El lunes 21 de abril el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) informó sobre la detención de cinco personas por la captación de inversores para la compra y venta de criptomonedas a través de la plataforma HV IJEX Exchange, la cual estaba siendo investigada por la Fiscalía General por presunta estafa.
Estas detenciones se produjeron en los estados Aragua, Cojedes y Monagas, según reportó el cuerpo policial a través de un post en Instagram.
El organismo explicó que los detenidos cooperaban con otras dos personas que aún faltan por «identificar plenamente y detener». Asimismo, detalló que los ciudadanos invitaban a invertir en una empresa que prometía altos rendimientos a cambio de inversiones en activos digitales, haciendo creer a las víctimas que al invertir distintas cantidades de dinero, multiplicarían esa suma en 40 días.
«Las víctimas, al notar que en dicho período el dinero no se refleja en sus billeteras digitales, intentan contactarse con estas personas, a fin de generar un reporte de fallo, se percatan que habían sido bloqueados», añadió.
Esta empresa de inversiones no contaba con los permisos necesarios para operar en Venezuela, afirmó el Cicpc, «evidenciando así que se trata de una plataforma Exchange, bajo la modalidad de un esquema Ponzi».
Las «red flags» que dejó HV IJEX
Pero ¿qué es un esquema Ponzi? Aarón Olmos, economista, explica que se trata de una estrategia que aplican algunas personas para aprovecharse del desconocimiento de otras ofreciendo rendimientos muy elevados con montos de ingreso generalmente bajos, «que en definitiva terminan siendo una estafa porque no cumplen los objetivos que se plantearon y terminan sustrayendo el dinero a las personas».
William Peña, periodista especializado en tecnología, aseguró a Unión Radio que ese esquema se sostiene en la captación de nuevos participantes para pagar a los anteriores, hasta que inevitablemente colapsa.
La estructura depende del constante ingreso de dinero, pero cuando el flujo de nuevos inversores se desacelera, los pagos se vuelven insostenibles y el sistema se derrumba.
Ambos expertos advirtieron sobre la importancia de identificar las señales de alerta, o red flags, para no caer en este tipo de estafas, por ejemplo:
- Promesas de rendimientos excesivos y rápidos: si se garantiza ganancias enormes en poco tiempo sin riesgo.
- Esquema de referidos o reclutamiento obligatorio: cuando se exige traer nuevos participantes para obtener beneficios.
- Falta de una actividad económica real: un negocio legítimo tiene una fuente verificable de ingresos. Si no hay una explicación concreta sobre cómo se generan las ganancias, es probable que sea una estafa.
- Dificultad para retirar fondos: si al intentar retirar el dinero se ponen trabas a las personas, o exigen reinvertir para obtener acceso, eso es una táctica común en fraudes financieros.
- Uso de tecnicismos o gráficos para aparentar legitimidad: mostrar números y gráficos complejos sin sustento real es una estrategia de engaño común. Es clave investigar la autenticidad de la plataforma.
- Ausencia de regulación o datos verificables: una empresa seria está registrada en entes oficiales y cuenta con responsables identificables.
