Dolarizados: unos pendejos, otros no

"Se dice que las palabras distinguen

al hombre de las bestias,

pero es la palabra precisamente

la que revela muchas veces

la bestialidad de algún hombre"

Carlo Dossi

 

El amigo, está tan dolarizado, que de tanto preguntarle a un compañero de trabajo, cómo amaneció el dólar; este, quien se había pasado de tragos, terminó por responderle, que se fuera a vivir a los Estados Unidos, y casi lo manda ¡pal el carajo! En esta onda se encuentran muchas personas, porque la única preocupación, es, los invasores verdolagas. Cuando los cargan los enseñan, como el recién graduado mostrando orgullosamente el diploma que lo acredita, como aprobado. Algunos ni siquiera saben, de quiénes son los rostros impresos en cada denominación. Al preguntarle a un eufórico adolescente por el personaje de un billete de diez, el cual exhibió en la frente, con una sonrisa que le dejaba ver la dentadura, y el comienzo del aparato digestivo, como si estuviera en una consulta dental. Respondió, muy seguro de lo que estaba diciendo ¡Páez!

Las cuatro personas, que se encontraban presentes se vieron las caras para echarse a reír, sin hacer ningún comentario, lo que le hizo sospechar al muchacho de la tremenda metida de pata; por supuesto, sin llegar a superar al catedrático Humberto Calderón Berti, de su ilusorio cargo en algún "rastrojo" de Colombia, engrosando la lista de los "pendejos" .Lo cierto es, que, se habla de la dolarización, como algo que llegó para quedarse, y, si, ese fuese el único objetivo no significaría ningún problema, pero son tantos los fines que persiguen los promotores de este mecanismo de invasión comercial, que el muchacho del billete de 10 –lo único que sabe, es el valor – entró a la lista de los atrapados por la ignorancia, y de paso no tiene donde caerse muerto; otro pendejo más. Tenía o no razón, el Libertador Simón Bolívar, cuando en el congreso de Angostura nos dejó esta proclama para reflexionar: "Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción".

Los ignorantes y los pendejos parecen ir por el mismo camino, pero no es lo mismo, ser pendejo que ignorante o hacer el mismo papel a la vez. Es un juego de palabras que fácilmente puede terminar en un trabalenguas, de donde nacen los que se creen los verdaderos avispados de este país. Estos personajes van en aumento, porque la ansiedad despertada por el dólar, ha terminado de propagar la "viveza" criolla y la cadena es interminable, con el fin de joder al que compra, y el que no tiene nada que vender, sino su fuerza de trabajo, se encuentra con los patronos, los primeros dolarizados, pero no pendejos; les pagan a los obreros en bolívares totalmente devaluados, sin darle ninguna participación en la plusvalía, creada precisamente por el dólar, hasta colocarle la soga al cuello al pueblo con la hiperinflación. Leyes propias del capitalismo salvaje, más en este momento, cuando el imperialismo ha tomado esta alternativa para terminar de anarquizar el país con los precios, buscando una intervención militar, como la acabar de decir Elliott Abrams, como si, el único enterado es él; otro pendejo más.

A medida que la marea crece con los dólares, el atentado contra la maltrecha economía venezolanas es mayor, y la mente de los que tienen la oportunidad de acariciarlos, entra en ebullición, y todo lo contabilizan con el valor de la moneda estadounidense, el cual aumenta, y son pocos los que entienden el ataque a nuestro símbolo monetario. Los únicos beneficiados son los mismos de siempre: la oligarquía criolla, y los corruptos en divisas; nada de soberanos, ni nada que se parezca, porque significa hacer el papel de pendejo.

En muchos hogares venezolanos, no hay otra conversación, desde que amanece: los dólares; hablan del "veneno", y se lo toman sin conocer el efecto, como cualquier pendejo. Son tantos los mecanismos del imperialismo para engañar, y penetrar la conciencia del pueblo, que le siguen presentando a Nicolás Maduro, como el único enemigo, pero de manera descarada vienen aplicando las más criminales sanciones para ponerle una barrera a la entrada de divisas, impidiendo la compra de alimentos y medicinas. Por algo, los chinos –que de pendejos no tienen nada – en su machucado idioma al español, expresan: "Si no hay leal no hay lopa" es lo que estamos viendo para alegría de los ignorantes, pendejos, traidores, y los que se creen más avispados, que todo el mundo.



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Narciso Torrealba


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