Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica

Agosto 2018, es una fecha emblemática para la economía nacional. Las y los directivos de las Cajas de Ahorros, señalan ese mes y año, como la fecha del desastre económico para las instituciones financieras de la clase trabajadora, que vieron diluirse los patrimonios de las mismas en la nada. A su vez, la clase trabajadora, comparan esa fecha con aquella en que la tripartita, conformada por el gobierno de Caldera, Fedecámaras y la CTV, decidieron robarse –legalmente- las Prestaciones Sociales de los trabajadores y trabajadoras de la Patria, convirtiéndolas en la nada. El Gobierno del hno. Presidente Maduro, por primera vez desde que inició su gestión de gobierno comenzó a hablar de "Prosperidad", incluso, anunciaba el 2019, como el año del renacimiento económico de Venezuela. El nuevo Plan Económico, era la obra de países hermanos como Rusia y China, principalmente éste último, quienes apostaban por ese renacimiento. El presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de China, manifestó su complacencia por la aprobación del Plan, señalando que se "están construyendo unas buenas bases para las alianzas estratégicas establecidas entre ambos países…" Por su parte, el Jefe de Estado, señalaba a la opinión pública nacional que dicho Plan fue elaborado mediante recomendaciones de toda la sociedad y "fundamentalmente de la clase obrera". Luego, se desmentía durante su intervención en la clausura de la XVI Reunión de la comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela, septiembre 2018, donde "confesó que la base teórica, política, del Programa de Recuperación Económica está relacionada con un estudio realizado por el Banco de Desarrollo del país asiático, presentado en 2011 al comandante Hugo Chávez." (Prensa Despacho de la Presidencia, 14/09/2018). Se clarificaba, la autoría intelectual de dicho Plan de Recuperación, de factura Made in China.

En nueve ítems, se resumían los objetivos del Plan: 1. Equilibrio Fiscal y tributario; 2. Nueva política cambiaria; 3. Defensa del salario; 4. Estabilidad de los precios; 5. Producción; 6. Ingreso de divisas; 7. Expansión y consolidación del Petro; 8. Política de transporte y 9. Protección social. Visto así, el Plan parecía coherente, bien estructurado, pero en la realidad resultó un arroz con mango de recetas neoliberales –monetaristas- con proteccionistas y keynesianas, que recomiendan –éstas últimas- introducir más dinero a la economía para impulsar la demanda de bienes y servicios, lo que se viene haciendo mediante los bonos de protección, mientras, se restringe mediante la congelación de los salarios y su continua devaluación, la emisión de dinero. Apostaba, el BCV, mediante la restricción de la oferta monetaria, a la reducción del consumo al tener la población menos dinero para gastar y así, reducir la inflación. La realidad, pasados dos años de vigencia de ese Plan de Recuperación, es que los fines 3 y 4 del Plan, no se han alcanzado y se ha afectado –negativamente- el ítem 9. A tal punto, que a dos años del Plan, la solicitud de incremento salarial o de una nueva Reconversión Monetaria, se ha convertido en un clamor nacional, ante los inusitados y desproporcionados incrementos de precios en alimentos, medicinas y transporte público, prestado por los privados. En cuanto a los punto 1 y 2, es factible que se hayan alcanzado pero a un costo muy alto, en detrimento de la calidad de vida de la población. En cuanto a los puntos 6 y 7, de todos y todas es harto conocido que la política imperialista, ha restringido notablemente el ingreso de divisas al país, gracias al bloqueo financiero imperialista. En relación al Petro, el mismo fue bloqueado a nivel internacional por una Orden Ejecutiva de Donald Trump y, en lo nacional, torpedeado y saboteado desde lo interno del propio Gobierno por quienes tienen sus intereses y apuestan por el dólar como moneda nacional, pese a que según, el Constituyente Fernando Soto Rojas, es la oposición la que se la juega por el dólar. ¿Nada podemos hacer, cuando no se quiere ver la viga en el ojo propio? Finalmente, en cuanto al Transporte, se han dado importantes avances que han permitido que se recupere el servicio pero continúan los ataques con el asunto del valor del pasaje y por fin, dos años han pasado desde la vigencia del Plan, que se pudo incrementar y cobrar la gasolina, lo que merece destacarse como un hecho positivo. En conclusión, como todo arroz con mango que se respete, ni prosperidad, ni recuperación sino todo lo contrario, seguimos en el mismo punto de la crisis terminal que sufre el capitalismo rentista venezolano. Si bien, el país, se ha liberado -en algo- del chuleo de la burguesía dependiente de los dólares del Estado, ha mutado éste a la dependencia de las ganancias obtenidas mediante la manipulación a su favor del dólar, gracias a la libertad que le otorga el Estado de fijar a su libre albedrío el valor de la divisa imperial, siendo éste, el gran negocio de los nuevos tiempos. El hecho positivo, que bien merece ser resaltado, en mayúsculas, es el referente al punto 5, la producción agrícola, que se ha disparado –positivamente- gracias a lo cual, el pueblo venezolano, hoy puede alimentarse con producción nacional, comida sana y hecha en Venezuela. Por supuesto, que la pandemia por coronavirus ha acentuado –negativamente- éste diagnóstico, pero, se mantiene en alza la Producción agrícola, como un faro de luz destellante del compromiso con la Patria, que mantienen nuestros productores agrícolas. Esperemos, que el próximo Plan de Recuperación Nacional, sea de factura cien por ciento venezolana. ¡Made in Venezuela!

