De la desbolivarización a la criptomoneda digital "Bolívar"

Antiguamente los humanos para obtener los bienes deseados utilizaron el trueque para intercambiar bienes y servicios, desde ese entonces ha habido muchas evoluciones en el mercado hasta el punto de llegar a la moneda virtual o digital (año 2009), también llamadas criptomonedas, que se crean y almacenan electrónicamente (como el Bitcoin), cuyo valor ha ido cambiando y que ha generado la aparición de otras similares. Este sistema se sustenta en la confianza de sus usuarios, en su utilidad y popularidad. Este tipo de monedas son códigos criptográficos que la gente se intercambia como medio de pago por vía virtual; es decir, cada propietario posee uno o varios monederos electrónicos con claves para recibir pagos y efectuarlos; sus protocolos son abiertos, transparentes, no dependen de gobiernos, ni de la banca, a los efectos de facilitar y agilizar todos los procesos, evitando costos o comisiones, o impuestos de terceros, además no se requiere ninguna credencial para hacer un pago. La cadena de bloques de las criptomonedas aparece en una base de datos que está compartida con los usuarios de la moneda, con total transparencia en el historial de las transacciones. Los detractores de este tipo de modalidad lo consideran muy peligroso por no tener un valor auténtico, por no estar regulados y porque pudiera utilizarse para transacciones ilegales. Según el ideal del creador de la primera moneda virtual Satoshi Nakamoto, quien revolucionó el sistema financiero internacional, un objetivo de la criptomoneda es romper la opresión financiera de los países, su uso es para envíos de dinero entre naciones, ya que es descentralizada, lo que significa que el código de programación es de libre disposición para contribuir a el o para redistribuir. Es un concepto basado en principios de economía colaborativa, ya que cualquier usuario puede procesar una cantidad, o bloque de transacciones con ese tipo de moneda desde su dispositivo, y obtener alguna retribución por ese servicio, a esta operación se le conoce como "mining" o minería.

Venezuela no se quedó atrás, en el año 2018 da inicio a la creación de su moneda digital (convirtiéndose en la primera criptomoneda estatal implantada en el mundo), denominada Petro, en honor a Chávez quien propuso la idea de una moneda internacional con este nombre. El Petro a diferencia de las demás monedas está respaldado por las reservas de petróleo, gasíferas, oro y diamantes del país. Otro intento del gobierno en esta materia, lo hará a partir del 01 de octubre de este año cuando entra en vigencia el Bolívar digital, que aplica una escala monetaria que suprime seis ceros a la moneda nacional. Este cambio, según el BCV, se apoya en la profundización y desarrollo de la economía digital en Venezuela, necesario en esta coyuntura económica, tras la crisis producida por el ataque contra el Bolívar, así como por el bloqueo económico y financiero. El Bolívar digital es un token (activo digital que puede usarse dentro del ecosistema de un proyecto determinado y requiere de otra plataforma tecnológica o blockchain para funcionar), que busca sustituir el dinero en efectivo, respaldado en la moneda venezolana. Sin embargo, es pertinente resaltar que una moneda digital no es una criptomoneda, ya que se pierde la característica clave que es la descentralización, y en este caso el Bolívar digital sería controlado por el banco central; pero no deja de suponer que sería una gran "revolución" para la estructura del actual sistema financiero, de financiar el déficit existente, de reducir la inflación y de destronar el dólar. Pero, las probabilidades de que esto ocurra son pocas, ya que el Bolívar digital va a estar respaldado por la misma divisa e impresa por el BCV, necesita de un apoyo internacional y de capitales extranjeros que quieran comprar esa moneda, la cual se encuentra desbolivarizada por la incursión del dólar criminal. Además, es necesario contar con una plataforma tecnológica e informática óptima, bien estructurada, variantes éstas que aquejan al país por las fallas constantes de los servicios eléctricos, comunicacionales y de internet. La híper inflación, inducida o no, consume todas las reservas de los venezolanos. Lo que hoy ganen no tiene ningún valor para mañana; de ahí que los venezolanos que puedan hacerlo conviertan sus reservas o ahorros en dólares para que estos no se devalúen.

Según la Consultora Venezolana Ecoanálitica el 66% de todas las transacciones tienen ya lugar en la moneda estadounidense. En el caso de las criptomonedas es distinto su operación, una evaluación del volumen de operaciones en la plataforma LocalBitcoins lo demuestra: el volumen de bolívares venezolanos en bitcoins ha aumentado considerablemente desde fines de 2019. Así mismo, la empresa de análisis de Blockchain de Nueva York Chainanlysis, afirma que Venezuela es uno de los países más activos del mundo en lo que respecta a monedas digitales; después de EE.UU. y Rusia, Venezuela es el país que negocia la mayoría de las monedas digitales en dólares estadounidenses P2P, directamente entre comprador y vendedor. También se ha convertido para los que viven en el extranjero en una forma de enviar dinero a sus familiares. Hasta las transacciones en moneda digital se hacen en dólares, en vista de que el impacto del Petro en la economía venezolana fue que terminó sacando de circulación el Bolívar, pero esta no fue la causa sino la consecuencia; es decir, no se tomaron controles en materia cambiaria y monetaria para la circulación de esta divisa, ya que el petro es un sistema de divisa hacia afuera y el Bolívar es una divisa hacia lo interno, por lo que debería haber una paridad fija entre el Petro y el Bolívar; es decir, debe haber un respaldo también para el Bolívar y éste debe ser con las reservas minerales del país, como está protegido el Petro, de esta manera se logrará caer la divisa estadounidense, como lo ha propuesto Pascualina Curcio: un sistema monetario anclado al oro. Ante la economía de guerra existente, es posible que la coexistencia tanto del Petro como del Bolívar digital coadyuve para que el gobierno venezolano tenga la posibilidad de decidir uno para transacciones domésticas y el otro para transacciones internacionales. En este sentido, me sumo a la propuesta del Econ. Alexander Kórdan de que se instaure una dualidad monetaria cripto digital, donde el Petro sea la criptodivisa y el Bolívar sea la criptomoneda digital, que ambas rijan la plataforma blockchain del sistema digital venezolano. Para efectos de sinonimia los términos "moneda" y "divisa" significan lo mismo; no obstante, para fines de las transacciones financieras digitales, la criptodivisa Petro se diferenciaría de la criptomoneda Bolívar digital en que la primera se haría en el mercado internacional, para pagos en el exterior; mientras que la segunda los venezolanos tendrán acceso mediante la circulación por vía digital. Se propone también no fiduciaria como el Petro; es decir, en función del respaldo del oro, al Petro Oro y/o Bolívar oro. El Petro es la única cripto que tiene la característica de no ser fiduciaria, a diferencia de las demás divisas que son respaldadas por deudas, no por dinero real ausente de deudas. Si el Bolívar tanto moneda como digital es respaldado en oro, surgirá entonces una paridad fija entre ambas criptos. De esta manera ambas serían inembargables, su dualidad sería la estocada al dólar criminal, la recuperación de nuestra economía y la reivindicación del Bolívar Fuerte.



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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