El Decanato de Arte Plásticas de UNEARTE y la Misión Sucre (Región Capital de Caracas) se han dado a la terea de eliminar el Programa de Artes Plástica a inconsulto, a través de la imposición de una serie de trabas para que los triunfadores de la Misión Sucre no continuarán sus estudios y bastándole tal acción, ahora se han dedicado a boicotearlos para que no reciban el Título de Técnico Superior en Arte Visuales (después de haber cumplido con todos los requisitos exigidos), en vista que no les interesaban que esta política pública implementada por el Gobierno Bolivariana que busca la inclusión de todos los venezolanos dentro de la estructura que conforma la educación se concretara y se convirtiera en una política exitosa que iba aglutinar el aprendizaje de quienes se dedican al oficio de las artes, por ello ha venido demorando y retrasando la entrega del Título Superior de Artes Plásticas, con el objeto de que se perdiera el interés en sus estudios, llegándose al punto de actuar silenciosamente, y discretamente, para imponer una serie de pautas que sentimos que no se rigen por los lineamientos que hoy caracterizan a la educación dialógica y transformadora que se quiere instalar en el país, con el propósito de elevar el patrimonio conceptual del nuevo ciudadano que queremos y que consideramos que dicha Institución Educativa sigue imponiendo un aprendizaje en base a los perfiles que caracterizan los fundamentos de la ideología liberal y positivista, demostrándose que no se está formando un educado en base a los patrones de la nueva realidad que se está originando y en base al nuevo ideal bolivariano y martiano.
Por ello al Decanato de Artes Plástica de UNEARTE, no les importa que su conducta siga estimulado la discriminación hacia los vencedores de la Misión Sucre, puesto que desde que se inició el Programa de Grado en los espacios de UNEARTE, este directorio se dio a la Tarea de arremeter sin ninguna consideración contra quienes cursamos estudios en esos espacios, a los cuales han atropellados sin ninguna consideración, a través de la implementación de un conjunto de trabas en sus espacios y por otro lado, porque se convirtieron en artífices y creadores de la matriz de que somos pocos propensos para adquirir este conocimiento, puesto que ellos dudaban de nuestras capacidades para comprender el dinamismo que se hace presente dentro de la dinámica artística. Retardo que se cristaliza y se mantiene para no entregarnos el Título Superior de Artes Plástica (el cual tiene aproximadamente tiene tres años desde que finalizamos dichos estudios y comenzamos la Licenciatura, los cuales fueron paralizados por el Decanato de UNEARTE y el Directorio que integra la Misión Sucre sin ninguna justificación) que por otro lado, conllevó a la paralización de la continuación de los referidos los estudios en la mencionada institución educativa (a los cuales no se le ha visto ninguna disposición para que se reactive), en el que no se pareciera entender, que éste es un proyecto elaborado por el Gobierno bolivariano (que ahora es Alma Máster) y quienes nos encontramos dentro de su espectro, sentimos que estamos siendo arrinconados por esta actitud roñosa, en el que se deja claro que han venido asumiendo una posición negativa con una gran intencionalidad a pesar que nunca tuvieron la disposición y voluntad de legitimar nuestra estadía porque lo primero a que se dedicaron…, fue a cerrarnos la entrada a los talleres y los servicios que gozan los otros estudiantes de UNEARTE (por ejemplo el comedor), a los cuales siempre consideraron su planta orgánica que tenían que velar por ellos, porque si pertenecen a su al patrimonio espacial, académico de la referida institución educativa, y es por ello su exclusión, discriminación para que no continuemos estudiando para que el Programa de Grado de Arte Plástica no se consolidara.
