La Universidad No-excluyente (Tercera parte - final)

EL CONTEXTO MARCO DE LA TRANSFORMACIÓN: LA MISIÓN SUCRE COMO CONCEPTO.

Ahora bien si esto es así, si la situación histórica real nos llama a ocupar espacios distintos, si la realidad del país nos indica que debemos alejarnos de prácticas y estructuras caducas, ritualistas e ineficientes; ¿qué modelo de universidad es el que estamos proponiendo?

Esta, considero yo, es la pregunta que la MISIÓN SUCRE trata de responder en esta búsqueda de la transformación. La respuesta se ha estado elaborando a través de consultas con los diferentes sectores que hacen vida en la universidad, en las comunidades a través de un amplio diálogo interno y externo que ha dado luz sobre el entorno, definido entre otros por aspectos como:

· La Cuestión Económica: La globalización de la economía y la cultura vs. el desarrollo endógeno y la participación multidireccional de la gente del pueblo.

· El Conocimiento Tecnológico: la rápida evolución de la información y la comunicación, que modifica los conceptos de tiempo y espacio y formula y dirige cambios profundos en nuestro entorno.

· La Cultura: la necesidad de democratizar, masificar y descentralizar la acción cultural. La concepción de que ¨ La cultura es el pueblo ¨

· La Educación: el surgimiento de la sociedad de la información, de los cambios en los enfoques disciplinarios, y de nuevas y novedosas áreas del conocimiento. La necesidad de la educación permanente y a lo largo de toda la vida.

· La Realidad Poblacional: La diversidad creciente de la población, las variadas necesidades educativas regionales que deben ser satisfechas.

· La cruda realidad de la exclusión de generaciones de personas para las cuales no han existido respuestas educativas y que de ninguna manera pueden acceder a los sistemas tradicionales de educación superior


Esta temática ha sido planteada por la UNESCO como paradojas de una sociedad en plena mutación, es un contexto marco que puede facilitar señalar las peculiaridades y diferencias de cada institución universitaria, y en ese diagnóstico situacional es posible posicionar a la Misión Sucre como la institución que plantearía la forma de revolucionar la educación universitaria para alcanzar la universalización de la educación superior universitaria.

Es importante señalar que ciertamente los problemas de organización y funcionamiento tanto académico como administrativo, de formación de los recursos humanos, gremiales y estudiantiles, así como aquellos de orden financiera y presupuestaria conforman un pesado lastre para los directivos universitarios, su solución no es ajena a un nuevo planteamiento conceptual de la universidad que queremos, y tal vez la difícil solución de los mismos se deba a que responden a formas obsoletas y caducas de funcionamiento propias de otros tiempos. La definición conceptual de la universidad que queremos podría resolver muchos de esos nudos de ineficiencia e inercia que hemos comentado.

LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL NUEVO PAÍS: LA MISIÓN SUCRE COMO UNA REALIDAD EN FORMACIÓN

En la actualidad la educación superior se ha convertido en una necesidad para una cada vez mayor cantidad de personas que deben y necesitan optar a ella.

No solamente debemos pensar en el incremento de jóvenes que una vez concluido sus estudios en diversificada, necesitan entrar en una opción universitaria, también a la luz de las recientes estadísticas generadas por la Misión Sucre sabemos del alto número de estudiantes que no han tenido ninguna oportunidad, alrededor de quinientos mil egresados de educación media, acumulados en un considerable rango de años.

Pero también es necesario dar respuesta a grandes masas de adultos que deben adaptarse a las cambiantes condiciones de trabajo, y para los cuales se han de preparar programas especiales, no carreras, para atender así en forma eficiente y con calidad escenarios diferentes de desarrollo y competencia. Vemos de esta manera el inmenso reto que significa esta realidad para una educación superior que por siglos ha estado enclavada en estructuras cerradas al entorno.

Para esta realidad debemos pensar en cambios definitivos en los métodos utilizados: de enseñanza/aprendizaje, de clases presenciales, de títulos de corte profesional, de clases magistrales, todas localizadas en espacios universitarios difíciles de mantener y de poco acceso a las grandes masas.

