igualitaria, en la construcción del desarrollo humano pleno, en condiciones dignas, en el marco del fortalecimiento de los valores socialistas,(ética, principios, moral) para buscar el fortalecimiento popular.

Así mismo, centro la actividad docente, en acciones fundamentadas en lo interdisciplinar y en transdisciplinar, destinadas a promover el empoderamiento de la gente, como sujetos de derecho, exigiendo un adecuado tratamiento de las garantías, frente al derecho a la gratuidad educativa y a la promoción de ambientes favorables para el estudio, que requiere de la toma de decisiones responsables, conducentes al aprovechamiento racional del presente y del futuro patrimonio sociocultural.

Es por ello que, el docente, debe fundamentar su práctica pedagógica, en el uso de LA INVESTIGACION, como base de proceso educativo y considerar los procesos de transformación, en correspondencia con los procesos históricos concretos, la formación actualizada de las y los estudiantes, para que profundicen, creen e innoven, y así, impulsar la educación liberadora y emancipadora, en el contexto socio-comunitario.  Partiendo de lo geo-histórico, como eje fundamental, el bolivarianismo, la venezolanidad, fortaleciendo los elementos socioculturales de cada espacio geográfico, así como los valores humanistas y sociales fundamentales; el respeto a la vida, el amor y la fraternidad, la convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia, la valoración social, y ética del trabajo, y el respeto a la diversidad propia, de los diferentes grupos humanos, a nivel local, regional, nacional, latinoamericano, caribeño y universal, como lo establece el artículo 3 de  la Ley Orgánica de  Educación (2009).

 

Por lo anteriormente expuesto, el docente bolivariano socialista, debe direccionar la praxis pedagógica, hacia estrategias innovadoras, que permitan romper esquemas paradigmáticos capitalistas; centrándonos en la formación integral de los seres humanos, fundamentados en muchos teóricos y autores de todo tipo, en especial, la corriente emancipadora de Simón Rodríguez, la pedagogía liberadora de Paulo Freire y sobre todo, lo que nos enseñó nuestro gran profesor, Hugo Chávez Frias. Son aportes liberadores, con miras a la transformación de la sociedad, con una nueva concepción, centrados en el desarrollo humano, a través de los principios de sustentabilidad y sostenibilidad, que en toda actividad humana, es necesario que estén presentes, más aún, en la búsqueda de la construcción de la socio-productividad; la identificación, el conocimiento, la valoración y conservación de nuestro patrimonio natural y cultural (tangible e intangible), además de contribuir con la nueva visión de seguridad y soberanía alimentaria, desde lo endógeno, para la formación de la nueva mujer y el nuevo hombre vinculados al desarrollo endógeno productivo y sustentable, conjuntamente con el modelo socio-productivo del país, en el marco de la construcción colectiva y de la participación protagónica y corresponsable, que reza la carta magna.

REFERENCIAS

Ethos Revolucionario, Hegemonía, Ideología y Poder. Programa Nacional de     Formación de Formadores. Universidad Bolivariana de Venezuela, 2009.

Organización y Educación Popular en Tiempos de Revolución. Programa Nacional de Formación de Formadores. Universidad Bolivariana de Venezuela, 2009.

Pedagogía Emancipadora: Un Compromiso Ético-Político de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Programa Nacional de Formación de Formadores. Universidad Bolivariana de Venezuela, 2009.

Prieto F, Luis, El Estado Docente, Ediciones Fundación Luis Beltrán Prieto Figueroa, 2006.

Hart, Armando, Marx & Engels y La Condición Humana. Una Visión desde Latinoamérica. Ediciones Ocean Sur, 2005.

Ley Orgánica de Educación. 2009.

Escalante H, (2013).  Venezuela asumió el rumbo de la educación liberadora propuesta por Simón Rodríguez. Correo del Orinoco. (Periódico en línea). Disponible: http://www.correodelorinoco.gob.ve/impacto/.

Chávez H, (2010). Aló Presidente Nº 357. Supermercal “José Laurencio Silva”, municipio Tinaco, Estado Cojedes. Disponible: http:// www.357_alopresidentesupermercal.pdf.

 

Universidad Pedagógica Experimental Libertador. (2006). Manual de Trabajo de Grado de Especialización y Maestría y Tesis Doctorales.

Ediciones de la Universidad Bolivariana de Venezuela. (2007). Pensamiento Pedagógico Emancipador Latinoamericano. Por una Universidad Popular y Socialista de la Revolución Bolivariana.

Diccionario de Sinónimos y Antónimos. (2002). Editorial Océano.

 

 

 



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Jorge Osorio Rojas


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