Siendo dicho Programa de Grado elaborado por la planta de profesores que pertenecían a la Antigua Escuela Superior de Arte Visuales Cristóbal Rojas, coordinado y supervisado por la Lic. Mercedes González quien era la encargada desde que empezó a funcionar en el Liceo Fermín Toros de todo lo que acontecía dentro de sus predios, pero lo más doloroso es que en dicho seguimiento siempre estuvo presente los Coordinadores de la Misión Sucre (Región Capital de Caracas) quienes siempre hicieron presencia y a pesar del maltrato que en carne propia, ellos mismos recibieron por parte de sus autoridades, personal administrativo y vigilancia, de conocer la problemática y tener el seguimiento, se han hecho los oídos sordo y en vez de representarnos, asumir nuestra defensa y acelerar dicho proceso, pareciera que se han convertido en una especie de lluvia nostálgica que se disfraza y se transforma que no les paran a las agresiones del presente y que se han dado a la tarea de tener una actitud sórdida, tacaña, prepotente, mezquina, clasista e incapaz (por lo reservado y la poca disposición expedita de sus actuaciones), se han hecho los oídos sordos para no asumir una conducta sincera, voluptuosa, de interés en la búsqueda de una solución adecuada, y no para convertirse en los paladines que encausan su poca disposición a favor del imaginario que integra la Misión Sucre, en el que se deja claro que la postura asumida deja mucho que desear, dejando entre dicho que no están comprometidos con la investidura y compromiso que se les otorgó y ostentan, quienes también se han dado a la tarea de asumir una posición discriminatoria que no les deja salir de la aureola que integran su cascaron, porque el estereotipo de conducta que han demostrado da suponer que no están ganados con el proyecto bolivariano y mucho menos, con la refundación de la república y la instauración del socialismo, por ello quienes se encuentra dentro de su planta de mando convirtieron a la Misión Sucre en un gran monstruo burocrático que no da respuesta satisfactoria a ninguna de las pretensiones de sus triunfadores, en el que la insatisfacción y frustración son los rasgos más sobresalientes y resaltantes, que en el caso del Programa de Artes Plásticas se hace más transparente, puesto que quienes fungen con cargos de dirección, han demostrado su incompetencia para la búsqueda y consolidación de las pretensiones de su imaginario colectivo y es por ello que nunca comprendieron su importancia, a los cuales les prestaron poco interés, porque no les importa que respondieran a unos lineamientos mecánicos, en el que su incapacidad y su poco conocimiento sobre las artes los llevaran a cometer una serie de improperios para ponerse al lado de quienes siempre se han dado a la tarea de levantar la bandera de que las artes son para las clases altas y medias por su exquisitez, en el que los pobres y menos los excluidos (que se encuentran en pobreza extrema, crónica o estructural) y por el proceso de degradación que han sufrido, no deben gozar de esta posibilidad de apropiarse de su conocimiento (es por ello que se mantiene una conducta excluyente dentro de UNEARTE, como en los diferentes entes que integran el Ministerio del Poder Popular para la Cultura en el que se promueven actividades que son incomprensible para un pueblo que necesita ser estimulado -a la vez educado- con contenido que sean propensos a ser asimilados, ya que vivimos en una sociedad cargada de múltiples marcas instintivas y no con un servicio cultural que plantea los problema que solamente reflejan las particularidades de quienes integran la planta de mando y en el que se busca que dichas estereotipos, imágenes, símbolos, arquetipos, códigos, canales, etc., sean asimiladas por el imaginario venezolano), cuando más bien todos las instituciones educativa deben estar en función del soberano en función de elevar su patrimonio conceptual.
Esto quiere decir, que tanto UNEARTE como la Misiòn Sucre, no les importan y mucho menos les paran a las decisiones tomadas por el Ejecutivo Nacional, a las cuales ven, como no vinculantes, banales, insípidas, como algo más del montón y muestra de ello, es que el Programa de Formación de Grado de Artes plásticas –Hijo de la Revolución Bolivariana- se encuentra desde hace Tres años paralizados y hasta el momento el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (dirigido por la Mg. Yadira Córdova), Misión Sucre (Lic JEHYSON GUZMÁN ) y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura (por el Poeta e Historiador Juan Calzadilla) no han hecho nada por cambiar la actitud asumida por estos gestores públicos, que se caracterizan por su arbitrariedad y poco apego a los proyectos del gobierno bolivariano, y que en lo personal…, no permite definir con claridad los límites de esa presencia que no le concede al estado un papel decisivo y una presencia efectiva que lo caracterice como factor de apoyo, estímulo y de principal gestor ante las demandas de participación por parte de la ciudadanía que haga posible el seguimiento y desarrollo autónomo de sus expresiones culturales (principalmente de aquellas que desencadenan procesos, acciones y matrices que actúen como punto de partida para desarrollos espontáneos, demostrándose que los cambios efectuados responden a una composición concepción cerrada que se caracteriza por una serie de contenidos que niegan la proporcionalidad y armonía que debe de existir en un espacio creador de paradigmas que se encuentra definido para el desarrollo del proceso sociocultural, negándoles ese derecho de goce, disfrute y participación a las poblaciones que se encuentran en circunstancia de fragilidad definida, en vista que se está vulnerando una serie de derechos y garantías que les competen, puesto que la atención debe centrarse en resaltar los elementos en común que permitan construir directrices en función de la búsqueda del bien común y no para lesionar nuestros derechos en la forma como lo está haciendo el Decanato de UNEARTE y la Misión Sucre (principalmente los que tienen que ver con el Programa de Grado de Artes Plásticas), que de forma irresponsable y discriminatoria niega la posibilita de que se estimulen procesos inéditos de innovaciones que permitan revitalizar y enriquecer la vida social, los cuales se dan a la tarea de desconocer su propios procedimientos, como las garantías que se expresa de forma trasparente, idónea, accesible, equitativa, responsable, sin formalismo y reposiciones en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
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