También es evidente dentro de este cambio de óptica, como asuntos y condiciones que siempre hemos visto de manera separada e incluso excluyente, pierden esa diferenciación para convertirse en un continuo de estrategias y oportunidades a lo largo de toda la vida, para responder a las necesidades cambiantes de una sociedad y de la población. De esta manera la posibilidad e infraestructura educacional deberá adaptarse a concebir y operacionalizar un gran sistema de educación desde el nacimiento del individuo, pasando por la educación básica con credenciales que capaciten para el trabajo, de la educación media con titulaciones técnicas, de la educación superior con distintas gamas de salidas, del entrenamiento en servicio, el adiestramiento para el trabajo, de los cambios de carreras o de opciones, así como la transferencia entre instituciones, del enriquecimiento educativo en todo momento de la vida y para cualquier interesado.

Se trata de un movimiento desde una educación hecha con coreografía institucional, basada en carreras para jóvenes dedicados al estudio, la formación de los mejores y los más inteligentes, a una que tiene como base las necesidades de una amplia gama de personas, que deben ser estudiantes emprendedores, aprendices activos y usuarios de los sistemas educativos. Todo para poder responder a una sociedad que cada vez más necesita de un capital humano formado y preparado adecuadamente para contribuir con la prosperidad económica, la paz y seguridad nacional, y el bienestar social. Se trata de convertir a la educación en el motor fundamental de la economía, al valorar adecuadamente y en su justa dimensión las capacidades y destrezas de la fuerza de trabajo del país así como reconocer que la tranquilidad y justicia social es inalcanzable sin esa educación para cada cual según sus necesidades y aspiraciones.

Es así y dentro de esta racionalidad como ha surgido esta respuesta en construcción de la MISIÓN SUCRE que planteando un proceso de municipalización con la colaboración de distintas instituciones de nivel superior, transformará la universidad nacional pública en un sistema que universalice la educación superior masivamente y con calidad, el principio de Democratización de la educación que cobra una nueva fuerza que deberá ponerse a prueba, ya que se trata de que la sociedad, el estado democrático, atienda educacionalmente a todos según sus necesidades, a través de toda la vida y con la calidad requerida, a través de novedosos planteamientos educativos con los cuales sea posible:



· Focalizar la misión de la educación en los estudiantes, antes que en lo que los profesores quieren y pueden enseñar.

· Ofrecer una institución centrada en el estudiantado antes que en las escuelas y facultades.

· Proveer oportunidades reales de aprendizaje continuo, a lo largo de toda la vida.

· Proveer oportunidades de articulaciones entre empresas y programas, comunidades y programas, necesidades y respuestas dinámicas.

· Utilizar la tecnología para la atención estudiantil y de las comunidades, a través de recursos variados, y con la expresa visión de brindar una mejor atención a los usuarios separados en el tiempo y la distancia. Por necesidad, no por moda.

· Poder atender diferentes poblaciones con diferentes necesidades sin tener que modificar estructuras y funcionamiento. Atender la diversidad.

· Proveer servicios educativos que puedan ser rentables para el estado y asequibles y accesibles a las posibilidades de las diferentes comunidades.

· Poder hacer realidad el continuo educacional para crear un sistema de educación concebido como una red en la cual se articulan adecuadamente y sin separaciones estancas: La educación primaria y secundaria, la educación de pregrado, postgrado y profesional, la educación continua a lo largo de la vida, la educación para el trabajo, el adiestramiento, la formación especial, la acreditación.

· La definición de diferentes redes de distribución del conocimiento propio de la educación superior con todas estas realidades emergentes, que anuncian un futuro distinto para el país y para el mundo.



Este es el reto y compromiso por el cual miles de personas hemos estado trabajando y en el cual hemos aprendido que como proceso inédito y en plena formación; como idea novedosa y propósitos nunca concebidos, debemos perseverar hasta alcanzar plasmar la idea en la realidad para de esa manera brindarle una sólida base educativa a la Revolución Bolivariana.




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Maruja Romero Yépez


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