Compatriotas de todas las clases trabajadoras:
No redundaremos haciendo más diagnósticos sobre la realidad, ya que hay suficientes y muy claros. Frente a una situación tan calamitosa en todos órdenes de la vida nacional como la que vivimos, lo menos que queremos es andar con tanto rodeo y luciendo análisis que se quedan necrosados en las muelas en esta hora amarga para las clases trabajadoras venezolanas. Sin embargo, sí queremos decir que después de haber sido asesinado el presidente patriota Hugo Chávez y derrotada por la contrarrevolución madurista la Revolución Bolivariana que él lideraba, Venezuela empezó a mostrar una de las clases trabajadoras más empobrecidas del mundo. Y esto obedece a un diseño político de esclavización de su fuerza laboral concebido entre la nueva burguesía madurista y fedecámaras con el propósito de usar a los trabajadores venezolanos como fuente de acumulación de riqueza a partir de una mano de obra barata y paralizada por el miedo y la desorganización. Dentro de ese diseño depredador se debe contar la imposición de una seudodirigencia sindicalera y corrupta para así eliminar toda demanda laboral que interrumpiera las ganancias de los explotadores capitalistas en detrimento de cubrir las necesidades más básicas y elementales del pueblo venezolano.
Por otro lado, no debe haber la menor duda de que un gobierno de maría fascista tendría las mismas características antiobreras y antipopulares. Ese es, pues, el fundamento material de la relación Capital-Trabajo, que demuestra el sentido limosnero, explotador y esclavista del salario desde la visión patronal con la lógica del capital, porque sin dudas el salario es el punto antagónico de mayor confrontación en la lucha de clases.
También debemos decir que lo que hizo el Comandante Chávez con el salario en su corto tiempo al frente de la Presidencia no sólo fue un acto de justicia para pagar la deuda social acumulada por el Estado, sino además una decisión política revolucionaria como medida protectora del salario venezolano, (por ejemplo, lo consagrado en CRBV: artículos 3, 87, 88, 89, 91 y 96 y la LOTTT, así como los derechos de los pensionados y jubilados), lo cual tiene un indiscutible valor social y una carga ideológica clasista que lo identificó directamente con el pueblo trabajador venezolano, es decir, Chávez se metió con la limosna del "santo Estado burgués" cuando le dio rango constitucional al salario. No por casualidad ocurrió el asesinato físico de Hugo Chávez, por atreverse a desafiar al mayor instrumento coercitivo del capitalismo, el Estado burgués. Chávez, con su avanzada conciencia de clase, conspiró contra ese aparato de dominación y cambió la regla "sagrada" del capital, diseñada y creada para obtener la máxima rentabilidad del capital a cambio de la opresión, la miseria y la pobreza de la clase trabajadora
Hay que decir lo que se debe decir en función de movilizar todas las fuerzas para transformarlo todo: Fedecámaras, el gobierno madurista y el estado burgués en su papel patronal opresivo de explotadores esclavistas, trabajan día y noche en su desclasado interés para que el movimiento obrero y toda la clase trabajadora permanezca dividida y débil, cada quien en su autoencierro parcelario, sin la unidad de su fuerza material general y distraídos en la inmediatez del problema reivindicativo salarial, sin tener una visión estratégica emancipadora del poder para que la clase trabajadora gobierne con su propia fuerza y talento e ir más allá de la clásica trampa del reivindicativismo burocrático y obrerista per se. Es necesario que las clases trabajadoras tomen conciencia de que la única solución real, permanente y posible que deben aplicar para superar el empobrecimiento en el que los hundió la restauración del capitalismo atrasado y subdesarrollado de maduro y asimismo terminar para siempre con las causas que generan el empobrecimiento que sufre, consiste en que sean los propios trabajadores, con su propia organización y su correspondiente programa de liberación anticapitalista y antihegemónico, tomando el control del poder de un Estado Nuevo y derriben para siempre la obsoleta y podrida sociedad capitalista y se edifique una república socialista con las características que permitan nuestra propia evolución histórica y cultural. Es indispensable que el poder pase a manos de los trabajadores para que los mismos puedan dedicarse con total independencia y soberanía, a construir una sociedad nueva totalmente distinta, donde desaparezcan las condiciones económicas y políticas que engendran las diferencias de clase. Porque, al fin y al cabo, para las clases trabajadoras empobrecidas y esclavizadas por los explotadores, es tratar de edificar una nación de productores libremente asociados en la producción de valores de uso y que vaya sustituyendo la producción de valores de cambio.
Dicho en otras palabras, en estos momentos difíciles, pero de imaginación, no debe haber otra tarea que no sea la construcción de una unidad orgánica irrompible, que no permita fisuras sectarias y oportunistas, levantada sobre el principio del apoyo mutuo entre todas las clases trabajadores que sume, coordine y acumule todo su accionar en el seno de una Junta Patriótica de Salvación a través de la cual se amplifique el mutualismo y la unidad con todos los empobrecidos a escala de toda Venezuela y además adoptando como hoja de ruta el Plan de la Patria Original 2013-2019. Esta es la tarea y no otra. Esta es nuestra propuesta a las clases trabajadoras. Hoy estamos convencidos que cualquier lucha que demande del madurismo derechos laborales y salariales es una quimera por la sencilla razón de que el gobierno de maduro obedece a un plan capitalista y ese plan pasa necesariamente por despojar a los trabajadores de todos sus derechos. De allí, que el primer esfuerzo consciente de los trabajadores venezolanos, en general, debe ser Salvar la Patria antes que desaparezca, porque sin ella no habrá salario que valga.
¡Por salarios dignos, una Junta Patriótica de Salvación y un gobierno auténtico de los trabajadores!
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