Mi palabra

Guerra tibia tirando a caliente con el dólar

"Usar el dólar como moneda,

tiene el enorme inconveniente

de quedar ligados completamente

a los vaivenes del dólar

y a la política que arbitrariamente desee

imponer a su economía

el gobierno de Estados unidos"

Hugo Salinas Price,

empresario y filántropo mexicano

México, tenía en sus filas a un nadador de competencias olímpicas, cuyos progenitores eran oriundos: el padre de una población llamada rio frio, y la madre de aguas calientes, y por eso se ganó el apodo en el ambiente deportivo del "tibio". Fácilmente podemos hacer un símil con lo que está pasando en nuestro país–guardando las distancias–al no terminar de calentarse, como lo desean los adictos y macabros guerreristas. Por este hecho muchos incrédulos o inocentes no terminan de convencerse, que estamos en una GUERRA, declarada por el gobierno de Donald Trump, al no ver caer las bombas. Además, tenemos a los interesados o serviles del imperialismo, encargados de distorsionar la realidad a cambio de un puñado de dólares, para ponerlos a circular en nuestro país, y de esta manera inyectarle un desprecio enfermizo a la población a todo que se parezca a nuestro signo monetario.

La situación económica cada segundo se torna inaguantable para la gran mayoría de la población venezolana; estamos viviendo una hiperinflación inducida, y no sabemos, cuando el desquiciado de Trump da la orden de una invasión, como lo dejó ver, el no menos trastornado de Elliott Abrams en una de las tantas declaraciones *, lo dijo por todo el cañón, y la cara que lo ayuda, con la que puede asustar a los mismos soldados gringos: "La intervención militar depende del presidente Trump, no de Juan Guaidó". Como quien dice: ¡Para buen entendedor pocas palabras!; el ex autoproclamado es un payaso, y el principal agente provocador, y de ahí las declaraciones que no callan por parte de los más allegados a Trump: "si, meten preso a Guaidó, vamos a reaccionar".

Si no es, porque nos están dando en la "madre" todo esto pareciera un chiste. No pasa un día, que no veamos una declaración o decisión del gobierno estadounidense contra nuestro país. Tengo entendido, que la palabra reaccionar, se utiliza, cuando se reciben agresiones, y de ser así, en muchos casos existe el diálogo, pero ha sido borrada del vocabulario gringo, y sus más allegados, por obra y gracia de Barak Obama al emitir un decreto–El 9 de marzo del 2015– donde considera a Venezuela (AMENAZA INUSUAL Y EXTRAORDINARIA)

Las últimas acciones en nuestro país con el dólar– la verdadera arma de la guerra– es para enloquecer a cualquier persona, y a la vez terminar de abrirle las agallas a los grandes importadores. Es tan criminal el ataque a los desposeídos, que la aparición en abundancia de la comida en los llamados bodegones; el buen amigo Jesús Faria, economista de profesión lo calificó, como signos de reactivación de la economía. Me permito aclararle, estos negocios es una muestra de la voracidad del capitalismo salvaje; son verdaderos boutiques con precios escandalosos; lo digo por experiencia, estuve por más de 30 años en un negocio colocándole precios a los artículos, y el dueño llegó a propietario de un supermercado, el cual, fue levantando, desde abajo, como–dicen– jodiéndose. Ahora, aparecen de manera fraudulenta utilizando el dólar, muchas veces, como conoce todo el mundo "lavando" los verdolagas, y al no poder comprar el pueblo, empiezan a quebrar.

Tiene toda la razón, el que se le ocurrió decir: "A nadar, y hacer el amor no se aprende por correspondencia" Para entender esta guerra con el dólar, tenemos que escudriñar la forma y manera, como en un momento desaparecieron la comida, y los inescrupulosos bachaqueros en combinación con los inversionistas dolarizados la soltaban por migajas para crear el descontento, dándole motivo a los guarimberos para encender las calles en sitios estratégicos.

La gran realidad del momento, es que estamos en una guerra, y quien no lo quiera entender, es por tarado, inocente, o tiene sus intereses creados o lo que es más grave aún: están esperando una pequeña muestra de lo que es capaz, el pistolero de la Casa Blanca, Donald Trump, como lo acaba de hacer en Irán, al ordenar el asesinato del General Qasem Soleimani. La resistencia en Venezuela esta creciendo, a pesar del despiadado ataque al estómago, y a la manera de vivir de nuestro pueblo. Los intentos del imperialismo por esconder la verdad no paran, como están haciendo con Julian Assange, confinado en una cárcel de alta seguridad de Belmarsh, Londres, desde el mes de abril, del 2019 cuando fue entregado por el traidor Lenin Moreno.

¡LEALES SIEMPRE, TRAIDORES NUNCA! ¡VENCEREMOS!



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Narciso Torrealba


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