El FMI y las cuarenta

—ALÓ, ALÓ, HABLE MÁS ALTO QUE NO SE OYE NADA, VALE.

ALÓ, DÉJEME QUE ME ARRIME A LA MATA DE PONSIGUÉ, HABER SI AHÍ ESTE CARRANCHO DE TELÉFONO AGARRA SEÑAL.

ALÓ, YA LO OIGO ALGO.

—Compita soy yo.

—A hombre cómo está.

—Aquí en las cuarentas como ordeno el gobierno.

—Haga caso, y quédese ahí guardado.

Porque ya usted tiene como tres tercios de siglo y ese virus como que solo mata viejos.

Por ahí me contaron que en un país arrasó con todos los viejos que había porque no quisieron hacer caso ni tomaron las precauciones que les dieron, y el virus se los llevó pa’l otro barrio.

Hay que cuidarse porque después de pasar tanta hambre no vaya a ser que venga un pedazo de virus y lo mate a uno.

—Así es, yo hasta duermo con el tapaboca puesto.

Porque nunca se sabe qué muérgano le estornuda a uno en la pata de la oreja.

Porque mucha gente no ha aprendido a tener modales.

Ahí tiene a esos que bostezan en el Metro que parecen caimanes, abren la boca que casi se les ve el alma.

—Al Metro ni se acerque, porque si no va bañado y perfumado no lo dejan entrar.

Esa debiese ser la norma de ahora en adelante, que solo se puede entrar al sistema si se ha bañado y perfumado. De resto se queda afuera y se va caminando.

—¿Y qué le irán a hacer a los meones? Esa parrando de tipos que se la pasan meando por todos lados.

—A lo mejor los mandan a decapitar para que aprendan que la ciudad no es una letrina.

Porque la higiene en esta ciudad deja mucho que desear.

—Compita, y qué le parece que el gobierno le pidió prestado al FMI.

Después de decir que el FMI era el mismísimo diablo, salieron a pedir cacao.

—Eso le pasa a todos los bocones.

Tengo entendido que el FMI les negó la plata, porqué preguntó con qué se la iban a pagar y a lo que le dijeron que con petros, y ahí mismo dejaron el pelero.

Además, si a ver vamos no es tanta plata, esa del préstamo.

—Cómo que no.

Si son 5 mil millones de dólares, eso es un realero.

—¿Pa´ quién? Pa´ usted o pa´ mi es mucha plata, pero para estos eso es un sencillito.

Recuerde que Andrade, al que pusieron preso en el impero, se embuchicó como 2 mil millones dólares, y aquí se hicieron los desentendidos.

Otro que está por España se metió en los bolsillos otros 2 mil millones, y por allá como que anda muerto de la risa.

Y el alcalde de Guanta, donde hay cuatro casas, con perdón de la gente de Guanta que por allá hacen unas arepitas de cochino que son mundiales, desfalcó a la nación con más mil millones de los verdes.

En esos tres, sin contar a los de PDVAL, del CLAP, del arco minero y pare usted contar, hay más 5 mil millones que se han robado, y dónde está el fiscal y el contralor.

Con toda esa plata que se han llenado los bolsillos alguito se hubiese hecho.

Pero la corrupción y el choro reinan en esta República.

—Cómo se le dice que no, si esa es la purita verdad.

Un gobierno que ha permitido que se roben todo ese realero, que se sabe, ningún organismo le va prestar plata. ¿Por qué?

Porque se la roban.

Por hay andan las enfermeras y los doctores saliendo del hospital a media noche y no hay un carro que los lleve para su casa.

A esa gente hay que ponerle a su disposición transporte para que los busque y los lleve.

Si fuese una prepago le ponen una Toyota último modelo para que haga fiesta.

Lo cierto de todo esto es que hay que cuidarse, para después enterarnos de los cuentos, de por qué se propagó ese virus.

La gente está guardada y acatando las normas. Y eso es importante.

ALÓ, SE ESTÁ YENDO LA SEÑAL. ALÓ

CREO QUE SE CAYÓ LA SEÑAL.

Y LE DIJO: POR AHORA, APRIETE.



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Obed Delfín


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