El mismo error, lo comete la derecha terrorista que, al año siguiente, en febrero 2019, anunció su Plan de Recuperación. El auto proclamado y designado presidente por Donald Trump, Juan Guaidó, esboza en tres los objetivos del Plan imperial: "Los objetivos del plan son terminar con la hiperinflación, aumentar la producción de la petrolera estatal PDVSA e impedir que el Banco Central continúe imprimiendo moneda sin respaldo de reservas." (El Universal, 01-02-2019). El director del Plan, Yon Goicochea, se encargó de detallar los alcances del Plan y en entrevista para Portafolio.co, 18-02-2019, lo describe. Los autores del Plan, según Goicochea, serían: "Se ha preparado un plan de estabilización macroeconómica con universidades como Harvard y las venezolanas Central, Católica y Simón Bolívar entre otras." Ya, con solo mencionar las instituciones partícipes de dicho Plan, queda bien claro el perfil neoliberal de ese Plan. Goicochea, no tarda mucho en destapar su verdad y la expresa en cifras: "Además, el acceso al crédito internacional, se pueden pedir entre 60.000 y 80.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y préstamos bilaterales y multilaterales." Con esa sola mención, se evidencia quién será el regente de la economía venezolana: el FMI, y su Plan de Ajuste de la economía, valga decir, otra vez de vuelta al 27 de febrero de 1989. Privatizaciones, reducción del gasto público como le llaman a la inversión social, un libreto harto conocido por el pueblo venezolano. Curiosamente, la oposición terrorista, no contempla en su Plan la dolarización de la economía, como lo afirmaba, Soto Rojas, así lo señala Goicochea en su respuesta: "Sí lo hemos pensado pero no lo vamos a hacer porque creemos que puede tener severas implicaciones y limitar el crecimiento en los próximos 10 años… Hemos analizado profundamente la dolarización y llegamos a la conclusión que vamos a darle al bolívar el tratamiento que se merece." Por supuesto, no podían pelar a la principal empresa de la República, la gallina de los huevos de oro. Goicochea, lo expresa sin tapujos: "Hay una severa restricción en Venezuela que obliga por ley al sector privado a establecer empresas mixtas con PDVSA, en las cuales el privado siempre tiene minoría accionaria. Nosotros queremos destrabar este bloqueo para que haya mayor flexibilidad en la forma como los inversores privados puedan ejercer esta actividad primaria petrolera." Privatizar PDVSA, ese ha sido el objetivo de la guerra de EEUU contra Venezuela, y la banda de Guaidó, así debe garantizarlo. En resumen, privatizar todo lo rentable, endeudar la República para someterla a las directrices del FMI, entregar la soberanía nacional al capital financiero internacional y restablecer el dominio del Dios mercado sobre la vida nacional, en eso, se resume el Plan Guaidó para "recuperar" la economía nacional, diríamos, más bien recolonizar la República. Todo un Plan de entrega de la soberanía nacional al imperialismo de los EEUU. Con razón, Donald Trump, según lo expresado por John Bolton en su libro, considera a Venezuela, como una estrella más de su bandera.

