Universidad de Carabobo: Concursos amañados y nepotismo

Durante mucho tiempo, hemos tenido que soportar la perorata de las autoridades Universitarias, y en especial de la Rectora Jessy Divo, sobre la precaria situación económica de la Universidad, convirtiéndose ello en una excusa, cuando se le solicitan ciertos insumos, tal y como sucedió en el curso de verano, donde manifestó categóricamente que “La Universidad de Carabobo (UC) no está en condiciones de ofrecer los servicios de comedor y transporte para los cursos de verano…”, (Notitarde: Agosto-02-2013); lenguaje recurrente que sacan a relucir ante cualquier situación, recordemos su frase predilecta “el gobierno nacional nos está aplicado una “Asfixia presupuestaria””.

Sin embargo, a pesar de que tanto ella, como sus afectos blanden a diestra y siniestra, que la universidad está en una “situación económica crítica”, de pronto, como cosa de magia, aparecen los recursos, y digo aparecen, pues de golpe y porrazo ingresan trescientos noventa (390) nuevos trabajadores a la Universidad, donde muchos de los casos entraron sin estar contratados por la uc, sin el perfil, y sin realizar el respectivo concurso, ocupando altos y medianos cargos, los cuales afectaron la ruta de ascenso de cientos de trabajadores universitarios que tenían el derecho a ser evaluados y ascendidos.

De tal manera que la misma que aseveró que acabaría con el “Palanqueo”, Ahora se convierte en la diosa del “Nepotismo”, y si me equivoco, díganmelo, pero a las pruebas me remito, de la Directora Mónica Oviedo, ingresa su hija y el novio de su hija; de la Jefe de Recursos Humanos “Carmen Monzón”, ingresaron sus 2 hijos; de Iveth Ramos Jefe de RRHH de Educación, su yerno; también ingresa el sobrino de Cruz Rojas, Analista de Recursos Humanos de FACES; una hija de Yadira Suárez, Jefe de Recurso Humanos de Dimetel (La Radio Universitaria); y otra serie de casos de familiares de directores, directoras, decanos, decanas, etc..

Así mismo, la Evaluación de Desempeño fue discrecional, pues permitió por ejemplo que le dieran a María Patricia Franco, el cargo de Jefe Sectorial de Recursos Humanos de la Facultad de Ciencias de la Salud, a José Luis Sequera el cargo de Jefe de información y control estudiantil, y a José Gregorio Castillo, jefe de taller en el laboratorio de Procesos Metal mecánicos, a William Guevara el cargo de Coordinador de Cultura de la Facultad de Ingeniería, y todos ellos sin cumplir con el perfil del cargo, y violentando el derecho de quienes además de poseer el perfil, ya se encontraban, en algunos casos, realizando el trabajo; y si creían que eso no era suficiente, ingresaron 40 militantes del grupo Bandera Roja, 20 como empleados y 20 cómo obreros, que tal??, y ahora, aquel rumor de que en los actos vandálicos que ha pasado en la universidad, como los destrozos en educación, la pérdida de camiones con comida del comedor, y hasta las balaceras, hay responsables con evidente poder; ahora se comienza a visibilizar con más claridad la realidad universitaria.

Por supuesto, que la rectora con ese lenguaje acomodaticio que la caracteriza, donde hoy dice una cosa y mañana otra, en este momento arguye en sus declaraciones que estos ingresos y ascensos pararon por los pasos estatutarios previstos, ver su pasquín “Tiempo Universitario” del edición 790 del 23 de septiembre, donde resaltaré el punto 2: Análisis del Impacto presupuestario y su recurrencia en el siguiente Ejercicio Fiscal y 3:Inventario de personal contratado cargado en la partida de gasto personal, pues dentro de poco comenzará a decir con el mayor descaro, que “el Ejecutivo Nacional quiere asfixiar a la Universidad de Carabobo, dándole un presupuesto deficitario”, olvidando la barrabasada que acaba de hacer, pues se está hablando de 390 nuevos ingresos y 400 de promoción por Méritos, por su puesto según su opinión e intereses, es decir 790 trabajadores.

Entonces, donde esta aquello de que la universidad estaba al borden del colapso económico, de donde salieron los recursos presupuestarios para esos 790 trabajadores y trabajadoras, por qué esos concursos dejaron por fuera a trabajadores de Fundacite, UAMI, Ingeniería y otras dependencias que tienen entre 9 y 16 años sin sus ascensos; para qué son los concursos si no los van respetar, donde está la honestad de las autoridades.

ibarraelena@gmail.com



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Elena Ibarra

Licenciada en Educación egresada de la Universidad de Carabobo, Doctora en Psicología Educativa y especialista en violencia de género

 ibarraelena@gmail.com

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