A finales de 2019, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, presentaba un Plan de Recuperación Económica por el orden de los 13 billones de yenes con el fin de evitar, que la nación nipona entrara en recesión en 2020. El país, se encontraba afectado por el paso del tifón Hagibis en octubre de ese año. Centraba, la recuperación del país, en la reparación y modernización de las infraestructuras afectadas por el paso del tifón, por otro lado consideraba la reducción del IVA para estimular el consumo. Señalaba, el primer ministro: "Se basa en tres pilares: garantizar la reconstrucción y la seguridad en caso de catástrofe, proporcionar un apoyo intensivo para superar los riesgos económicos a la baja y mantener la vitalidad económica después de los Juegos Olímpicos de Tokio". Con la llegada de Covid-19, el Plan tuvo que ser reajustado. En abril de 2020, el primer ministro Shinzo Abe, anunciaba: "Nos estamos moviendo rápidamente para dar dinero a toda la población". Japón, pagará 100.000 yenes a cada residente, como medida para contener el descalabro de la tercera mayor economía mundial por el coronavirus y, sobre todo, para pavimentar la salida de la recesión.

Mientras, los países industrializados avanzan en programas de ayudas directas a su población, los dinosauros de la economía en Venezuela, se afianzan en el dogma monetarista neoliberal de restringir masa monetaria. Europa y hasta los propios EEUU, en contracorriente al dogma monetarista neoliberal, están emitiendo grandes cantidades de dinero para apoyar sus economías y están ofreciendo avales a los bancos para que concedan créditos que han llevado a que el agregado monetario M2¹ en EEUU, se dispare un 23 por ciento interanual y el llamado M3² en la zona euro, crezca a un ritmo cercano al 9 por ciento. Ahora, el discurso se "corrige" y no hay temor a la inflación que ello genere. Esta vez, es diferente, señalan con énfasis pues ahora, sí es bueno emitir dinero. Señalan, analistas de Jefferies: "Lo que causa la inflación no es el dinero, sino la demanda de crédito que se canaliza hacia la compra de bienes y servicios. Ni todo el dinero del mundo causaría inflación si está escondido debajo del colchón o inactivo en cuentas corrientes". En la misma onda, Adam Slater, economista de Oxford Economics, explica: "No creemos que la reciente aceleración del crecimiento monetario conduzca a una inflación rápida, a pesar de la fuerte relación histórica entre los dos. El crecimiento monetario actual se produce en circunstancias extremadamente inusuales, que pueden alterar el vínculo habitual con la inflación y también pueden ser temporales". Vueltas que da la vida y tontos los que se auto engañaron escuchando sus cantos de sirenas. No obstante, esas señales desde el exterior, los dinosaurios venezolanos siguen enclaustrados en su dogma monetarista neoliberal. Prueba de ello es el economista Oscar Torrealba, quien explicaba –recientemente- las causas de la subida de los precios: "la liquidez monetaria en el país se ha incrementado en 223% entre principios de enero y mediados de julio. La liquidez paso de Bs. 45 billones a Bs. 145 billones y esto tarde o temprano termina reflejándose en la variación de precios y en el tipo de cambio"… "Además de los bonos periódicos como los del hogar, lactantes, mujeres embarazadas, que se otorgan a los ciudadanos que portan el carnet de la patria, están los bonos no periódicos que en este año han sido 20 bonos que no son universales, se trata de médicos de la patria, día de la madre, trabajadores, etcétera. Esta inyección de bolívares al mercado supone liquidez en bolívares que van a la compra de dólares, esta presión por supuesto puede incidir en el precio de la moneda extranjera. Tarde o temprano la liquidez se va a reflejar en el tipo de cambio". Hay que ser bien bolsa para estarle creyendo los cuentos chimbos de esos sesudos analistas que inundan la mediática privada con sus análisis –direccionados- a lograr un fin politiquero y que tienen mucho eco en la burocracia oficial, que solo quiere escuchar las opiniones que les reafirmen en su dogma. Ni una sola mención del abundante crecimiento de la masa monetaria mundial, que les desmiente contundentemente…

(¹) y (²). Masa Monetaria M: M1, está restringido al efectivo en manos del público, cheques de viajero y cuentas corrientes. El M2, incluye todo eso más las cuentas de ahorro, depósitos a plazo y el dinero en fondos de inversión del mercado monetario minorista. M3, son los créditos a las empresas.



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Henry Escalante


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